El proceso electoral de junio de 2021 tiene a todos muy inquietos en el ámbito político, desde las altas esferas hasta en los espacios más recónditos del país, todos y todas (con aquello de la equidad de género que está muy de moda) andan muy alborotados por ser tomados en cuenta para las próximas elecciones, las cuales son consideradas las más grandes de la historia.
Según datos del Instituto Nacional Electoral (INE) en este proceso, que en el ámbito federal arrancó el pasado 7 de septiembre, se contempla que podrían participar aproximadamente 95 millones de mexicanos, cinco millones más que en la elección del 2018. Así mismo, Lorenzo Córdova Villalobos, Consejero Presidente de dicho organismo, adelantó que se elegirán 21,000 cargos de representación en todo el país.
Con estos datos, es de entenderse que todas las ovejas del rebaño se alboroten ante la magnitud de dicho proceso electoral y más aún cuando están en juego tantos cargos. En este sentido, es un hecho que todo ciudadano tiene derecho a participar, votar y ser votado, lo curioso del asunto es observar todo el arguende que se traen a través de las fantásticas plataformas digitales y medios informativos los diferentes liderazgos que pretenden sacar ventaja de cualquier situación para tratar de captar la atención de las masas y, por qué no, más simpatizantes a cada uno de sus proyectos.
Uno de estos “grandes” movimientos es el Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAAA), quien comandado por su “líder”, Gilberto Lozano, simplemente simula lo que el mismo presidente López Obrador realizó en el año 2006 en la Ciudad de México para desconocer los resultados que le dieron el triunfo a Felipe Calderón. En este nuevo movimiento, se exige la renuncia del actual mandatario mexicano por su incompetencia (según el discurso de los manifestantes) para llevar las riendas del país en diversos aspectos económicos, políticos y sociales.
Ante el proceso electoral que se avecina y el surgimiento de este movimiento, que el pasado fin de semana 03 de octubre llegó al zócalo con miles de manifestantes, pero cuya cantidad exacta se desconoce debido a las diversas versiones sobre la misma, ¿Cuál será verdaderamente su trasfondo y objetivo? ¿Realmente les preocupa la situación que según ellos prevalece en el país o será que todo este movimiento de desprestigio a la investidura presidencial no es más que la intención de quienes tienen grandes intereses de debilitar al proyecto de la cuarta transformación, el cual a pesar del ambiente adverso a nivel nacional e internacional, continúa teniendo una alta preferencia en la intención de los electores para el próximo año?
La respuesta queda a criterio del lector, pero lo que sí es un hecho es que cuando el río suena es que agua lleva y de que aquí hay algo, lo hay. Si no fuera así, ¿Para qué iniciar un movimiento de tales dimensiones a estas alturas del partido si el propio López Obrador fue el principal impulsor de la revocación de mandato, aprobada y programada a realizarse el próximo año 2022? ¿Acaso no fue él mismo quien pidió que se adelantará dicho proceso para realizarse a la par de las elecciones del 2021, siendo la misma oposición quienes rechazaron la propuesta bajo el argumento de que se utilizaría la figura presidencial para apoyar a los candidatos y candidatas de su proyecto?
Situaciones como la de este movimiento, el rompimiento de 10 mandatarios estatales opositores con la Confederación Nacional de Gobernadores (CONAGO), los diversos ataques de la oposición al gobierno y figura presidencial, la posible alianza (nunca antes vista) de los principales partidos opuestos (PRI-PAN-PRD) para el próximo proceso electoral y los constantes ataques a cada una de las acciones de la administración federal para hacer frente a la pandemia por el COVID-19 por parte de sus adversarios, hacen de las próximas elecciones un acontecimiento sumamente interesante.
Lo que es completamente cierto, es que a todos los opositores al régimen de López Obrador nada ni nadie los frena, ni el mismo COVID-19, lo cual se puede constatar en la manifestación aún presente en la plancha del zócalo con miles de manifestantes y casas de campaña (algunas cuantas vacías) que pretende estar presente hasta que AMLO renuncie, según sus integrantes. Sin duda, será interesante observar hasta dónde estira la liga y de qué lado se rompe primero, o FRENAAA frena, y levanta el plantón en la plaza o Andrés Manuel continuará invitando a sus adversarios en cada una de sus mañaneras, sin dar tanto crédito a dichos acontecimientos, a que no coman ansias, que ya vienen las elecciones y la revocación de mandato.
¡Es cuanto!