La razón sinrazón del gobernador electo, la obligación y complicidad del presidente (PARTE I)

  • José Luis Ortega Vidal

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Asegurar que la política es un arte siempre me ha parecido exagerado; pienso que tal afirmación vendría de uno o muchos políticos vanidosos que son la mayoría en tal oficio.

La política es una ciencia y su fundador fue Nicolás Maquiavelo.

Tal afirmación también es relativa porque como todo el conocimiento humano la visión del florentino tiene sus antecedentes en la filosofía que le precede desde la etapa griega hasta pasar por el oscurantismo medieval.

Más aún: la teología tiene aportaciones importantes a la ciencia política cuyas raíces, de este modo, aparecen con mayor extensión a la visión simple que nos remite al Renacimiento de los siglos XV y XVI, en Italia.

La política es ejercicio práctico de poder y en ese sentido es Ley y es Institución.

Por ello quienes gustan de practicarla deben tener, además de talento, la preparación adecuada para no conducir a la sociedad que los elige al caos, a la inestabilidad, al colapso.

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Javier Duarte de Ochoa es un ejemplo de lo anti político porque llegó a un inmenso poder sólo por la ocurrencia, codicia, ego, vocación corrupta y cálculos perversos de manipulación de Fidel Herrera Beltrán.

Duarte de Ochoa es un personaje inteligente para robar y al respecto su esposa Karime Macías de Duarte aparece cada día más como alguien que lo supera.

Juntos, marido y mujer decidieron enriquecerse al grado de lo absurdo y crearon un entramado de complicidad que incluye a sus familias, amigos, compadres, conocidos y que poco a poco vamos conociendo a detalle.

Ahora bien, en términos alvaradeños Javier Duarte es un hombre políticamente pendejo.

Por eso –por ejemplo- Miguel Angel Yunes Linares le ganó la partida por los comicios del 5 de junio…

Por eso Enrique Peña Nieto y Miguel Angel Osorio Chong –según versión del columnista Raymundo Rivapalacio-* lo llamaron dos veces a la ciudad de México, lo engañaron, le ordenaron pedir licencia y lo mandaron de regreso a Veracruz con la idea de que no pasaba nada, que estaba protegido, que todo era parte de un plan para detener a MAYL y no a él.

Rivapalacio cuenta en su columna Estrictamente Personal cómo Javier Duarte jugaba golf en Xalapa después de que Flavino Ríos lo había relevado como gobernador. Así de confiado estaba. Así de limitado es, en términos políticos.

Como al gobierno no le convenía detenerlo en ese momento –esto ya es mi interpretación- le enviaron “un pitazo” –término delincuencial propio de las catacumbas policiacas del poder- para que se escapara y detenerlo cuando al sistema le convenga.

Volvamos a la columna de Raymundo Rivalapacio:

Javier se guarda en la cajuela del auto de una prima política, familiar directo de su esposa Karime Macías Tubilla y se dirige al aeropuerto de Xalapa donde –de hecho- despachó durante los últimos meses. Un piloto recibe la orden de trasladar al gobernador con licencia a Coatzacoalcos y así se registra en la bitácora oficial.

El fiscal Luis Angel Bravo y el gobernador Flavino Ríos han negado que Duarte escapara en un aparato de vuelo propiedad del gobierno estatal y ahora estamos ante la contradicción del dicho de un periodista de prestigio internacional, Rivapalacio, y el de dos funcionarios de alto nivel veracruzano: lo que habrán de dirimir el tiempo y las instancias necesarias.

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Me detengo en esta parte: “el tiempo y las instancias necesarias”.

Un político profesional sabe que estos elementos son esenciales para cualquier ejercicio de poder.

Sin paciencia no hay manera de que el cerebro se mantenga frío y se adapte a la toma inteligente de decisiones.

En política, si te aceleras, actúas con el hígado y llevas las de perder y si eres un líder o un funcionario electo afectas a terceros: aquellos a los que representas.

En la entrega anterior de Claroscuros me referí a la necesidad de que la institucionalidad y el respeto al estado de derecho se impongan sobre las pugnas de grupos e intereses disfrazados de luchas políticas auténticas.

Sólo aclaro que la libertad de expresión es válida y necesaria para todos, incluyendo los políticos.

Así que no considero que un político deba callar obligado por su condición de político. Todo lo contrario.

Por lo que hace a términos de estrategia: la política es una guerra permanente y vencerá quien sepa mover mejor sus piezas de ajedrez.

En fin, es difícil explicar este argumento en pocas palabras pero en mi opinión:

-Javier Duarte de Ochoa es lo peor que le haya sucedido a Veracruz y a México en toda su historia pero hoy es prófugo y las autoridades lo buscan al tiempo que sus cómplices aparecen poco a poco.

