Los tres más importantes aspirantes a la candidatura de MORENA al gobierno de Veracruz, Rocío Nahle García, Eric Cisneros Burgos y Manuel Huerta Ladrón de Guevara, más los dos primeros, andan desatados, sin respeto a la ley electoral, recorriendo la entidad, y, al mismo tiempo, dándose hasta con la cubeta; parecerían, más que compañeros, irreconciliables enemigos.

Otro que había figurado en el escenario, Sergio Gutiérrez Luna, de plano se apagó, y una más, Citlalli Navarro del Rosario, tiene una presencia intermitente en este proceso de elección interna. Claudia Tello Espinosa y Zenyazen Escobar García, parecen resignados a lo que se les ha atribuido desde el inicio del proceso electivo, que son parte del show, cuidan de no levantar olas y están más dedicados al acompañamiento de la ex secretaria de Energía, a quien ni el respaldo presidencial le ha servido para quitarse la etiqueta de su origen zacatecano, a pesar de vestirse con el traje típico o decir que es más jarocha que la bamba. No tiene aceptación.

Esa carga, su fracaso en la refinería de Dos Bocas que sigue sin refinar y la evidente división interna, son tres obstáculos en su camino hacia la elección de 2024, que difícilmente podrá sortear. Entre ellos, el más hostil, sobre todo con Nahle, es el exsecretario de Gobierno, Eric Cisneros, a quien paradójicamente ella recomendó para ese cargo, recordándole con frecuencia que no es veracruzana, para machacar que Veracruz debe ser gobernado por alguien que haya nacido en esta tierra, aunque, desde luego, sepa también que él tampoco es la mejor opción, por su larga ausencia del estado en años previos y su cuestionado desempeño como responsable de la política interna.

Tampoco se ha quedado atrás el ex delegado de los programas de Bienestar, Manuel Huerta, quien se asume con mayores merecimientos para continuar el proyecto de la 4T en Veracruz y ha criticado severamente la ineficiencia del actual gobierno, a quien ha ofrecido investigar si se convierte en Gobernador.

Esos actos hablan de un duro enfrentamiento entre los distintos grupos políticos, irreconciliables e imparables, que podrían ser decisivos en el resultado electoral; y, por esa misma causa, los tres actores, operan en el caos y en la ilegalidad. Nahle, en actos proselitistas abiertos, prohibidos, tratándose de una elección interna.

El que más incurre en violaciones a la ley es Cisneros, a quien se le ha observado en videos rompiendo con violencia lonas promocionales de la ex secretaria de Energía, reparto de volantes publicitarios con personas allegadas a su grupo o contratadas para ese trabajo, promoviéndose con perifoneo en diversas zonas del estado y, de lo que también se le ha señalado, colocando más publicidad, lonas con su imagen, en casas a través de empleados de dependencias de la SEGOB, bajo amenaza de despido si no cumplen con sus instrucciones.

Huerta, como ha sido en los últimos cinco años, recorre cada rincón del estado donde lo conocen bien como ex delegado de los programas de Bienestar, donde sabe que va a contar con el respaldo de la gente que recibe beneficios de becas, pensiones y apoyos diversos del gobierno federal. Ese es su poder. ¿Qué va a pasar? Después de que se den a conocer los resultados de las encuestas, en las que seguramente sólo Rocío Nahle confía, se sabrá la suerte que le espera a MORENA en 2024. Cuestión de tiempo.