Adultocentrismo y relaciones de poder

  • Myriam Lagunes Marín
México es el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual infantil...

Mucho hemos hablado acerca del machismo y sus consecuencias, también del patriarcado como sistema perpetuador de situaciones de desigualdad social, sin embargo, es común no tomar en cuenta otra de las dimensiones jerárquicas que la mayoría de las personas damos por sentado y la aceptamos de manera natural en nuestras vidas, estoy hablando del adultocentrismo, que impone un orden dónde la opinión o deseo de los menores de edad no son tomados en cuenta.

Apenas la semana pasada fue noticia la desaparición de tres estudiantes de cine quienes fueron brutalmente asesinados, previo a este crimen supimos también de una joven quién salió a bailar con sus amigas y nunca se le volvió a ver con vida, su cuerpo ultrajado fue encontrado en un lote baldío, así podemos seguir con una larga lista de homicidios donde el factor común es la criminalización de las víctimas debido a su rango de edad, el pensar que alguien es responsable de su propia muerte por el simple hecho de ser joven es precisamente una consecuencia de pensar que las únicas personas capaces de actuar responsablemente somos los adultos.

La niñez es una etapa decisiva en nuestras vidas, nuestro paso por ella definirá la mayor parte de nuestro comportamiento y reacciones en las diversas situaciones sociales que enfrentamos, a pesar de contar con esta información el sistema educativo se basa mayormente en la idea de que una persona adulta frente a un grupo de infantes debe de imponer su visión del mundo, al grado de anteponer sus ideas a expensas del costo emocional que pueda traer y esto no sólo ocurre en el aula.

México es el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual infantil, las víctimas que se atreven a hablar se encuentran con la barrera de enfrentar su palabra contra la de un adulto que muchas veces es parte de su misma familia, ante tal panorama no es difícil entender por qué esta problemática nos está rebasando.

Hoy nos enfrentamos con una situación de inseguridad sin precedentes en todo el país, hasta ahora no ha habido políticas públicas que reflejen resultados positivos, quizás por la falta de enfoque en los niños y niñas, así como un seguimiento más allá de el periodo que dura un gobernante al poder; respecto a nuestro papel como padres y madres de familia podemos generar un cambio positivo en el momento en que nos sentemos a escuchar a nuestros hijos con atención en lugar de pensar que somos dueños de su voluntad. La solución siempre comienza con nosotros.