Por Sandra Rodríguez y David Martínez | Sin Embargo

Ciudad de México.– Minutos antes de las dos de la tarde del pasado viernes 31 de julio, el fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, de 31 años, inició una conversación de WhatsApp con un amigo que se prolongó hasta las 14:13 horas de ese día.

–Qué pedo. qué hiciste ayer –pregunta el amigo a las 13:45.

–Qué transa salí con un compa y una amiga –respondió Rubén a las 13:58. “Me quedé en su casa y apenas voy para la mía”, agregó un minuto después.

–jajaja qué borracho. Y en dónde –le dice el interlocutor.

–Leve pero sí nos desvelamos

–Por qué no invitaste.

–En su cantón, salió de la nada. Queríamos sólo comer –responde Rubén a las 14:00.

Después de otros comentarios no relacionados con la ubicación de Espinosa, ambos empiezan después a hablar de los planes del día.

–Hoy tengo guardia con AVC (medio en Veracruz con el que también colaboraba). Voy a eso a mi casa –dice Rubén a las 14:11. “Mañana salgo temprano a Puebla. Voy a acompañar a mi chava a una consulta y ver a sus papás”, agrega un minuto después.

–Ah va. Pero vas con la chava. Chido –se le responde en tres envíos.

–Simón. Va a estar chido –le responde Rubén en dos textos.

Luego, a las 14:13, agrega: “Loco te escribo llegando a casa ya voy de salida a la calle”.

–Ok va. Con cuidado –dice el amigo.

–Ya no bebas jaja. Sí carnal igual –responde Rubén, aún a las 14:13.

Por la información y el tono de la conversación, el amigo entrevistado por SinEmbargo –y que pidió no ser citado– dice estar seguro de que quien le respondía los mensajes era Rubén Espinosa. Si se prueba que los asesinos que busca la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal son, efectivamente, los que registró la cámara de seguridad saliendo del edificio de Luz Saviñón 1909 a las 15:02, la conversación por celular indica que el crimen múltiple –un homicidio, cuatro femenicidios, severas golpizas y agresión sexual contra una de las víctimas mujeres- ocurrió en no más de 49 minutos. En ese lapso debió registrarse también “el saqueo” que dice haber encontrado la PGJDF.

De la conversación también se desprende que, si bien Rubén se desveló esa noche, no hubo una “fiesta”, como han difundido algunos medios.

En conferencia de prensa, el Procurador capitalino, Rodolfo Ríos, dijo ayer desconocer la existencia de tal conversación.

“No sé de dónde tengas esa información que él estuvo enviando mensajes a las 2:13. Te comento que en específico tenemos conocimiento de que una persona le envió a él un mensaje de Whatsapp aproximadamente a las dos de la tarde, mismo que no respondió y que la persona señaló que le preocupaba; sabía que se estaba quedando sin pila. Nosotros tenemos en ese sentido”, respondió Ríos.

UN DETENIDO

El Procurador informó ayer que el Ministerio público detuvo ya a una persona cuyas huellas dactilares se encontraron en la escena del crimen, y que tiene antecedentes penales –no especificó dónde- por delitos de robo y violación. Otro avance reportado fue la identificación –no difundida- de la ciudadana de nacionalidad colombiana que también fue encontrada asesinada.

Ríos declinó especificar si las cámaras de video captan también la llegada de los presuntos responsables. Y aún no está clara la forma en la que los atacantes irrumpieron en el departamento.

Datos obtenidos de manera extraoficial agregan que todo indica que Rubén fue el primero en ser asesinado; luego la antropóloga Nadia Vera Pérez, de 32 años y que estaba en la misma habitación. En el baño fue asesinada la empleada doméstica Olivia Alejandra Negrete Avilés, de 40 años y oriunda del Estado de México; luego la víctima de nacionalidad colombiana, de 29 y al parecer la más golpeada de todos, y al final Yesenia Quiroz Alfaro, de 18.

Con información de Sin Embargo. Consulta la nota completa en http://bit.ly/1JNOIa5