Leímos en estos días las interesantes revelaciones del especialista en temas políticos, Mario Maldonado, de los informes en poder de los Centros de Análisis de MORENA sobre las candidaturas que lanzó dicho partido en los nueve estados del país que renovarán su poder Ejecutivo en las elecciones del próximo 2 de junio: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Yucatán, Ciudad de México y Veracruz, especialmente en este último. 

Esos análisis concluyen que los próximos comicios no responderán a los parámetros de la lógica, es decir, no hay nada seguro para ningún partido ni candidato(a), por más que se difundan encuestas --o supuestas encuestas-- que muestran ventajas poco creíbles, aunque hay mediciones muy precisas que no se dan a conocer, precisamente porque muestran la realidad. 

Ya se vio a fines de años el caso de MORENA, cuando la ex secretaria de Energía, Rocío Nahle, se sometió a una encuesta para obtener la postulación al gobierno de Veracruz, y aunque se daba por hecho que ganaría fácilmente porque así lo indicaban todas las sondeos previos, y porque, además, estuvo abiertamente apoyada por la movilización de estructuras oficiales, no ganó esa consulta interna, perdió frente a Manuel Huerta, ex delegado de Bienestar, pero por un asunto de género que ya había decidido MORENA, se le entregó esa nominación. 

En el revelador análisis que hizo el columnista político, MORENA habría concluido que ella, la señora Nahle, no fue la mejor carta para competir, no sólo por su oriundez, es de Zacatecas, sino porque ha mostrado un enorme desconocimiento de información básica de lo que es el estado de Veracruz, al grado de no saber ni siquiera cuántos municipios tiene la entidad, o moverse con insultante alarde de lujo con un aparatoso y costoso convoy --suburban blindadas y camionetas nuevas-- para visitar municipios pobres de la entidad. Además, la señora Nahle carga con el peso de un gobierno mal calificado en Veracruz. Ni cómo ayudarse o ayudarla.

Eso habría prendido los focos rojos en ese partido, porque advierten la posibilidad real de una derrota, y perder Veracruz, estado clave por ser el cuarto padrón electoral más importante del país, después del Estado de México, Ciudad de México y Jalisco, pegaría directamente en la línea de flotación del barco morenista en su intento por repetir en la presidencia de la república con Claudia Sheinbaum, quien por el momento estaría mejor posicionada que Xóchitl Gálves, según las encuestas de referencia, por lo que habrá que esperar lo que diga la ciudadanía.

A estas alturas, la mayoría de los ciudadanos ya decidieron por quien votar, sobre todo los fieles a partidos y candidatos, además de los ciudadanos informados, pero hay una enorme franja que aún se encuentra indecisa, calculada entre el 19.5 % y el 26.3 %, según la casa Massive Caller, es decir, ese gran porcentaje podría dar un triunfo avasallador a cualquiera de los candidatos y candidatas.

Frente a Nahle hay un candidato opositor equilibrado, respetuoso, decente, sin señalamientos de corrupción, José Yunes Zorrila, nacido en Perote, y con esa condición y el rechazo popular a quien no nació en el estado, utiliza el slogan de ser “veracruzano de verdad”, en referencia a la precandidata morenista, y quien a casi un mes de recorrer entidad para reunirse con militantes y simpatizantes de la coalición que encabeza, ha logrado sumar a su proyecto.

Hay quienes se atreven a sugerir que MORENA podría hacer una sustitución en la candidatura, lo cual sería un error mayor, causaría división interna, y, para efectos prácticos, tampoco tendrían tiempo de posicionar a otra mujer para reemplazarla. No, lo más sensato para ellos es mantener a la señora Nahle, aunque tendrían que buscar revertir todos los negativos con los que carga la ex secretaria de Energía.
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