El otro lado de la carne

  • Maricarmen García Elías

Comer carne resulta placentero para muchas personas, incluso dejar esta dieta les parece algo ilógico y aberrante, sin embargo, si la gente conociera a fondo las prácticas que se llevan a cabo en la industria cárnica, tal vez no dejarían de comerla pero al menos reflexionaría un poco acerca de lo que la carne representa para su salud y también se darían cuenta de la  explotación y crueldad normalizada que se da a los animales de consumo.

Precisamente esto es algo de lo que ha expuesto la organización Igualdad Animal México en sus informes. “El sufrimiento que se les infringe a los animales a causa de un consumo que puede ser perfectamente sustituido no puede ser justificable en ninguna forma”, ha dicho la asociación con presencia en otros países también, explican que la industria cárnica mantiene una política de opacidad sobre prácticas comunes en los cerdos, como la castración, corte de dientes y de rabo, todo ello sin anestesia, y de otras más, pero como los empresarios, son conscientes de que la sociedad no acepta el maltrato animal y, por lo tanto, lo único que muestra en su publicidad son animales felices sobre verde pasto.

A los paquetes de cigarros les han colocado imágenes impactantes de fetos o de algunos órganos dañados por el tabaco, ¿qué pasaría si al paquete de jamón le pusieran la imagen del cerdo degollándolo o desangrándolo?, o, ¿a  la caja de leche la vaca siendo separada de su becerro para ser ordeñada por maquinas?, seguro el hambre se nos iría, por eso para esta cruel industria es necesario que los consumidores no sepamos los métodos de producción de los animales. Se nos oculta una terrible realidad.

Afortunadamente, gracias al foto activismo de Movimiento Consciencia y a investigaciones como las de esta y otras asociaciones alrededor del mundo, cada vez más personas conocen lo que sucede tras las paredes de granjas y mataderos,  adquiriendo la información necesaria para hacer cambios en sus hábitos de consumo que sean favorables para su salud y para los animales. Estar informados nos permite ser solidarios, reconocer las injusticias que padecen los animales y no querer participar de ellas, también ayuda a reconocer la urgencia y necesidad de ayudarles a través de diferentes acciones al alcance de todos.

En su página web, la Organización No Gubernamental Igualdad Animal México, presenta una dura escena: “un operario de una granja industrial de cerdos toma bruscamente a un pequeño cerdito de una camada. Su madre, enjaulada, observa impotente. El operario abre la boca del cerdito y con unos alicates le corta los dientes. El cerdito chilla por el intenso dolor. El operario hace lo mismo una y otra vez con todos los cerditos recién nacidos. ¿Brutal?; sin duda. ¿Inhumano?; desde luego. Ahora bien, ¿legal?; completamente”.

En el caso de los cerdos, apenas con algunos días de nacidos, son sometidos a una serie de mutilaciones, esto con la finalidad de evitar problemas derivados de su confinamiento o para –supuestamente– mejorar el sabor de la carne. Aquí los procedimientos que da cuenta la ONG:

Corte de dientes: Mediante unas tenazas, el operario corta los colmillos a los lechones con dos o tres días de nacidos, provocándoles dolor y en muchos casos sangrado de encías, esto se hace para evitar que los lechones dañen las ubres de su madre. Marcado: La identificación de los cerdos con tres días de edad en promedio, se realiza perforando la oreja de los animales, haciéndoles cortes con tijeras, perforaciones o muescas en ambas orejas o un tatuaje por medio de unas pinzas con pinchos entintados. Corte de rabo: También se produce a los pocos días de nacer. Unas tenazas afiladas amputan parte del rabo de los cerdos para evitar las mordeduras provocadas por el estrés que causa una vida de confinamiento. Con esta mutilación son cortadas también las últimas vértebras.

Otras formas de maltrato son la castración: Se realiza de manera rutinaria en casi la totalidad de los cerdos de entre siete y diez días de vida. Un operario introduce a la cría en una estructura metálica o sujeta violentamente a cada cerdito, después le produce un corte en los testículos para luego arrancárselos sin anestesia. Además, todos los cerdos reproductores son engrapados con un anillo en el tabique nasal con el propósito de reducir el instinto del hozado. Gestación: Es la fase de la explotación en la que las cerdas son llevadas al área de gestación, hasta una semana antes de que den a luz. Durante este tiempo se comprueba si están en celo, se las insemina y allí permanecen la mayor parte del embarazo.

La asociación explica que las cerdas alcanzan su madurez sexual a partir de los cinco o cinco meses y medio y su madurez reproductiva a partir de los siete u ocho meses. Después de esa edad ya son aptas para tener hijos que serán convertidos en carne, aunque se suele esperar hasta que tengan su segundo o tercer celo. Las cerdas en las granjas tienen entre dos y tres partos por año. Son utilizadas durante seis o siete partos, pues a partir del sexto aumenta la mortalidad embrionaria y el tamaño de la camada cada vez es menor. A partir de entonces ya no resultan rentables y son enviadas al matadero.Las cerdas pasan en las jaulas de gestación casi todo el tiempo que están embarazadas, entre 110 y 120 días. Las jaulas miden aproximadamente 60 centímetros de ancho, un metro de alto y 2.10 metros de largo, como han verificado los activista de Igualdad Animal.

En septiembre pasado, la organización subió un video a la plataforma YouTube, bajo el título “Descubrir la comida”, mismo nombre que utilizó para una campaña educativa “que consiste en salir a las calles para informar a las personas cómo pueden ayudar a los animales, cómo se logra dejar de participar de su sufrimiento y cómo pueden sumarse al trabajo en su defensa. Una alimentación sana y ética (libre del sufrimiento de los animales) está al alcance de todos y sobre todo del bolsillo común, animémonos a empatizar con los animales y con nuestro cuerpo ¡ya!. [email protected]