ORIZABA, VER.- La postura del Estado mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el caso Ernestina Ascencio al mantener "la verdad histórica" evidencia no sólo desprecio por la anciana indígena, sino desdén hacia su familia y comunidad, consideró Lizett Hernández Cruz, coordinadora de Kalli Luz Marina.

Indicó que las asociaciones CESEM, Abogadas y Abogados para la Justicia y Derechos Humanos (AJDH), Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (Conami) consideran que la audiencia celebrada el pasado viernes sobre ese caso era "una oportunidad para que el Estado Mexicano diera un paso firme hacia la verdad y justicia negadas durante los 13 años transcurridos desde que ocurrieron los hechos, pero no lo hizo".

Estas organizaciones se han sumado para expresar su rechazo a la actuación del Estado para esclarecer los hechos que envolvieron la muerte de Ernestina, pues durante la audiencia se insistió en que se debió a causas naturales por una anemia y no derivada de violencia sexual.

"El Estado afirmó que, si bien existieron irregularidades en la investigación, las mismas no constituyeron violaciones a derechos humanos de la señora Ernestina ni de sus familiares. Además, las mismas fueron solventadas mediante la interposición de las sanciones al personal pericial que intervino en las primeras diligencias".

No obstante, durante la audiencia la CIDH planteó algunos cuestionamientos que la representación del Estado no pudo responder, como el referente a las facultades de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para hacer investigación penal, en específico sobre su poder para cambiar información pericial y hacer revisiones a las evidencias científicas, así como la etapa en que se encontraba la investigación cuando el presidente de la República declaró sobre las causas de la muerte de la mujer, las condiciones de atención para la salud de las mujeres indígenas y la reserva de la información en este caso.

"Las organizaciones mencionadas expresamos nuestro rechazo a la postura del Estado, que insiste en una verdad histórica fabricada para garantizar la impunidad en el caso", expresó.

Igualmente, abundó, esperan el informe de la CIDH y las recomendaciones que se emitan para garantizar el derecho a la verdad y el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres y pueblos indígenas.

Ernestina Ascencio Rosario salió a pastorear ovejas el 25 de febrero de 2007 y al no regresar y buscarla sus familiares, la encontraron herida de gravedad y se perdió tiempo valioso al buscar atención médica, por lo que 10 horas después de los hechos fue ingresada al Hospital Regional de Río Blanco, en donde falleció la madrugada del 26 de febrero debido a las múltiples lesiones que presentaba con desgarros en regiones vaginal y anal.

Antes de morir, la mujer de 73 años señaló a sus atacantes como "los hombres de verde".