¿Al final de la historia habrá procuración y aplicación de la Justicia? No lo sé. Soy periodista, no adivino. La paciencia y el tiempo, me queda claro, hablarán al respecto y si los responsables de hacer tal trabajo no lo hacen, en su momento se les cobrará: vía el voto, por ejemplo.

-Veracruz está saqueado, quebrado financieramente. Hay periodistas que desde la ciudad de México hacen sus análisis o comparten información que les dan la Secretaría de Gobernación o la Presidencia de la República.

En lo personal cuando leo una opinión sobre lo que se vive en Tierra Caliente de Michoacán, prefiero la información que surge de alguien que viven en Michoacán. Lo mismo me pasa con Chihuahua o Tamaulipas y obviamente con Veracruz o cualquier otro lugar.

No es un tema de chovinismo o celos torpes, es una visión de vida sin menoscabo del reconocimiento y utilidad de lo afirmado por periodistas de medios capitalinos.

En el periodismo vale mucho vivir los hechos.

Respecto al quebranto de Veracruz, en realidad éste viene desde varios sexenios atrás –incluyendo el cuatrienio de Dante Delgado Rannauro- pero quedémonos en el de Miguel Alemán Velasco: aunque haya sido pequeño. Luego el saqueo y quebranto se incrementó con Fidel Herrera Beltrán que utilizó al respecto a Javier Duarte de Ochoa. Finalmente, Javier y su esposa convirtieron a una de las cinco entidades que más aportan al Producto Interno Bruto de México, en una orgía financiera prácticamente insalvable.

-Es muy simple: la SEFIPLAN se contradice cuando su titular Antonio Gómez Pelegrín declara que no tienen ni para la próxima quincena y luego afirma que sí hay incluso hasta para aguinaldos de la burocracia. Don Antonio es un mentiroso. Ha dicho mentiras desde que tomó el cargo con Javier Duarte al frente de Veracruz, ha sido su cómplice; la Ley lo debe juzgar.

Nuestros 212 municipios se dividen entre quienes ya cerraron las puertas porque no tienen ni para comprar papel de baño –caso Apazapan en la zona centro montañosa- los que ya pidieron prestado esperando que les depositen lo que les deben y pagar de inmediato a la banca –caso Coatzacoalcos- y los que se están comiendo las uñas porque ven venir un diciembre de hambre, sed y frío para autoridades y pueblos.

-Flavino Ríos –siempre se supo- es un gobernador débil. ¿Podría ser otra cosa con 48 días de ejercicio y sin dinero? Político al fin, Ríos Alvarado pidió un rescate a la Federación vía la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Según el propio Flavino le dijeron que enviarían 11 mil millones de pesos: 5 mil a usar en noviembre y 6 mil en diciembre.

Hubo mucha ambigüedad respecto al origen de ese dinero de tal modo que no se puede saber si la SHCP lo descontaría de las participaciones federales a partir de diciembre o era un verdadero semi rescate a fondo perdido.

También hubo ambigüedad sobre el destino de los 5 mil millones que manejaría Flavino aunque el gobernador interino dejó claro que una parte sería para pensiones y gastos de cuenta corriente de la SEFIPLAN pendientes desde octubre.

Nunca se detalló si habría dinero para los Ayuntamientos a los que la SHCP les envió 3 mil 200 millones desde meses atrás y la SEFIPLAN los desvió cuando aún estaba Javier Duarte en el poder: aparentemente para abonos a maestros y pensionistas.

Lo aquí descrito es un galimatías. En realidad, ni Flavino Ríos Alvarado ni Antonio Gómez Pelegrini, ni nadie saben a ciencia cierta el estado que guardan las finanzas veracruzanas como consecuencia de 12 años de operación de la funesta “licuadora” en el manejo del dinero federal y estatal en Veracruz.

-El pasado viernes 28 de octubre los alcaldes perredistas tomaron el palacio de gobierno en Xalapa. Se les sumaron munícipes panistas, luego del MC, del PT y del PRI hasta sumar 95 de 212.

Afirmé en el anterior Claroscuros y lo sostengo: detrás de esa acción entendible está la mano del gobernador electo Miguel Angel Yunes Linares.

Lo que se entiende no necesariamente se justifica. He aquí un caso.

Ayer el Secretario de Hacienda aclaró dudas: no habrá rescate financiero para Veracruz ni para Chihuahua ni para Quintana Roo. Enrique Peña Nieto recibió por fin a Miguel Angel Yunes Linares quien le expuso la crisis de dinero en nuestra entidad y le dijeron que pase a la SHCP, cuyo titular había declarado la decisión de no rescatarnos horas antes.

Estos temas requieren mucho más análisis, tiempo, paciencia, información. Hay que observar su pasado y su presente y hacer un trabajo de prospectiva, lo que es distinto a una adivinanza...

* http://www.elfinanciero.com.mx/o…/como-cayo-duarte-y-ii.html