Ensayo para una desolación I. Tatahuicapan y Coatzacoalcos: agua, identidad, vinculaciones dialécticas

  • José Luis Ortega Vidal
El tiempo de vida de la Presa Yuribia se planificó a 20 años.

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“En los movimientos sociales de los pueblos indígenas los Dioses ancestrales cobran vida a través de la memoria colectiva, eso sucedió la mañana del tres de octubre 1994 en Tatahuicapan de Juárez población ubicada en el sur de Veracruz en la Sierra de Santa Marta. Los tatahuicapeños cerraron las válvulas del Yuribia, presa que conduce agua a las poblaciones medias del Corredor Industrial, cuando la policía llego al lugar hicieron parecer que huían y mientras lo hacían iban cortando troncos para cercar a setecientos operativos; posteriormente los enfrentaron con arcos, flechas, palos y piedras. Su poder se encontraba en que contaban con el aval de sus Dioses al tener la razón en su demanda al gobierno, básicamente la ampliación de su territorio político; además se sentían apoyados porque en otros espacios algunos grupos indígenas como los Neozapatistas estaban luchando por sus reivindicaciones que exaltaban sus identidades. El Abuelo que viene del río es el nombre del lugar en nahua y ese día pareció cobrar vida trayendo consigo a los Patrones del lugar, una Trinidad Católica con representaciones prehispánicas que establece la articulación del cosmos y los seres humanos. El Jaguar de San Martín propicia un nexo entre la cultura y el instinto que se simboliza mediante la garra y espada elementos que también reproducen el vínculo entre los dioses mesoamericanos y las creencias religiosas occidentales, en el caso de San Lorenzo habita de manera etérea en la montaña y evoca el calvario por vivir la fe de Cristo, tal como el Espíritu Santo; y la redención cristiana y Quetzalcóatl se hacen visibles en San Cirilo figura que cuenta con un cinturón de Serpientes. La imagen de este ritual desde un primer acercamiento mostraba la decisión y fortaleza de una población armada con palos y piedras e instrumentos usados para la caza al enfrentar a un contingente policiaco que contaba con armamento de tecnología moderna específicos para el ataque y la defensa, la ubicación de los tatahuicapeños formando un círculo reflejaba la manera en que el conocimiento de su territorio fue empleado como una estrategia de lucha, en la cual prevalecen los elementos tradicionales. El sustento intangible de ésta movilización tiene que ver con los significados que en esos momentos los grupos indígenas daban a sus luchas, a partir de la interacción generada con el Neozapatismo; también con la manera en la que los tatahuicapeños se articulan con el universo y la presencia de sus Dioses ancestrales que se hace visibles a cada instante en sus actividades cotidianas, sin embargo, su fuerza y condensación tiende a ser mayor cuando se presenta un conflicto con poblaciones de otras áreas geográficas.

“Tradición y Modernidad: Conflictos y Movilizaciones en Tatahuicapan de Juárez 1984-2010”

TESIS: Que para obtener el grado de Doctorado en Historia y Estudios Regionales

PRESENTA: María Elena Roca Guzmán. Asesor Dr. Martín Gerardo Aguilar Sánchez

Xalapa, Ver. Marzo 2013: UNIVERSIDAD VERACRUZANA

http://www.uv.mx/dher/files/2013/04/Tesis_Roca_Guzman.pdf

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“LA PRESA YURIBIA, UBICADA EN EL MUNICIPIO DE TATAHUICAPAN DE JUÁREZ, ES PROPIEDAD DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ, ES DECIR, ES PROPIEDAD DE TODOS LOS VERACRUZANOS

– De esta presa se suministra agua a más de medio millón de habitantes de los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y algunas comunidades de Cosoleacaque

– El agua es un bien público, es propiedad de la nación, no de ninguna organización o grupo

– Recibir agua para su uso y consumo es un derecho humano consagrado por la Constitución

– Las autoridades estamos obligadas a respetar este derecho humano y a hacerlo valer frente a cualquier intento de limitarlo

Esta madrugada un grupo de personas cerraron las válvulas de la presa Yuribia y dejó de abastecerse agua a los habitantes de las poblaciones citadas.

Esto implica poner en grave riesgo a cientos de miles de veracruzanas y veracruzanos que dejarán de recibir agua en sus hogares.

También se afectarán servicios básicos, fundamentalmente de cuidados de la salud, toda vez que quedarán sin agua los hospitales y clínicas de esa zona.

