Nanchital, Ver.- Un total de 36 familias de escasos recursos que viven en el ejido Lázaro Cárdenas, que pertenece al municipio de Nanchital, denunciaron públicamente que la operación del quemador del complejo Braskem-Idesa ha causado daños en sus viviendas así como a la salud.

Los afectados explicaron que la flama que se alza en la parte más alta de la planta recién inaugurada provoca vibraciones por varias horas durante las noches, lo que ha deteriorado su patrimonio, cuya antigüedad tiene entre uno y cuatro años.

Aunado a lo anterior, confirmaron que han sufrido problemas en los oídos y las vías respiratorias debido al intenso ruido y la contaminación que produce el complejo en el que se elabora polietileno.

"De enero para acá empezaron poco a poco más afectaciones y día a día van a avanzando y es a causa de Etileno XXI porque está vibrando demasiado, se siente demasiado, las láminas se mueven, cuando el quemador está trabajando demasiado se mueve bastante", expresó la señora Josefina Ramos Plan.

Sin embargo, comentó que Braskem-Idesa ha atribuido las afectaciones a los sismos que se han registrado en los últimos meses así como a los efectos al cambio climático.

El consorcio ofreció a las familias incorporarlas a un programa para resarcir los daños previa firma de una hoja ante un notario, pero las familias acusaron que se trata de remedios caseros.

"Yo estoy inconforme de nada más nos estén parchando, ellos me han venido a ver dos veces y quieren que yo firme. No dicen su nombre y se aferran a eso y que es por los sismos, que llueve, el sol y que por eso se parte la casa", manifestó Carolina Martínez Díaz.

En entrevista, consideró que Braskem- Idesa pretende aprovecharse de la ignorancia de las familias, pues incluso las autoridades de Protección Civil advirtieron que las viviendas serán pérdida total en poco tiempo.

Las familias del ejido Lázaro Cárdenas señalaron que el ruido del quemador es insoportable durante las noches y ha perjudicado su salud.

"Los niños si los mandan a revisión a un médico les juro que están afectados de los oídos", agregó otra persona.

Los pobladores exigieron a Braskem-Idesa les pague la reconstrucción de sus casas, ya que sólo les han ofrecido remedios caseros y pintura con cal para solucionar el problema.

Avc