Yunes Linares: encontronazo con Morena
- Mussio Cárdenas Arellano
Huele a guerra Tatahuicapan, enconados Yunes Linares y Morena, acusados los pejistas de orquestar la toma de la presa Yuribia, de un chantaje político, de secuestrar el agua, de llevarse 60 millones en los días de poder de Javier Duarte.
Miguel Ángel Yunes es “un simulador”, responde el líder de Morena en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara. Y miente, dice, y falsea información, e imputa sin ton ni son.
36 días después, los días de la alternancia, el encontronazo llegó, Yunes azul desactivando al partido del Peje López Obrador en la sierra de Soteapan, cancelando el canal financiero, las dádivas a los tatahuis, cortando el flujo de recursos, y los morenistas asumiéndose ajenos al sabotaje al sistema de agua que abastece a 500 mil usuarios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, con sus 800 litros por segundo.
Incendia el gasolinazo a Veracruz y más allá. Desata la violencia. Cunde el vandalismo que opaca la protesta real, que nubla la queja de los que se duelen, y con razón, por el alza al precio de las gasolinas y el diesel, ellos saliendo a expresar su repudio al presidente Enrique Peña Nieto, insensible y vival, mientras los infiltrados del peñismo incurren en desmanes, asalto al comercio, ataques con piedras y palos que destruyen cristales y la rapiña pareja que denota que el que grita ladrón al gobierno es igual de ladrón.
Mueve el gasolinazo a inocentes y sátrapas, los que toman las calles y los que incitan al saqueo. Hay protesta y repudio por el alza del 20 por ciento al precio de los combustibles, pero también actos fuera de la ley, rapiña en los centros comerciales, agresión, el hurto al que invitan los provocadores y el delito que terminan cometiendo los que se quejan del mal gobierno.
Es gasolinazo y dinámica del caos. Es acto de gobierno —el gasolinazo— que habrá de empobrecer más al pobre para generarle más ingresos al régimen que hunde a México.
Hay provocadores e infiltrados de Enrique Peña Nieto en cada protesta, y también gente ilusa que se une al saqueo, que se le ve salir del negocio con su electrodoméstico al hombro, convertidos en transgresores de la ley.
Anunciaron los concesionarios del transporte público en Coatzacoalcos —taxistas, urbaneros, materialistas, camioneros rurales— que este jueves 5 habría paro de motores, sin prestarse a la violencia, sin agredir comercios, sin agraviar a nadie. Pero sí hubo desmanes. Y en las redes sociales corre un audio en que se amenazaba al transportista que desoyera el llamado al paro, advertido que nadie podría brindar servicio a la ciudadanía. “Carro que se vea trabajando, taxi que se va a parar. Para que vayan ustedes entendiendo que va a ser un bloqueo masivo”. Y al final el clásico “cambio”, como hablan los “comandantes” y “jefes de plaza”, o el “cambio” que dicen los malosos que suelen extorsionar.
A medio caos, al amanecer del jueves 5, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) consuma la amenaza: se apodera de la presa Yuribia, enclavada en la sierra de Soteapan, en tierras ejidales.
Lo traían en mente desde diciembre. Habían expresado los tatahuis, ejidatarios que militan en Morena, como antes lo hicieron en el PRD, que al vencerse el convenio con el gobierno de Veracruz, el 31 de diciembre, reclamaban los 2.5 millones de pesos que cada mes les hacían llegar.
Les ofreció el gobernador Yunes que les daría obra pública, caminos, hospitales, reforestación pero no dinero, que los 2.5 millones eran una ilegalidad.
Dijo Yunes, el 26 de diciembre:
“De ninguna manera vamos a permitir el chantaje”.
Y agregó:
“Si alguien toma la presa Yuribia, estará cometiendo un delito y se le tendrá que aplicar la ley”.
Tres días más tarde, el gobierno de Veracruz emitió un comunicado en el que conminó a Morena a cejar en su intento de toma de la presa Yuribia.
“El Gobierno de Veracruz precisa que no permitirá el cierre de la Presa Yuribia ni el daño a sus instalaciones que dejaría sin agua a medio millón de habitantes del Sur del Estado por intereses particulares”, señaló.
Y puntualizó:
“Se hace un exhorto a los dirigentes del partido Morena para que dejen de alentar hechos ilícitos que afectarían la vida de los veracruzanos de los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque”.
Respondían entonces los tatahuis que no querían obra sino los 2.5 millones de pesos. Ofrecían negociar. Escuchaban y dialogaban, ofrecían no dejar sin agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, pero que a los 2.5 millones, que quedara claro, no renunciaban.
Eso decían, pero cuando el vandalismo azotó a Veracruz por el gasolinazo, imaginaron débil al gobernador. Y así bloquearon el suministro de agua.
Yunes acusa a dos líderes de Morena, Eloy González Martínez y Lino Bautista González, así como a la diputada local por Cosoleacaque, María del Rocío Pérez Pérez, esposa del ex alcalde perredista, Darío Aburto, quien en el fidelismo participó en el Acuerdo por la Gobernabilidad, talleres por aquí y foros por allá. Habrían sido los que orquestaron la toma de la presa.
