Este domingo iniciaron las campañas de los candidatos y la candidata al gobierno de Veracruz, y más allá de las propuestas, que en muchos casos son sólo gancho mercadotécnico, en los próximos dos meses los tres aspirantes a la gubernatura tendrán oportunidad de posicionarse y atraer simpatías en el electorado; finalmente, la percepción que logren cada uno de ellos, al final será la que determine el voto de los veracruzanos que aún no deciden por quien votar, cuyo porcentaje es muy importante.

El abanderado de la coalición opositora “José Francisco Yunes, “Pepe” Yunes, literalmente madrugó y desde el primer minuto del domingo en Boca del Río inició su campaña con una acto masivo, y más tarde ofreció una rueda de prensa para dar a conocer diez propuestas, entre las que destacan recuperar la paz, acabar con las extorsiones y el cobro de piso; servicios de salud eficientes, relanzar el desarrollo y progreso del estado, y obras para garantizar el abasto de agua a los ciudadanos de la entidad.

La aspirante de MORENA-PT-PVEM-FM al mismo cargo, Norma Rocío Nahle García, por la mañana ofreció una conferencia de prensa en un restaurante, lugar de donde fue corrida por los gritos de ¡fuera! ¡fuera! ¡fuera! de los comensales, en el peor inicio de una campaña política, y donde rechazó hablar de los señalamientos de corrupción por el descubrimiento de varias mansiones adquiridas por su familia durante su cargo como secretaria de Energía, que no declaró como lo obliga la ley, y por la tarde organizó un evento político masivo en la macro Plaza del Malecón, y solo Hipólito Deschamps Espino, candidato de Movimiento Ciudadano, comenzó su proselitismo caminando en Pánuco.

¿Qué se espera en los próximos días de ellos? Habrá que integrar una memoria y observar su desempeño, su manejo, aceptación o rechazo de los ciudadanos, para saber quién de los tres obtendrá mejores resultados en la franja de los indecisos, pues se da por hecho que la mayoría de los ciudadanos ya sabe cuál será su opción el 2 de junio.

Habrá mediciones que buscarán crear la percepción de que determinado candidato o candidata va arriba en las encuestas. Son un engaño. No debe confiarse en la mayoría de ellas, generalmente no reflejan la realidad; en muchos casos los entrevistados no responden con la verdad y, en otros, simplemente no responden, y aún así las dan a conocer, siempre y cuando resulten “favorables” para quienes las ordenan y pagan por realizarlas.

Las encuestas reales existen, están en poder de los propios candidatos y la candidata, pero no se dan a conocer. Ellos y ella saben como van, y generalmente se refleja en los equipos, en su tranquilidad, unidad y hasta alegría, son un indicador de que van bien; en cambio, cuando se filtra información de mala relación entre ellos, golpeteos, arranques de ira, son avisos de que no están funcionando bien las cosas. ¿A quien de los candidatos y la candidata se percibe con entusiasmo? No es difícil observarlo, y mientras avancen los días y se acerque la hora de la elección, el nerviosismo irá en aumento, como consecuencia de las presiones mediáticas, probablemente con nuevos señalamientos que sirven a la sociedad para darse cuenta de quién es quién entre ellos y ella, y no volver a cometer los errores que han costado al país y a Veracruz tragedias como las que se viven a diario, no solamente en seguridad y violencia, sino en cuestiones tan sensibles como es la atención médica o la creación de nuevos empleos.
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