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Criminal indiferencia a la contaminación de afluentes

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En Carrillo Puerto en un año se detectan 30 casos de males renales en una comunidad. Tremenda corrupción en dependencias ambientales

Córdoba, Ver.- (AVC) La grave contaminación que se está tolerando en la cuenca del río Atoyac detona los males renales en las comunidades río abajo, como en Los Ameyales, municipio de Carrillo Puerto, donde del 2013 a la fecha se contabilizan 30 casos.

“Hay una tremenda corrupción entre instancias como Profepa, Semarnat, Conagua, Sedema y la Procuraduría Ambiental del estado, porque ante la evidente degradación del ambiente, no sólo en la cuenca del Atoyac sino también la del río Seco, que cruza Chocamán, Córdoba, Yanga, Cuitláhuac, entre otros, sólo se echan la bolita, nadie sanciona ni revisan”, expresó Isaul Rodríguez Merales, integrante de la Coordinadora de los Pueblos en Defensa del Río Atoyac.

Por su parte  Edmundo Reyes Jaime, otro de los integrantes, ejemplificó que en el rancho San Felipe, entre los límites de Córdoba y Amatlán, se instala una empresa cafetalera sin planta de tratamientos, por lo que habrá de agudizar la contaminación del río Seco, “al parecer la empresa es de la familia Lavín, por lo que aquí no se actuará. En Veracruz no pasa nada en materia ambiental, todo está bien”, argumentó.

Miembros de la Coordinadora de los Pueblos en Defensa del Río Atoyac, afirmaron que pese a la postura del gobierno estatal de “congelar” el asunto de Atoyac, a un año y cuatro meses de ser ignorados y olvidados, las comunidades siguen en alerta para impedir la exploración irracional del afluente, mientras que el caso ya está en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pues han tenido que recurrir a otras instancias internacionales.

“Somos ignorados por la autoridad, principalmente por el Gobierno del Estado, y luego para la Secretaría de Salud que no dice nada, para ella no pasa nada, así como en el caso de Tierra Blanca y Coatzacoalcos que los casos que salen de afectaciones en la salud pasan como si nada. Aquí se afecta a municipios como Yanga, Medellín, Boca del Río, toda la cuenca porque ahí se vierten los desechos industriales y no hay nadie que le ponga un hasta aquí, y yo creo que la contaminación va en aumento”, expuso Edmundo Reyes.

En rueda de prensa, Noé Coca, agente municipal de Ojo de Agua, señaló que cada día que pasa, los basureros, los rastros municipales e ingenios azucareros envenenan el aire y el agua del río Atoyac sin que el gobernador Javier Duarte de Ochoa ni el gobierno federal, se atrevan a detener la catastrófica destrucción de la cuenca de Atoyac, ni emprender la reparación de los daños ya hechos e incrementados con la amenaza del proyecto Bandera Blanca.

Asimismo, citaron como ejemplo el caso de Anaversa en Córdoba, el cual después de 23 años, muchas de las personas que habitaban en los alrededores ya han fallecido a causa del cáncer, pues la contaminación que provocó la explosión de la fábrica de pesticidas y fertilizantes ha cobrado una a una las vidas, “Para la Coordinadora de Pueblos en Defensa del Río Atoyac, la injusticia es permanente en el caso de Anaversa”.

Nuevamente el movimiento social se pronunció por la cancelación oficial y definitiva del proyecto Bandera Blanca, y una veda para la instalación de nuevas empresas industriales en las cuencas de los ríos Blanco, Seco, Atoyac y Jampa, hasta que  no se haya realizado un estudio independiente, serio y vinculante sobre las condiciones existentes en todos estos territorios.

Una vez más los miembros de la agrupación refrendaron el apoyo en defensa del río Atoyac, pues no es como el Gobierno dice que “son casos aislados” las enfermedades, o que sólo un grupo de personas no quiere el proyecto, ya que toda la población de más de cinco municipios tiene consecuencias por la contaminación del afluente, y si se permite la sobreexplotación del mismo  será peor la situación pues temen que prácticamente desaparezcan las comunidades de Carrillo Puerto y Cotaxtla.