• Sociedad

“El género no está entre las piernas, sino entre las orejas”: Silvia Susana

Dentro de la población femenina, las mujeres transexuales y lesbianas son las más discriminadas

“El género no está entre las piernas, sino entre las orejas”, afirma Silvia Susana Jácome, sexologa, mujer transexual desde el año 2008, y quien ha sido una reconocida representante de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales) en Xalapa y el Estado.

Entrevistada en el contexto del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, dijo que el concepto de ‘mujer’ es muy amplio, aunque en la sociedad actual está limitado a referirse hacia quienes cumplen con las características biológicas de una,  aquellas que son transexuales  también forman parte de ese término.

Un transexual nace, no se hace

"El sexo es biológico, el género es una construcción social-cultural que ha ido variando a lo largo de la historia y de las culturas. El concepto género es lo que nos identifica como hombres y mujeres y cada cultura va definiendo las características de hombres y de mujeres, pero son variables”, explicó en entrevista.

Silvia Susana argumenta que investigaciones cientificas han comprobado que una persona transexual se forma desde el embrión, a pesar de que comúnmente se dice que la formación recibida en casa es un factor que define la sexualidad del ser humano.

“Yo soy mujer, no porque tenga un cuerpo determinado, sino porque en mi cerebro tengo la convicción de serlo. No es que me haya aparecido, de pronto, como una iluminación, sino porque al interactuar con la gente, me doy cuenta que encajo en el género femenino y al vivir ahí me doy cuenta que mi vida es mucho mejor”.

Silvia Susana explicó que, de acuerdo a estudios científicos, el cerebro de las mujeres transexuales es más parecido al de una mujer que al de un hombre, y esto se debe a que durante la gestión del embrión, existe un baño hormonal al cuerpo que masculiniza a los machos y un baño hormonal al cerebro que masculiniza a los hombres.

Sin embargo, cuando ese baño hormonal al cerebro no sucede, “nos quedamos con un cerebro femenino” o en el caso de los hombres transexuales es al revés; no se masculiniza el cuerpo, es decir, se queda el cuerpo de una hembra, pero el baño hormonal sí llega al cerebro y entonces esa persona es un hombre transexual.

“Hay quienes a pesar de nacer con una genitalidad determinada, tenemos un género diferente al asignado de acuerdo al sexo biológico. Esta idea de que el género tiene que ver con el sexo, es muy limitada y está demostrado científicamente que, aunque eso ocurre en la mayoría de los casos, no ocurre en todos”.

 

Mujeres transexuales, las más discriminadas de todas

Silvia señala que si bien  las mujeres, en general, aún viven en condiciones de desigualdad ante los hombres; dentro de la población femenina, las mujeres transexuales y lesbianas son las más discriminadas, al igual que las indígenas, discapacitadas y afrodescendientes.

Esto ha hecho que se sumen a los grupos feministas que luchan por la igualdad de género, sin embargo, a pesar de que comparten el mismo objetivo, la representante de la comunidad LGBT asegura que ellas tienen sus propias demandas.

“Vivimos las mismas circunstancias, las mismas injusticias, las mismas carencias de oportunidades que las mujeres. El ser mujer transexual o el ser mujer lesbiana no nos hace diferente al resto de las mujeres. Nos da ciertas características como a las indígenas, discapacitadas o afrodescendientes, pero seguimos viviendo las mismas necesidades que el resto de las mujeres”.

La sexóloga señala que uno de los argumentos por los cuales son más discriminadas que las mujeres, es porque fueron educadas como varones, sin embargo, ella responde que en algún momento de su vida, decidieron renunciar a los privilegios de los que goza un hombre para asumir las injusticias que se cometen en contra de una mujer.

“Aunque hayamos sido educadas como hombres, en algún momento renunciamos a esos privilegios. Eso no nos hace tener más meritos porque no renunciamos en un acto de justicia, lo hacemos porque nuestra propia esencia nos llama a vivir como mujeres, y si eso implica renunciar a esos privilegios, lo hacemos porque ganamos autenticidad, ganamos identidad, ganamos congruencia”, explica.

No hay nada qué celebrar el 8 de marzo

Por último, Silvia Jácome explica que en el ‘Día Internacional de la Mujer’, no es un día para festejar, sino para recordar e insistir en los derechos de las mujeres. A través de los años, las mujeres transexuales se han sumado a las actividades que llevan a cabo diversos grupos feministas.

“Festejaremos el día que todas las mujeres tengamos los mismos derechos y el mismo acceso a los cargos públicos, a cargos de representación popular. Cuando tengamos los mismos derechos que los hombres podremos festejar, mientras tanto, no”, aseveró.

A pesar de que existen pocas mujeres transexuales que viven en la Capital, reconoció, son muy participativas en la lucha por la igualdad de género, y en fechas como el 8 de marzo, se integran con el Colectivo de Investigación, Desarrollo y Educación entre Mujeres (CIDEM).

Silvia Susana Jácome, además de ser una activista defensora de los derechos de las mujeres, actualmente se desempeña como Sexóloga Educativa, realizando conferencias en distintos puntos del Estado y también es Directora Editorial de la revista ‘Semblanza’.