- Ecología
Descontrol inmobiliario y turismo ponen en peligro la sustentabilidad de Holbox
Carlos Águila Arreola
Cancún, QR. La isla de Holbox, famosa por la espectacularidad de sus ocasos, es víctima de su propia belleza. Ambientalistas y activistas denunciaron que hay 50 proyectos en construcción, entre ellos seis hoteles con vista al mar, en un área que concentra 49 por ciento de los anfibios y reptiles de la península de Yucatán, y 79 por ciento de los que habitan en Quintana Roo.
En 2010, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), había mil 400 pobladores. Se calcula que en la actualidad hay alrededor de 2 mil, pero en temporada vacacional llegan hasta 20 mil turistas que dejan cerca de 360 toneladas de basura al mes.
La paradisiaca ínsula del municipio de Lázaro Cárdenas, ubicada a unos 160 kilómetros de Cancún, mide 42 kilómetros de largo y dos de ancho y está dentro del área de protección de flora y fauna de Yum-Balam. Pese a que fue declarada zona natural protegida desde 1994, aún carece de plan de manejo actualizado, pues el publicado data de hace más de 20 años.
Este vacío ha permitido la proliferación de hoteles y viviendas, denunció la organización Salvemos Holbox.
La isla es refugio de más de 100 especies de aves (30 migratorias), y hábitat de cacomixtles, cigüeñas, cocodrilos de río y pantano, halcones peregrinos, falmencos, manatíes, monos arañas y aulladores, jaguares, ocelotes, osos hormigueros, tapires, tortugas blanca, laúd, caguama y carey, y zopilote rey.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), todas estas especies están bajo protección especial debido a que su hábitat se ve amenazado o están en peligro de extinción. Según reportes de la Secretaría de Marina, en la isla hay 311 especies de fauna silvestre.
Pero ser “el tesoro del Caribe” ha tenido un alto costo para Holbox, pues “poco queda de cuando nos abrimos al turismo, con cabañas de madera y palma”, recuerda Dinora Caridad Bacelis Alcocer, propietaria del primer hotel que operó en 1986: Los Arcos, quien admite que nunca pensó que el crecimiento sería una amenaza: “Nos da miedo el desarrollo”, señaló.
Los hoteles Villas Cocoteros, Villa Flamencos, Villas Paraíso del Mar, Holbox Residence, Casa de las Tortugas y Casa Iguana son sólo algunos de los que en meses recientes presentaron solicitud de operación o construcción a la Semarnat, y las guías en línea ofrecen hasta 81 hoteles.
“El crecimiento se dio por la belleza del lugar, y ese desarrollo hizo a un lado la atención y el desarrollo sustentable para proteger la isla”, reconoció Bacelis.
Carlos Álvarez Flores, dirigente de la asociación civil Comunicación y Ambiente, alertó que el desarrollo tendrá consecuencias graves para el ecosistema, pues sólo para paseos con el tiburón ballena la delegación de la Semarnat otorga hasta 500 permisos por temporada.
Aseguró que en dos años habrá 10 mil habitantes en la ínsula. “En 2008 se recolectaba poco más de una tonelada diaria, y dos en vacaciones. En 2015 eran seis toneladas diarias en temporada baja, y 12 en la alta”, detalló Álvarez Flores. En el basurero de Holbox se quema la basura cuando la lluvia lo permite.
Afectará la llegada de tortugas, advierten
Cancún, QR. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) estudia permitir la construcción de hoteles alrededor de la isla de Holbox. “Sí, en la zona marina”, declaró el comisionado Alejandro del Mazo Maza, “para no impactar la costa”. Serían similares a los palafitos o búngalos, explicó.
Del Mazo dijo que es una opción para no afectar las dunas costeras de Isla Grande. “Es una propuesta. La estamos consensuando con expertos y otros actores de Quintana Roo para que tenga el menor impacto posible”, detalló.
Sobre el riesgo que implicaría la construcción de hoteles en una zona marina adonde cada año arriba el tiburón ballena y habitan delfines y distintas especies de aves y peces (además de que la ínsula está incluida en el Informe de riesgos del cambio climático de la Organización de Naciones Unidas como zona de muy alto riesgo), Del Mazo respondió que el desarrollo de Holbox podría ser de palafitos (viviendas construidas con pilares o estacas sobre cuerpos de aguas tranquilas), como se hace en Tailandia, Taipéi y Birmania, entre otros destinos asiáticos, o en Argentina, Colombia, Chile y Perú, e incluso en Belice.
Del Mazo Maza dijo que se incluirá el uso de energías limpias, manejo sustentable de residuos y otras medidas. Asimismo aseguró que la densidad habitacional será “muy baja”, de apenas 0.17 cuartos por hectárea.
A finales de junio la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó a la empresa Hoteles by Karisma desarrollar el proyecto Suites Palafitos Kantenah en el municipio de Solidaridad (67 kilómetros al sur de Cancún).
Fue el tercer proyecto de este tipo en Quintana Roo. Los otros han sido para la marca Secrets Hotels and Resorts, en el complejo Maroma Secrets, en Solidaridad, y un hotel boutique en la Isla de la Pasión, en el municipio de Cozumel.
Carlos Martínez Correa, presidente de la organización Yo Defiendo a Holbox, consideró que construir palafitos en el mar en vez de hacerlo sobre la línea costera de Yum Balam dañará los ecosistemas. “Es lo mismo que construir en la costa porque el mar es paso de marea, de tortugas atravesando para llegar a la playa”.
Acusó que las autoridades sólo se han reunido con ejidatarios “a modo” en una asamblea ilegal que dividió la isla para dar paso a desarrollos polémicos como La Ensenada, no con la comunidad ni la sociedad civil.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental advirtió que el proyecto viola el Programa de Ordenamiento Ecológico Marino y Regional del Golfo y Mar Caribe: afectaría el arribo de quelonios.
No obstante, la Dgira determinó que el proyecto es viable “ambiental y jurídicamente” y no autorizó la reunión pública de información.
Con información de La Jornada http://www.jornada.unam.mx/2016/08/17/estados/027n1est