Expectativas hechas realidad

  • Nyx Diahann Sánchez Fierro
Aspirar es bueno. Idea de cambiar. No presumir logros de otros. No culpar a los otros.

Ese es el secreto para mejorar como personas, las expectativas nos generan una visión de lo que se desea, permite que haya un modelo o prototipo a seguir, todas las personas tenemos expectativas de lo que queremos: como debe ser una familia, una pareja, nuestra ciudad, la escuela o el trabajo, que es aquello que deberían reconocernos, cuánto nos gustaría ganar, qué sería bueno leer, qué lugares nos gustaría conocer, cuál será la próxima mascota, en fin, todo nos genera una expectativa; el problema radica en que no se logran aterrizar y concretar una ruta para llegar al objetivo, se desvía la atención y se genera el conformismo.

La idea es cambiar, corregir y hacer alcanzables cada una de las expectativas que se tienen. Querer no es suficiente, debe estar secundado de acciones, de esta manera lograremos ser las personas capaces que la sociedad necesita, no podemos vivir comparando la situación en México con algún otro país, la cultura definitivamente no es la misma, pero sí podemos iniciar cumpliendo nuestras propias ideas; nadie que no es capaz de mejorar su vida será capaz de transformar a la sociedad.

¿En qué centran su atención las personas? En logros, aunque no sean propios, pero logros al fin, y lo más decepcionante es la presunción con la que lo asimilan; hablan y presumen de los viajes que tienen los amigos, sin importar que ellos no hayan viajado, del éxito de sobrinos o parientes lejanos, sin saber que tienen en la mente sus propios hijos; de los primos que viven en el extranjero y no asumen las carencias que tienen en su familia, de los dos o tres autos que tiene el vecino sin saber qué hacer para comprar un auto propio, hablan de restaurantes lujosos sin saber si la despensa de su casa es suficiente, compran en tiendas reconocidas aunque gasten todo el dinero que tienen; nuevamente, retomamos a la ostentosidad y eso es lo que limita las posibilidades de crecimiento, creamos una expectativa de la persona que queremos ser sin un fundamento que lo sustente, todo queda en apariencia, se requiere compromiso para dejar de ser personas conformistas que a todo dicen que sí pero en el momento que se requiere de su colaboración están ausentes, o se les olvido; yo les llamaría “personas efectivas” que cumplan lo que digan, que tengan presente lo que deben hacer, que sean puntuales, que sepan cuánto dinero y tiempo necesitan para lograr lo que quieren, que sepan a dónde ir en un próximo viaje, que tomen en cuenta los beneficios y carencias que tiene su familia, que sepan qué espera su pareja de ellos, qué admiran sus hijos o qué les hace felices, que tengan presente qué es lo que deben potencializar en su persona, que el endeudarse para lograr algo ya no sea opción, que sean realistas y digan qué les hace falta en su vida; personas que digan que todo está bien o no les hace falta nada, es porque no toman la importancia en mejorar, si ya se cumplieron todos tus propósitos ¡felicidades! Pero, deberás pensar, ¿qué sigue? ¿Cuál es tu próximo proyecto? ¿Cómo lo vas a lograr? (sin pretextos). No solo es necesario admirar a alguien más, sino convertirte en esa persona admirable, que seas tú quien pueda ser fuente inspiradora de los demás, sin perder de vista que solo debes ser el impulso para que cada persona tenga sus propios logros y es entonces cuando las expectativas se convierten en realidad, transmite la idea de ser mejor, de concretar logros, de hacer cosas nuevas o diferentes, de estar seguro de lo que quieres, esa es tu misión.

No culpes a tu trabajo, a la familia, a tu pareja, a tu país de tus limitaciones, si no te gusta o crees que no cubre tus perspectivas mejora tus relaciones, o bien, cambia de empleo o cambia de país, o mejor aún, cambia de ideas, pero conviértete en la persona que siempre idealizaste, reta a tu inteligencia para lograr y trabajar por todos tus ideales, transforma tu vida, tu mente, tu familia, tu sociedad.  

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Nyx Diahann Sánchez Fierro

Psicóloga social por la UAT (Tlaxcala), investigación en la conducta homicida. Docente en Bachillerato. Estudia maestría en Educación (UPAEP) y aborda temas de psicología, ética, educación  y sociedad.