Identificó a Eloy Bautista como delegado estatal de Morena. Lo corrigió el líder estatal del partido pejista: Eloy Bautista no es delegado estatal. Su hijo es delegado municipal.
Cita Yunes Linares que hay órdenes de aprehensión contra los líderes pejistas, derivadas de otros bloqueos al sistema Yuribia, y que se las van a aplicar. O sea, reincidentes.
Desmiente Manuel Huerta que a la hora que precisa el gobernador, la diputada Rocío Pérez haya estado en la reunión donde se habría tomado la decisión de bloquear el suministro del Yuribia.
“El gobernador —señala Rocío Pérez— tendrá que demostrar públicamente esa acusación. Que me indique con pruebas, como audios, fotografías, con las cuales me acusa a mí y a los líderes de Morena.”
Otro líder de Morena, el coordinador de la fracción parlamentaria del pejepartido en el Congreso de Veracruz, Amado Cruz Malpica, enfoca el conflicto a la supuesta privatización del sistema de Agua de Coatzacoalcos.
Pura paja. Las acciones de Morena en Tatahuicapan son públicas. Morena opera en alta entre los tatahuis. Sus principales líderes son Eloy González Martínez; Lino Bautista González; el presidente del Comité Ejidal de Tatahuicapan, Calixto Cruz Martínez; Agustín Cruz; Gabriel Hernández; Candelaria González; Marcelo Luis Martínez; Román Martínez González, y el presidente del Comité de cuenca del Río Texizapan, Félix Hernández González. Otras tomas del Yuribia son, por supuesto, de su autoría.
Una de ellas ocurrió el 18 de enero de 2016 cuando los morenistas se apoderaron de la presa, conflictuados con los perredistas por el control del dinero enviado por el gobierno de Javier Duarte, los 2.5 millones de pesos.
Hay que escuchar a los líderes morenistas para entender que la soberbia también habita en Tatahuicapan. Lino Bautista es un caso:
“No se puede jugar con Tatahuicapan —apunta— porque nos vamos con todo. El golpe lo dará el pueblo”.
Enfrentado al alcalde Filogonio Hernández Bautista, éste de extracción perredista, Lino Bautista tenía dos opciones: tomar el palacio municipal o tomar la presa Yuribia. Con una u otra haría presión.
2.5 millones de pesos al mes son una mina de oro. Morena opera políticamente con esos recursos. Los reparte entre ejidatarios, avecindados y fans de Andrés Manuel López Obrador. Así construyó su base social, producto del chantaje a un gobierno, el duartista, que fue trabando una alianza a futuro, que los vio como una extensión de su poder.
Pero Javier Duarte ya no está. Huye la rata tras el saqueo a las arcas, con su red de prestanombres, solapado por Peña Nieto, acuerpado por el PRI, que ahora simula con su expulsión que los corruptos no caben en el tricolor.
Yunes Linares cierra hoy el canal financiero. Suprime los 2.5 millones de pesos con que Morena gana adeptos en la sierra de Soteapan. Ahora a darle, sin recursos, a trabajar la milpa política, a caminar a ras de tierra.
Deja al aire a 20 mil beneficiarios de esos 2.5 millones de pesos, dinero de los veracruzanos que Morena detentó por dos años, 60 millones de pesos regalados por su aliado, Javier Duarte, el ladrón.
Antes los recursos eran para Esteban Bautista, alcalde de Tatahuicapan, del PRD, al que Fidel Herrera le concedió obras, recursos y hasta un constructor a modo, José Manuel Flores, alias "El Oaxaco", quien tras un viaje a Xalapa y pasar por la Secretaría de Gobierno, fue abordado por agentes y nunca se le volvió a ver.
Huele a guerra Tatahuicapan, el chantaje a la vista, el lucro con el agua, medio millón de habitantes convertidos en rehenes de los tatahuis, de Morena, que para aflojar a su mecenas político, Javier Duarte o Joaquín caballero, o a los dos, rompía tuberías, tronaba válvulas, amagaba con destruir la presa.
Ahora ni dinero ni tolerancia. Sólo órdenes de aprehensión.
Yunes y Morena, a muerte.
