El Rey del Cash y sus discípulos de Veracruz

  • Jazz Bustamante

Eran finales del año 2012, yo participaba en varios eventos de derechos humanos en universidades, municipios que me invitaban y organizaciones civiles. En una ocasión estaban por protagonizar la marcha del orgullo LGBTQ+ en el puerto de Veracruz y me acerqué al lugar donde estaban citando previamente para crear un comité organizador, ya que quien la organizaba anteriormente estaba enfermo.

Así llegué a una enorme casa antigua colonial en el centro histórico del puerto de Veracruz que en las noches era un bar gay, en las próximas reuniones nos citaron en el hotel colonial donde hay un Samborns, conocí ahí a varias personas del activismo, y algunos en la política en aquel momento un movimiento nombrado regeneración nacional.

Quién más destacaba y que llevaba un grupo de jovencitos, entre ellos menores de edad, que se decía a voces eran algunos sus amantes, fue Gonzalo Iván Chincoya, con quien después de un tiempo inicié una amistad por el bien común de impulsar la agenda LGBTQ+.

Fue Óscar Fuentes, otro chico travesti, quien me invitó un día a un evento al parque Zamora, diciendo yo te propuse y a Iván le pareció buena idea, fue así que comencé a acudir cada vez más a eventos del Movimiento Regeneración, como era invitada constantemente me ligaron a ellos, pero mi finalidad siempre fue la misma, apoyar por qué se comprometen a impulsar la agenda LGBTQ+ en el estado de Veracruz.

Un día, en un evento de casas Tamsa en Boca del Río, donde estaban sus oficinas, me tocó acudir a una reunión para recaudación de fondos y eso parecía más una misa en una secta, todos daban cooperaciones voluntarias, pasaban un cesto, hablaban del marxismo y el Che Guevara, apoyaban por su puesto el proyecto de Fidel Castro. 

Yo no recibí dinero alguno, incluso ni viáticos, en ocasiones yo llevaba el proyector que rentaba o me prestaban algún amigo. Ahí mismo, tiempo después, fue acusado de robar dinero Iván Chincoya, yo preferí no ponerme de ningún lado. Él se fue por unos meses, yo solo era una invitada ocasional a eventos, incluso fui un par de veces a Ciudad de México a asambleas naciones donde la práctica de cooperaciones voluntarias eran las mismas, pero cientos de personas del país aportando.

Pasó el tiempo y conocí a Sergio Rodríguez Cortés, él inició en el PRD Veracruz, pero después ya estaba con Morena y muchas voces desde antes decían había operado para el PRI, con Javier Duarte y Fidel herrera.

Yo no sabía mucho sobre él, pero me dijeron tener mucho cuidado porque es muy traicionero, me invitó a ser parte de su equipo en la Procuraduría Estatal Del Medio Ambiente, en una charla de café decía que admiraba mi forma de conducirme en los medios sin pelos en la lengua, se vanaglorió como él fue interlocutor entre los acuerdos con Miguel Yunes y el PRD para la alianza.

En ese inter de elecciones era momento de otorgar las diputaciones plurinominales y parte del equipo de Rodríguez Cortés dentro del OPLE Veracruz le avisó que podían lograr meter una diputación más, aparte de la única que le estaban otorgando, sería la del distrito de Acayucan, Florencia Martínez Rivera, y el de su propia voz me dijo, claro, pero aquí se tendrá que mochar cada que cobre, la vamos a ayudar, pero deberá pagar, así se hacen los negocios.

Se decía un fiel seguidor del proyecto de Andrés Manuel López Obrador y presumía fotos que se tomó con él cuando fue estudiante y después fue el alcalde más joven de su municipio, y así me tocó ver como la diputada Florencia, cada mañana o tarde de día de cobro, acudía a dejar su diezmo a Rodríguez Cortés, y luego hizo también tratos con Margarita Corro, en un tema de desviar recursos para proyectos ambientales del sur del estado, así de pronto ya no eran dos diputadas acudiendo a llevar sus cuotas a la Procuraduría del Medio Ambiente, claro para uso personal de Rodríguez Cortés.

Gonzalo Iván Chincoya llegó a la diputación local usurpando una identidad de persona no binario sin ningún remordimiento, porque ya venía haciendo prácticas de corrupción desde los inicios del movimiento de Morena, esas prácticas que tanto señala López Obrador de otros partidos políticos son muy añejas en todo lo que hoy es Morena y sus discípulos las replican sin ningún remordimiento, de hecho pueden hablar sobre moralidad, ética y principios frente a cientos de personas y ese mismo día cometer actos de corrupción, con esto no quiero decir que me sorprende como miles de personas en el estado de Veracruz y México se desgarran las vestiduras defendiendo al Rey Del Cash, sino que miles actúan por inercia y al parecer no se han dado cuenta también que son parte del problema que prometieron abolir.

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