¿Sociedad civil o civilidad en la sociedad?

  • Nyx Diahann Sánchez Fierro
Orígenes ilustrados. Hobbes y los racionalistas. Componentes del gregarismo.

La sociedad civil no es un concepto que esté definido, sin embargo existe una noción que explica a lo que se refiere, abarcando corrientes político-ideológicas y confrontando argumentos desde distintas posturas. Se entiende como sociedad civil a los principales componentes de una sociedad: actores sociales en busca del “bien común” (es interesante la concepción que se tiene sobre “bien común”, seguramente esto permitiría entender las acciones que ponen en práctica como búsqueda del bien), el contexto (refiriéndose a la organización que hay en él) así como la interrelación que surge al hacer fusión entre ellos.

Algunas posturas explican a las sociedades civiles como un proceso histórico-cultural que guía la estructura de una sociedad, enfatizando en los sistemas (político-económico) el proceso de desarrollo.

Ser parte de una sociedad es un derecho natural que posee el hombre, filosóficamente y a través del iusnaturalismo se refleja la estructura social y política existente. ¿Existe alguna relación entre ética y política? Por supuesto, aunque en ocasiones se perciben como conceptos opuestos, la ética da pauta al comportamiento humano y su deseo de bondad (de acuerdo a la moral) y la política se enfoca a la organización de las sociedades humanas (estados). En un análisis profundo lo que no ha reflejado un funcionamiento acorde son las personas que buscan dicha organización a través de la política, considerando que no están alineados con la ética que se requiere para llevar a cabo esta labor.

Partiendo de una idea de la ilustración, las sociedades civiles regulan las relaciones de los hombres, es decir, se trasladan del estado natural al estado civil, en donde existe una característica primordial: el seguimiento de normas de acuerdo a la razón, dejando de lado el instinto; las sociedades civiles entonces se van moldeando a ciertos factores determinantes: el gobierno, la ley y la justicia.

Retomando la propuesta que hace Hobbes se interpreta a la sociedad civil como un ente unitario y monolítico, compara el estado natural como la barbarie y el estado civil como lo político; aborda la idea de una sociedad civil como el espacio de libertad de tensiones  y explica la sociedad religiosa como el orden que construye la realidad social (igualdad, libertad y fraternidad).

Un aspecto valioso de considerar, abordando el origen y el reflejo actual de las sociedades es el “orden político” que se les atribuye a las sociedades modernas en un nivel comunitario, de un nivel micro (familia) a un nivel macro (el estado), que se refleja a través del sentido de pertenencia y la idea de ir en busca de mejorar, la transformación político-social se organiza desligándose del estado y bajo el dominio absolutista inclinándose por la idea de la “religión voluntaria” como base de las relaciones sociales de cooperación. Parte de la evolución del concepto central se enfoca a las sociedades civiles con los ideales del mercado capitalista (contratos, comercio, circulación de mercancías y dinero, comerciantes, propiedades privadas, entre otros aspectos).

Entonces, ¿cuál es la realidad de la sociedad civil? Es una serie de transformaciones político –sociales que se forman a partir de distintos factores, alcances, objetos, criterios y miembros; y que al buscar una organización se generan conflictos de cualquier índole; una característica que atribuyo a este tipo de sociedades es la volatilidad al cambio pues la institucionalización que se lleva  a cabo es cambiante y adaptable de acuerdo a las necesidades sociales, se debería enfocar más que al entendimiento de las sociedades civiles a la civilidad social, entendiendo este concepto como la responsabilidad que deben asumir los ciudadanos, respetando leyes y contribuyendo al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de esta; la sociedad y el estado son momentos necesarios, separados pero contiguos, distintos pero interdependientes, en donde un componente esencial es la opinión pública y que podría complementarse con la acción social para dirigirse al orden del que carecemos. La política no es un fenómeno del que seamos espectadores, al contrario, todos somos seres políticos en un espacio público con la necesidad de actuar racionalmente y guiarnos  a través de leyes que favorezcan al consenso, mejorando la comunicación, la identidad y la integración social, así como la reproducción cultural. Para vivir en un mundo racionalizado y estable es indispensable el aprendizaje a partir del seguimiento de normas y los derechos como parte de la integridad.

Un desafío esencial al que estamos sometidos para mejorar como sociedad es el trabajo basado en acuerdos, de esta manera habrá una comunión de ideas y con ello un esfuerzo semejante para obtener “el bien común” que también es adaptable y cambiante de acuerdo a las necesidades de la sociedad.

Bibliografía

Sánchez, H (2017): “Antología para el estudio y la enseñanza de la ciencia política” Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones jurídicas. Año 2017 Vol. 2, pp. 207-222.

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Nyx Diahann Sánchez Fierro

Psicóloga social por la UAT (Tlaxcala), investigación en la conducta homicida. Docente en Bachillerato. Estudia maestría en Educación (UPAEP) y aborda temas de psicología, ética, educación  y sociedad.