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Javier Duarte, cinco años de gobierno en sus propias palabras

Las frases que ha utilizado para hablar de violencia, agresiones a periodistas, y desaparecidos, son reflejo de su inexperiencia.

Xalapa, Ver. Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, se ha distinguido por ser un político que  desprecia a la sociedad que gobierna, y al que sólo interesa el poder para fines aviesos.

Las frases que ha dicho para referirse a la violencia que impera en la entidad, las agresiones a periodistas, y las madres que claman por sus hijos desaparecidos, son muestra inequívoca de ello.

Tres académicos  de la Universidad Veracruzana, consultados por E-Consulta Veracruz, coincidieron en que el discurso político refleja a un actor político inexperto y con pocas intenciones de comprender las inconformidades de los ciudadanos que gobierna.

Aquí, un recuento de sus frases más polémicas, y la opinión de tres investigadores sobre lo que podrían estar indicando.

1.- “Este hecho confirma esta triste realidad, los que eligen mal terminan mal, al final el crimen paga mal; los criminales irremediablemente tienen siempre un final trágico, o van a la prisión o pagan con su vida”, dijo Duarte de Ochoa el septiembre de 2011, luego que 35 cuerpos fueran dejados en plena vía pública en el monumento al Volador, en Boca del Río, sin tener avances en las investigaciones acerca de las identidades de dichas personas.

“Nos habla de una clase política a la que no le interesan los ciudadanos, y que está ahí porque fue sentada y tuvo los votos pero no le interesa. Una clase política tan separada, tan distante de la ciudadanía”, sostuvo el sociólogo Manuel Reyna Muñoz.

Contrario a los gobernantes en el siglo XX que tomaban el tranvía para que saber lo que costaba, que caminaban el domingo por la alameda para saber lo que cuesta un elote, Javier Duarte parece ser todo lo contrario.

El académico consideró que su intención es la de quedar bien solo de manera mediática con “una sonrisa permanente. Una sonrisa permanente que no dice nada”. Y es preocupante, porque la política debería de ser una actividad que enaltece al hombre y no para degradarlo”.

Manuel Reyna no lo duda: “Hay un menosprecio a todo, como si no le interesara, como si no se debiera a los veracruzanos”.

“Es un mal momento para el gobierno, para el estado y los que vivimos aquí. Da vergüenza, pena ajena”.

2.- “Antes se hablaba de balaceras, antes se hablaba de asesinatos, antes se hablaba de participación de la delincuencia organizada en nuestras instituciones y hoy hablamos de robos a negocios, a que se robaron un Frutsi y unos Pingüinos en un Oxxo”, dijo en octubre de 2014, para asegurar que la seguridad había mejorado de forma significativa en la entidad.

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Veracruz ocupa el tercer lugar en el ranking de los estados con más secuestros. 

Para Víctor Andrade Guevara, también sociólogo de la máxima casa de estudios, Duarte de Ochoa es un improvisado:

“No estaba preparado para ejercer una responsabilidad como la que implica gobernar un estado. No tiene la estatura de un gobernante a la altura de los retos que requiere una posición de ese nivel. Hablamos de alguien que no tuvo la posibilidad de madurar políticamente. Llegó a su cargo de manera improvisada”.

Andrade Guevara destacó que Duarte de Ochoa está lejos de ser un político maduro, carece de trayectoria a partir del contacto con la gente, no dio resultados y nunca tuvo noción de todas las responsabilidades que aún tiene. De haberlo hecho, actuaría de otra manera.

Un político, según Max Weber, debe cumplir tres requisitos: pasión, mesura y sentido de la responsabilidad. “No las encontramos en nuestro gobernador. Sobre todo, no encontramos la mesura ni el sentido de la responsabilidad”.

Aseguró que Duarte de Ochoa es un político acorde al nivel que ha adoptado la política en el país y el estado:

“Hemos vivido un proceso de descomposición política, de reducción de la calidad de la política. Se ha reducido a ser un asunto de dinero; funciona con base en el dinero y no con otros medios propios como la autoridad moral que se debe ganar entre la población”.

Y sentencia que en ese bajo nivel de política, el gobernador de Veracruz encaja a la perfección: “cualquiera puede ser funcionario siempre y cuando tenga dinero, tenga pocos escrúpulos para desenvolverse con campañas mediáticas”.

Andrade Guevara lo dice con todas sus palabras: Javier Duarte es ejemplo de que hay una crisis de la clase política de Veracruz.

3.- “Se lo digo a ustedes, por su familia, pero también por la mía, porque si algo les pasa a ustedes a mí me crucifican todos. Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos, dicen que en Veracruz sólo no se sabe lo que todavía no se nos ocurre.

