Sucesión, para reconciliación

  • Rafael Arias Hernández

Inevitable adiós, a 175 días. Con ganador de elecciones, aumentan preocupaciones de ineptos y corruptos. Nuevo León y Tabasco espejo futuro. Más empresas, proveedores, contratistas y beneficiarios fantasmas o inventados. Más fiscalizadores cómplices y encubridores.  Más miles de millones de pesos desaparecidos. Más pobreza, hambre e inseguridad. Más debilitamiento y destrucción de instituciones.

Ineptitud, corrupción y delincuencia gubernamental terminan 87 años de PRI en Veracruz. Fin de una época. Empieza la alternancia.

Conforme a las fechas, ganador proclamado y  a cada paso legitimado. Respaldo social, ni simulación ni imposición.

El proceso electoral  continúa y concluirá conforme a lo previsto en la ley. Por lo pronto los veracruzanos se han expresado y hay electos para cada cargo. Encabeza la lista el candidato de la coalición PAN-PRD quien de inmediato da los primeros pasos de unificación y precisión de lo que será su gobierno.

Independientemente de que están abiertos recursos y derechos para protestar o reclamar; y de que hay innumerables temas para comentar y reflexionar, vale la pena recapacitar sobre el sentido del proceso electoral y su objetivo central, de determinar  forma y orientación de la voluntad ciudadana.

PRIORITARIO ENTENDER Y ATENDER A LOS VERACRUZANOS

La elección es  solo parte de la solución, los problemas no se atienden y resuelven en automático, ni por arte de magia.

Las limitaciones y sacrificios de los veracruzanos continúan.

Al elegir, se designan responsables que habrán de cumplir y hacer cumplir, antes que todo,  la ley, asumiendo todos sus deberes y obligaciones; y además, hacer realidad sus promesas y compromisos de campaña.

Los problemas siguen ahí y seguirán empeorando si no se hace nada, simula, o si se sigue haciendo lo mismo, mal y peor.

Salir de las crisis económicas, políticas y sociales; atender protestas e inconformidades crecientes. Enfrentar desempleo, informalidad, marginación, hambre, pobreza, inseguridad, injusticia, rezagos y retrocesos sociales. Atender y sanear gobiernos, administración y finanzas públicas cuestionadas y quebradas, así como erradicar fiscalizadores encubridores y cómplices. Y más, mucho más necesidades y problemas se pueden enfrentar y resolver bien y más rápido, si se fortalece una verdadera, activa y efectiva participación ciudadana y social.

Conocido es que, tanto necesidades sociales básicas insatisfechas, como  problemas y conflictos individuales y colectivos, no desaparecen ni se resuelven solos. Al contrario, aumentan y se complican.

Hay y se identifican innumerables causas y razones.

Para empezar, se debe enfrentar la resistencia, obstáculo y trabajo que representa remover y despedir, procesar y castigar a tanto ineficiente y delincuente en el gobierno, sin duda no es ni será nada fácil depurar y cambiar; enseguida, rescatar y sanear, actualizar y fortalecer las debilitadas y quebradas dependencias y órganos de gobierno, urge un verdadero fortalecimiento institucional, parte de las soluciones es, sin duda,  vigorizar el Estado de Derecho.

Y también, cuanto antes ubicar y ubicarse en la real realidad, empezando por considerar muy en serio, los contextos nacional y mundial, tanto adversos como favorables. Conocido y notorio que son y serán más adversos si se ignoran, minimizan o tergiversan.

En efecto, por experiencias padecidas, es recomendable considerarlos porque pueden dificultar, enredar y determinar todavía más, las soluciones.

PARTICIPACIÓN PERMANENTE ES LA BASE DEL CAMBIO

Elegir no basta, no es suficiente. Es y debe ser apenas el inicio de una  responsable y efectiva participación individual y colectiva, siempre presente. Nada de cheque en blanco, nos vemos en la otra y se puede hacer lo que se dé la gana.

Empieza lo bueno. Ante todo esto y mucho más, tres razones principales, entre otras, deben llamar la atención y ocupación de todo ciudadano y sociedad en general, para gobernar al gobierno.

La primera es conocimiento y concientización, de  que se eligen servidores públicos, en este caso gobernador y diputados locales, no casta divina y mucho menos superhéroes, inmaculados y perfectos. Servidores que, para empezar, deben servir no servirse. Por tanto, ¿Qué hacer si no sirven, no funcionan y no dan una? ¿Esperar paciente y resignadamente, a que cumplan el período y cometan más errores, caprichos y atropellos, que ocasionen más pérdidas, problemas y retrocesos?

Todo coincide, urge combatir, erradicar y prever ineficiencia y delincuencia gubernamental. Por tanto hay que empezar por los que están, que se deben todos evaluar.

Aprender a reconocer lo bien hecho, y condenar el mal o peor desempeño.

Prepararse a restaurar o revocar, para el caso de tener que verse en la penosa situación, de reconocer el error de la elección y de inmediato corregir. Incluso, mandándolos de regreso, a su casa; y hasta, dependiendo los daños y delitos,  procesar y castigar.

La  segunda es  asumir siempre la obligación de participación para la legitimación, necesaria y suficiente, de todo acto de gobierno. Indispensable exigir transparencia, rendición de cuentas, fiscalización y evaluación sociales reales y efectivas.

Y la tercera, evaluación pública permanente a todo servidor público, sin excepción. Empezar por los de ahora. No es posible que ante el tamaño del daño no se exijan responsabilidades, se determinen culpables y se castigue a ineficientes y criminales. 

PARTICIPAR, EVALUAR Y GOBERNAR AL GOBIERNO

Conocido y padecido, que veloces o lentos pero seguros, muchos en el gobierno pasan de la irresponsabilidad a la mediocridad, de la inanición a la corrupción, de la ineficiencia a la delincuencia.

Total en la aldea del “no pasa nada y todo va bien”, la impunidad se encarga de convertir a los verdugos en salvadores, a los saqueadores en humildes almas caritativas, y a los criminales en auditores o jueces.

Lección no aprendida, hay que estar siempre alertas. Porque en todas partes y todo tiempo algunos son peor, hasta aprovechan la desgracia, administran y se benefician de pobreza y hambre, de limitaciones y sacrificios sociales.

No todos son ineficientes, cómplices y corruptos. No todos son ciegos o sordos, para no darse cuenta de la injusta realidad repleta de sacrificados, pobres, hambrientos y sedientos. Imprescindible identificar y alentar lo bueno, cuesta demasiado lograrlo para perderlo.

Urge reconciliación, pero con la Justicia y el Bienestar Social,

 *[email protected]:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.