En el municipio de Jilotepec se han registrado cerca de cinco casos de ‘bullying’; uno de ellos se ha dado con un menor de edad con síndrome de down. Las agresiones se están dando principalmente entre niños y niñas de nivel primaria y secundaria de dicho municipio. 

Ante tal situación padres de familia y docentes piden la intervención de las autoridades estatales para que las agresiones de los menores terminen y dejen de afectarlos psicológicamente.

Señalaron que al menor que sufre la discapacidad, se le golpea durante el recreo, además de que se le quitan sus alimentos. Esto en la primaria Carlos A. Carrillo.

"Hemos detectado casos de agresiones verbales, físicas en algunos de los casos. Es frecuente ya en todos los grados, ya desde primer año, toman cualquier pretexto para agredir". 

Y agregaron que "sí ha habido agresiones, en promedio unas dos o tres en lo que va del año. Hemos hablado con los papás porque a veces por la misma intimidación que sienten los niños so se acercan a nosotros sino son los padres de familia los que nos buscan.

Platicamos con los padres de familia porque no tenemos permitido expulsar a los niños, pero sí buscamos soluciones con los padres de familia, incluso hemos canalizado a los niños con especialistas mediante el municipio, que es lo que está dentro de nuestras atribuciones", dijo Lizbeth Medino Montiel. 

Otro caso es el que ocurre en la primaria Josefa Ortiz de Domínguez, en donde un alumno ha sido molestado prácticamente desde que ingresó a primer grado debido a su miopía, que lo obliga a usar lentes desde entonces,  lo que le ha valido las burlas de sus compañeros de otros grados.

Al respecto, la madre del menor, Erika Mejía, comentó que si bien el acoso escolar ha disminuido gracias a la intervención de las autoridades escolares, en un principio le causó ansiedad, ya que en alguna ocasión varios compañeros le arrebataron los lentes y entre todos los destrozaron.

"Sí nos ha tocado porque se pelean y se dicen apodos. A mi hijo lo molestan, le dicen cuatro ojos, de más chico le gustaban los dinosaurios y le decían en la escuela el niño dinosaurio. Al principio le afectó muchísimo, yo les digo que no les haga caso, pero es peligroso. Le digo que me cuente porque hay veces que no me entero, en una ocasión le rompieron sus lentes y no me enteré ya hasta después", lamentó.