“Todos sabemos quiénes, de alguna u otra manera, tienen vinculación con estos grupos… todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa… ¡Pórtense bien, por favor!, se los suplico. Vienen tiempos difíciles”, advirtió Duarte de Ochoa, en una comida con reporteros el 30 de junio pasado.

Alberto Olvera Rivera, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIHS-UV),  dijo que su forma de expresarse habla de un divorcio entre la clase gobernante y la sociedad.

Es reflejo de un gobernador ausente y que incluso se siente incomprendido por los ciudadanos que gobierna, cuando él es quien debería comprender el hartazgo de sus gobernados.

“Existe una incomprensión de los malestares de la ciudadanía y una visión desde el poder sobre los problemas sociales. Ve la información desde el ángulo de sus subordinados, información selectiva, leída desde el propio gobierno”, señalo.

Aseguró que más allá de ver a un gobernador harto de las cosas, ve a uno que aun con todos los problemas del estado, goza mucho del poder.

De cara al último año de la administración de Duarte de Ochoa, Alberto Olvera percibe que las crisis fiscal, económica, de gobernabilidad, de seguridad y la sensación de desesperación de la mayor parte de la población no se van a resolver y será la característica hacia la recta final del sexenio: la ausencia de estado.

“Es una situación muy seria. Las instituciones no funcionan y no hay una comprensión de la clase política sobre la gravedad de la situación así que este divorcio no puede más que amplificarse si no se reacciona”.

Las reacciones del gobernador le han valido en distintas ocasiones severas críticas periodísticas así como en redes sociales. Aquí un recuento de otros de los dichos más polémicos del mandatario, y que forman  parte de su tempestuosa administración:

4.- Tras darse a conocer unos videos donde se observa a ex funcionarios del gobierno veracruzano planeando la utilización de programas federales con fines electorales, Javier Duarte desestimó la solicitud de juicio político emprendida por la oposición.

“No deberían mezclar la gimnasia con la magnesia’’, declaraba en abril de 2013.

5.- El 7 de julio de 2014, durante un desayuno con líderes empresariales, el gobernador de Veracruz admitió la situación por la que atravesaba el estado en relación a los índices de inseguridad y economía.

 “Me ha tocado bailar con la más fea”, dijo al referirse a la complejidad y dificultades que enfrentaba, y arrastraba, su gobierno y admitió no estar preparado “para este complejo escenario”.

6.- También en el mes de octubre de ese año, el cordobés recriminó a los medios de comunicación su insistencia en el tema de la seguridad, y dijo que “insisten en decir que estamos de la patada; muchas veces por querer ganar una nota estridente o generar una nota que se pueda vender, estamos hablando mal de nosotros mismos”.

7.- El 21 de septiembre de 2015, Duarte de Ochoa llamó “perro chihuahueño” al diputado federal del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, tras las críticas efectuadas por el segundo ya que presuntamente se estarían comprometiendo las participaciones federales para pagar a Odebrecht.

“Esta especie canina, a lo largo de su evolución ha ido compensando su deficiencia a través de una forma de poder sobrevivir que es ladrando de una manera estrepitosa y escandalosa. No importa cómo se diga. No importa si se tiene fundamento o no. Lo importante es hacer escándalo, lo importante es generar polémica”, dijo.

8.- Durante un evento de la CNC en Veracruz, el 27 de septiembre el gobernador regaló al senador Héctor Yunes Landa una caña de pescar “para que pesque a esos peces gordos que busca (…) le pido que con la misma vara que mide a nuestros correligionarios mida también a los de enfrente que son peores todavía y que sin importar que sean familia también esté presente de las corrupciones evidentes que existen de aquel lado”.

Esto luego que Yunes Landa declarara que una vez llegando a la gubernatura iría tras “los peces gordos” que han desfalcado al estado.

9.- “No soy mago” para aparecer dinero, dijo Duarte de Ochoa el 29 de septiembre, a los logros alcanzados en casi cinco años de su administración, así como su iniciativa de incrementar el Impuesto a la Nómina, aunque a “nadie le guste pagar impuestos, pero sí reclamar obras”.

10.- Para el 9 de octubre de este año Javier Duarte de Ochoa, declaró previo a un encuentro con alcalde de todo el país que el aumento en un punto porcentual al impuesto sobre la nómina, es mucho menos “de lo que cuestan unos chicles”.

Y agregó que es un gravamen que impactará solo a los ricos, que “en su inmensa mayoría no son  veracruzanos”. Por si fuera poco dijo que a los empresarios que se han manifestado por buscar acciones legales contra el incremento, “les va a costar cinco pesos diarios”.