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Crimen de española siembran temor en comunidad extranjera
La muerte de María Villar Galaz, sobrina del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, pone nuevamente en el foco internacional la violencia imparable en el país, y es que todo el mundo voltea a ver cómo es la inseguridad que la comunidad española en México vive diariamente, poniendo en evidencia el terror de muchas otras comunidades del mundo en el país.
Cifras oficiales indican que en los últimos siete meses se han producido más de 600 secuestros en México, al menos teniendo en cuenta el porcentaje de denuncias por secuestro que tienen las autoridades.
Sin embargo, de acuerdo con la cifra negra de plagios en México, hasta la primera mitad del año podrían haberse registrado al menos 6,000 secuestros, que suponían 33 secuestros diarios en el país, y que paradójicamente marcaba un descenso en el número de secuestros respecto al año pasado.
La organización “Alto al Secuestro” que preside Isabel Miranda de Wallace ha dado datos en los que se revela que México es uno de los diez lugares donde más secuestros hay, tan sólo en agosto se pudo contabilizar 151, lo que provoca que el país tenga mala imagen al exterior, y que contrasta con el número de turistas, que se calcula esté en 11 millones de visitantes al año, quedando México en el número 10 de los países más visitados en el mundo.
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Sin embargo, el caso de los españoles que viven la violencia del país no es un caso aislado, pues se puede recordar el caso de las de seis chicas españolas en Acapulco en febrero de 2013. El suceso, sin precedentes en el puerto -considerado uno de los sitios más violentos del país por la acción del narcotráfico- se produjo con especial brutalidad. Cinco hombres armados, con el rostro cubierto, amordazaron a los jóvenes que las acompañaban en otra habitación de la casa frente a la playa que habían alquilado y abusaron de las españolas durante varias horas.
Incluso el Rey de España habló con el presidente Peña Nieto para pedirle colaboración en el esclarecimiento. Finalmente, el suceso se resolvió con la detención de decenas de pobladores y ni siquiera hay constancia de que los encarcelados sean los verdaderos culpables. La guinda del macabro pastel la puso el alcalde de la ciudad de Acapulco cuando dijo que este tipo de hechos “sucede en cualquier parte del mundo”.
Meses después, en octubre, impactó el secuestro ‘virtual’ del grupo de música Delorean, que dejó el país prometiendo que nunca volvería.
La banda, que habían viajado a la Ciudad de México para participar en el festival de música electrónica Mutek, fue secuestrada vía telefónica por una banda que se hizo pasar por policías mexicanos. Mientras tanto, uno de los criminales llamó a la familia de los músicos para exigir el pago de un rescate de 300.000 euros.
Esto, entre muchos otros casos que no son denunciados por diversas razones, pero que al final se llevan a cabo.
Con información de El País