Opacidad, incapacidad y voracidad

  • Rafael Arias Hernández
La alternancia continua, aunque el cambio esperado y prometido no llega.

A 620 días, del rescate de Veracruz; de alcanzar lo ofrecido en campaña, cumpliendo siempre con la ley; y de resolver la emergencia financiera gubernamental, sin aumentar deuda pública, para entonces, supuestamente ya reestructurada.

Registrar, que se “…cumplirá con todos los compromisos que tiene con esta zona del Totonacapan y con todas las zonas de la entidad, para sacar adelante al estado de la crisis financiera por la que atraviesa actualmente”. (ImagendelGolfo.180317)

A solo 10 días, para saber del ilegalmente pospuesto presupuesto gubernamental, para 2017; y, desde luego, de la rendición de cuentas correspondiente. Transparencia inexistente, opacidad latente.

La alternancia continua, aunque el cambio esperado y prometido no llega, aunque sobresalen algunos intentos.

En política, el orden de los factores si altera…

Pensar antes de declarar. Hacer lo que se dice, actuar siempre conforme a las leyes. Comprobar en los hechos que se cumple con el deber de informar antes, durante y después de la toma de decisiones.

No prometer hacerlo, como graciosa concesión o generoso consentimiento, estipulado para el después, cuando ya se obtuvo autorización de discrecionalidad, voluntarismo y hasta “cheque en blanco”, para hacer y deshacer. 

Como la patética salida, de incorporar como transitorio, al mismo dictamen días antes rechazado, para de inmediato autorizarlo, con el ofrecimiento o concesión de la autoridad, el ofrecimiento de que se va a cumplir con un deber que, hasta la fecha, no se cumple o se hace a medias, en forma desactualizada, incompleta, complicada o, de plano, negada: el deber de la transparencia y acceso a la información. ¿Poder legislativo independiente, que no cumple ni hace cumplir las leyes que aprueba?

Sobran razones y experiencias, pérdidas y padecimientos.  

Recuérdese que el jugoso negocio de la deuda pública, lo pagan generaciones, para beneficio de unos cuantos: bancos (sobre todo privados); intermediarios y consultores; gestores oficiales; y cómplices encubiertos. ¿Oportunidad de voracidad?

Insistir. ¿En dónde están los miles de millones de pesos desaparecidos y saqueados, que fueron reestructurados y presupuestados? ¿Y sus responsables y culpables?

Algunos ya prófugos potenciales, “enfuerados” que respaldaron y aprobaron la nueva reestructuración.

En todo caso, probado y comprobado, que la opacidad es causa central, de ineficiencia y delincuencia dentro y fuera de los gobiernos.

Además, siempre conveniente y oportuno prevenir y evaluar esfuerzos y acciones gubernamentales, para identificar logros y avances, si los hay, consolidarlos y fortalecerlos; y también señalar errores, abusos, omisiones y trabajos mal hechos o peor planeados, para evitarlos, detenerlos o corregirlos. Grave repetir vicios, persistir en equivocaciones y aumentar daños.

Pertinente preguntarnos, ¿cómo vamos? ¿Igual, mejor o peor?

Comprobar y justificar en los hechos, con indicadores e informaciones objetivas y confiables. No dar margen al discurso sensacionalista o placebo, de pretextos y reiteradas promesas, sobre objetivos y metas a alcanzar.

Notorio, que prevalece el decir sobre el hacer.

Frente a una realidad que empeora, los hechos comprueban que los anunciados logros y avances no llegan; y que lo que se dice no es lo que se hace. Los resultados, hasta hoy, no acreditan muchas afirmaciones y declaraciones oficiales.

En Veracruz crecen pobreza, hambre, inseguridad, desempleo, informalidad, inflación y pérdida de capacidad de compra. ¿Más evidencias de la alternancia de la opacidad gubernamental?

De ahí la importancia de fortalecer y exigir, el regateado y conculcado derecho ciudadano y social de verdadera y puntual, transparencia y acceso a la información.

Aprender que a la insipiente democracia que se vive, le hace falta más oposición y le sobra injustificada imposición y simulación; requiere de más participación social y de menos autoritarismo gubernamental; y le urge más responsabilidad y efectividad, para desterrar corrupción e impunidad.

*[email protected]:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez  

Anteriores

Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.