Hombres Seguros

  • Mujeres Que Saben Latín

Por: Paco Contreras

Ser un hombre seguro, es algo importante para que las relaciones con las  mujeres se construyan de una mejor manera, esto no es exclusivo de las relaciones de pareja, también es necesario que establezcamos relaciones de seguridad con mujeres que forman parte de nuestros entornos cotidianos como puede ser la familia (esposas, madres, hijas, hermanas, tías, etc.), el trabajo (jefas, compañeras y subordinadas), la escuela (directivas, maestras y compañeras) y hasta la calle (conocidas y desconocidas).

En estos tiempos en que la seguridad ha tomado diversos significados, es necesario que reflexionemos sobre lo que contribuye a que seamos “hombres seguros”, esto es un buen principio para lograr reconocer lo que nos ayuda a mantener el equilibrio en nuestras vidas y a funcionar en los diversos entornos en los que nos desarrollamos.

En este sentido, es necesario que revisemos algunos de los aprendizajes que hemos adquirido a lo largo de nuestras vidas en cuanto a las relaciones con las mujeres, teniendo presente las ideas que acompañan a éstas enseñanzas y que sirven para reforzarlas y muchas veces determinan nuestras conductas y así percatarnos de esas ideas sumamente poderosas que han determinado nuestras relaciones.

Recordemos aquella frase que sentencia “Un hombre y una mujer no pueden ser amigos”, partiendo del supuesto de que la amistad entre mujeres y hombres, siempre está mediada por la atracción sexual y el enamoramiento (desde el amor romántico). Frases como esta, trastocan las relaciones interpersonales ya que nos llevan a pensar que los hombres contamos con un deseo sexual incontrolable que nos predispone a las relaciones sexuales en cualquier momento y con cualquiera de las mujeres y que estas, están a nuestro servicio y disposición.

Desde mi opinión, considero que esta es una de las ideas que sustentan el piropo y en la que los hombres nos basamos para argumentar nuestras expresiones y justificarlas como halagos, lo que seguramente también muchas mujeres han aprendido al estar inmersas en esta sociedad justificando así las conductas masculinas.

Otra parte fundamental de la seguridad masculina, está en el control de todas las formas de violencia, no sólo se trata de la violencia clara y explícita como es el caso de la violencia física, sino aquella que nos cuesta trabajo observar y reconocer, volviendo al ejemplo del piropo; algo que es importante incorporar en nuestras vivencias es que, si una mujer se siente violentada por alguna acción, palabra, gesto o regalo nuestro, no busquemos aclarar o justificar de inmediato, sino de comprender el punto de vista de ella y  crear las condiciones de seguridad para ambas personas, si es posible el diálogo tratar de establecerlo y buscar llegar a acuerdos de convivencia y no la imposición de ideas o “explicación detallada” de lo que sucedió.

Hay otras ocasiones en las que el diálogo no es posible, pero si otras maneras de garantizar seguridad. Recuerdo en una ocasión en la que por la noche caminaba por la calle, en mi andar, encontré a una mujer caminando sola conforme yo avanzaba y me acercaba a ella, noté de alguna manera ciertas posturas y cambios en su forma de caminar que interpreté como un estado de  alerta, quizás la incomodó mi cercanía o no, pero actué en consecuencia de mis ideas y por seguridad de ella y mía desaceleré el paso y después de unos segundos crucé la avenida y continué por la acera de enfrente.

Ser un “Hombre Seguro” no se trata de una imagen, de un cumulo de conocimientos o alcanzar el éxito profesional o económico, se trata de un proceso de auto exploración y de reconocimiento de lo aprendido y ser sensible a las necesidades de las otras personas y contribuir activamente en la construcción de relaciones en las que todas la partes involucradas puedan desarrollarse plenamente alejándose de la violencia y el control.

El en Programa de Hombres Renunciando a su Violencia reflexionamos sobre  las estrategias personales que nos llevan a ser Hombres Seguros, queda abierta la invitación para que cada miércoles en punto de las 18:00 hrs. Se integren más hombres a este programa, las sesiones son en el Centro de Integración Juvenil de Xalapa, que se ubica en la Avenida Acueducto esquina con la Avenida Ruiz Cortines, en la Colonia Unidad Magisterial.