Las actividades industriales y comerciales se verán igualmente dañadas.

Me comprometo con los habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, y todos los que a partir del día de hoy han sido afectados por este acto vandálico, a que vamos a resolver el problema y aplicar la ley a quienes lo provocaron.

Quienes encabezan este movimiento han recibido en los últimos dos años casi 60 millones de pesos en efectivo, en entregas mensuales de 2 y medio millones de pesos que fueron puestos en manos de uno de los dirigentes por el Gobierno del Estado de Veracruz, que cedió a la amenaza de cerrar la presa si no se entregaban estos recursos.

Es una forma de extorsión absolutamente inaceptable.

El convenio que suscribieron representantes del Gobierno del Estado de Veracruz con los dirigentes de esa comunidad, es el más claro ejemplo de cómo durante el Gobierno de Javier Duarte no se respetó la Ley, no hubo Estado de Derecho, por el contrario, se negoció la Ley, llegándose al extremo de disponerse en el convenio suscrito que “las autoridades del Gobierno del Estado no tomarán medidas penales o realizarán denuncias civiles o penales tanto del fuero común y fuero federal para los autores de dicha liberación”, (liberación le denominan al cierre de las válvulas de la presa Yuribia).

Este convenio fue suscrito el 28 de diciembre de 2014 por los entonces secretarios de Gobierno, Erick Lagos Hernández; de Finanzas, Mauricio Audirac Murillo; el entonces Procurador de Justicia del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, e incluso por la diputada Anilú Ingram Vallines, que era presidenta del Congreso del Estado.

Desde el día que tomé posesión anuncié que haría respetar la Ley y restablecería el Estado de Derecho en Veracruz…(Periódico Veraz; Claudia Guerrero. Fragmento de nota basada en declaraciones de Miguel Angel Yunes Linares)

http://claudiaguerrero.mx/la-presa-yuribia-ubicada-municip…/  

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“La presa Yuribia, ubicada en el municipio de Tatahuicapan, sierra de Soteapan, fue construida en 1986, hace poco más de 30 años. En dicho lapso, esa instalación hidráulica ha sido tomada, bloqueada y liberada en muchas ocasiones: maestros, ejidatarios y pobladores de esa región han hecho un negocio del secuestro de esa construcción, y por ello constantemente amagan con cerrar las válvulas, sabiendo de antemano el daño que provocan a la población de 3 importantes municipios del sur, Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, unas 500 mil personas.

A pesar de que en reiteradas ocasiones se han desarrollado obras de infraestructura hidráulica, como la perforación de pozos profundos en Canticas, la presa Yuribia se mantiene como la principal fuente de abastecimiento de agua para esa zona.

La construcción de la presa fue iniciada en octubre de 1984 y dos años después se efectuó la inauguración. La obra completa incluye 64 kilómetros de tubería de acero, 80 válvulas y una profundidad de más de 16 metros.” (Nota de Luis Alberto Romero. Fragmento).

http://formato7.com/2017/01/05/presa-yuribia-secuestro/

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El tiempo de vida de la Presa Yuribia -y por ende el lapso de explotación de los ríos Jomuapan y Texizapan- se planificó a 20 años.

Su empleo –y en consecuencia la sobreexplotación de los ríos que la nutren- ha rebasado los 30 años; es decir más del 50 % del 100 % originalmente proyectado.

En el inicio de este ensayo/artículo he compartido tres puntos de vista distintos; contradictorios y complementarios en torno al significado e impacto de la presa Yuribia en el sur de Veracruz.

El mío, breve, establece una falla estructural de parte de quienes han hecho uso de este recurso pues durante 30 años –por señalar sólo una de múltiples fallas- no han sido capaces de obtener un suministro de agua alternativo para Cosoleacaque, Minatitlán y Coatzacoalcos.

En los tres municipios el agua que llega desde la sierra de Soteapan se emplea para atender necesidades de la población civil –Coatzacoalcos en primer lugar, luego Minatitlán y Cosoleacaque en tercer sitio- pero también para permitir la co-existencia de una zona industrial prioritaria en el país dado que aquí se ubica el único corredor de complejos petroquímicos una de las seis refinerías de México.

Lo que comparto y expongo aquí es una breve introducción para analizar a fondo y desde una visión multidisciplinaria la añeja relación entre Tatahuicapan y las poblaciones del corredor industrial del Coatzacoalcos, con respecto a la temática: agua e identidad, vinculaciones dialécticas…