Archivo muerto
Y mientras México se sacude con el caos dirigido, los vándalos en acción e infiltrados en manifestaciones, violentando y haciendo violentos a los ilusos que suponen que delinquiendo se protesta contra el gasolinazo, hay quienes ríen: Enrique Peña Nieto, presidente, trae a Luis Videgaray Caso de nuevo a la vida pública. Las protestan distraen mientras el ex secretario de Hacienda regresa al gabinete presidencial. El vandalismo distrae al tiempo que Videgaray es canciller, sustituyendo a Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari, el ex presidente. Videgaray será interlocutor con el exterior. No se olvide que de todos los peñanietistas, fue el único que vislumbró a Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos. Lo trajo a México. Toreó Trump a Peña Nieto. Se burló. Se mofó. Agravió a todos. Apenas se fue, expresó que los mexicanos “aún no lo saben pero pagarán el muro fronterizo”. A Videgaray eso le costó el cargo. Pero Trump ganó. Y hoy Videgaray vuelve para ser el que hable por México con la administración Trump. De risa: el gasolinazo, un distractor que sirvió para el regreso de Videgaray. Y a los que protestan les pasó de humo… ¡Happy Birthday, dear prensa! y en el Día Internacional de la Prensa, el 4 de enero, el gobernador Miguel Ángel Yunes se da un encontronazo verbal con el columnista Marco Antonio Aguirre Rodríguez, aludido de refilón, tildado de “ignorante” por cuestionar que el rancho El Faunito, decomisado al ladronzuelo Javier Duarte, no está inscrito en los bienes del gobierno de Veracruz. El autor de Místicos y Terrenales, periodista acucioso, profesional, brillante, había realizado una solicitud de información a la unidad de transparencia de la Dirección de Patrimonio del Estado y la respuesta fue en el sentido de que el rinconcito de placer del gordobés no figuraba entre los bienes relacionados. Así lo publicó. Pero el miércoles 4 Yunes azul abordó el tema y señaló que “un ignorante” había señalado que El Faunito no figuraba entre los bienes del gobierno de Veracruz. Irrita a la prensa crítica el exceso verbal de Yunes Linares. Y sí, hay un ignorante, quizá el funcionario del área de transparencia que aportó INFORMACIÓN OFICIAL a Marco Aguirre negando que el rancho de veraneo del rufián Duarte, ya recuperado por Miyuli, esté inscrito en el registro de bienes. Marco Antonio mismo lo plantea: si el funcionario no realiza bien su trabajo, que lo corran, y si no hay responsable del área de transparencia, a más de un mes de iniciado el gobierno yunista, que lo nombre el gober panista. Volado, como siempre, Yunes Linares no sabe de mesura. Llamarle “ignorante” a un periodista que documenta sus temas con altísima pulcritud, como lo hace Marco Aguirre, es supina ignorancia. Así es Yunes y no va a cambiar. Y menos siendo gobernador, atesorando poder… Martín Valerio Barrán quiere ser “aviador”. No vuela pero sabe aterrizar. Le pide al director de CMAS o CAEV Coatzacoalcos, Rafael Abreu Ponce, que le dé un espacio en la nómina, a él y a los integrantes de la directiva de la Asociación “Vecinos Transformado tu Colonia”. Y con la misma, Abreu Ponce le responde que algo así es ilegal y que no está contemplado en la normativa y que cualquier ciudadano puede acogerse a los descuentos y condonaciones que marca el programa de estímulos sin necesidad de “coyotes” ni intermediarios. Frustra la negativa a Martín Valerio y su sobada treta de presentarse con su legajo de recibos. De la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento en el pasado, obtenía trato especial. Le reducían el cobro y él se llevaba su porcentaje. Ahora no. Como llegó a CMAS o CAEV Coatzacoalcos, así se fue. Tramitó entonces que se le inscribiera en la nómina de la institución y Abreu Ponce lo bateó. Lo que es no pensar. Cuando Abreu sostiene que los “aviadores” fueron echados, que se les investiga, que tendrán que devolver lo cobrado, que sólo en febrero de 2016 CMAS erogó 3 millones 600 pesos en personal que no trabaja en la institución, que el fondo de ahorro de los trabajadores, de más de 8 millones de pesos, se lo robaron, Martín Valerio pretende reeditarse como “aviador”. Vaya granuja, esquilma a su gente, los coyotea a sabiendas que los descuentos que decía tramitar son los que se le dan a cualquiera usuario, y ahora pretende que lo incrusten en la nómina, vía su asociación “Aviadores Aterrizando en la CMAS”. Y pensar que únicamente representa a un grupúsculo, que es un líder de papel… Juan Manuel Rodríguez Caamaño no quiere la sindicatura; pretende ser alcalde de Coatzacoalcos. Desmiente las piruetas mentales de Federico “Pulgoso” Lagunes, que lo sitúa lejos de ser candidato a la presidencia municipal de Coatzacoalcos, por debajo del ex priista Jesús Moreno Delgado, ex director del DIF y ex titular de la Secretaría de Gobierno. “Sigue firme mi deseo por tener la oportunidad de servir a la ciudad que me vio nacer y por la que tenemos muchos proyectos que desarrollar”, agrega y recuerda que la Universidad Istmo Americana, “Siempre ha becado estudiantes de bajos recursos”… Se llama Perla y será la sucesora de Gersaín Hidalgo Cruz. Secretaria de Actas y Acuerdos en el Sindicato Único de Empleados Municipales, suplente de la esposa de su líder, Claudia Inés Cabrera Guillén, en la fallida intentona de ser diputada local plurinominal por Nueva Alianza, Perla del Carmen López Reyes ya se ve al frente del sindicato. Sabe que no será más que una máscara de Gersaín Hidalgo, actual regidor en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Sabe que su fuerza está en la influencia que le da el número 2 en la estructura sindical, el secretario de Trabajo y Conflictos, Sergio Luis Bautista, su padrino. Sabe que llegará si plancha bien al gremio…