Por: Paco Contreras
El intercambio de experiencias en las que el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia se ha involucrado, permite nuestra participación en diversos espacios logrando establecer alianzas con instituciones de la administración pública y organizaciones de la sociedad civil, derivando en colaboraciones que en más de una ocasión nos llevan a realizar actividades y conocer personas que se cuestionan las relaciones de género y la necesidad de un cambio de paradigma masculino.
Con el paso del tiempo y las vinculaciones que se han establecido, nos convencemos de la necesidad ampliar la cobertura al trabajo que realizamos, es necesario que más hombres se sumen a estas reflexiones y en el cambio de su cotidianidad.
Reconociendo el trabajo que se ha realizado en la búsqueda de la igualdad; desde el feminismo se han logrado avances que en definitiva tiene beneficios indirectos para los hombres. Gracias al trabajo de las feministas ahora los hombres nos cuestionamos las formas de ser, el derecho a la ternura, la posibilidad de expresar nuestros sentimientos, la carga que implica ser hombre, cómo involucrarse en las relaciones de género, entre otros temas más.
Hoy en día pronunciarse “macho” se ha convertido en algo no deseable, hace algunos años la frase “Soy bien macho” tenía un gran valor, ya que implicaba una serie de ganancias para quien se ostentaba como tal, dichas ganancias fortalecían una identidad cerrada en la que se buscaba demostrar la supremacía ante otros hombres y sobre las mismas mujeres. Estos cambios son resultado del trabajo que se ha realizado por parte de las mujeres al cuestionar las relaciones de poder.
A pesar de la existencia de la posibilidad de transformar nuestras realidades, los hombres nos mantenemos distantes de una vivencia totalmente abierta a estos cambios, es decir, los cuestionamientos existen, la oferta de espacios para la reflexión también y son pocos los hombres que se acercan de manera voluntaria y que se mantienen en los procesos de reflexión, mucho por que no encontramos ganancias al involucrarnos en estos procesos.
En esto de la transformación masculina, no podemos perder de vista las formas en que los hombres nos relacionamos de manera tradicional. Dado que la competencia y las demostraciones de supremacía han determinado las identidades creando desigualdad, es necesario que nos cuestionemos las relaciones y sobre todo, tener cuidado de no mantener las relaciones de supremacía y desigualdad de poder, ya que esto sólo cambia las formas, perpetuando un sistema que sólo beneficia a unos cuantos.
Este llamado de atención, incluye a los varones que nos hemos acercado por diversas vías al estudio de las relaciones de género, especialmente a las masculinidades, es sumamente necesario que tengamos cuidado y mantengamos mucha atención a replicar las relaciones de desigualdad, de no hacerlo, estaremos siendo tan “machos” y “superiores” como las figuras arquetípicas de la época de oro del cine Mexicano, solo con prácticas deseables para estos tiempos.
Involucrarnos en procesos de análisis y reflexión de nuestras prácticas, implica que seamos parte de una experiencia que favorece nuestro desarrollo, que no puede determinarse en relación al tiempo, puesto que cada vez las relaciones van cambiando. La experiencia que hemos tenido en el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia permite darnos cuenta de que a pesar del tiempo, cada vez encontramos nuevos elementos de análisis, lo que nos lleva a replantearnos lo logrado hasta al momento.
Esperamos que algunos de los varones que nos leen se animen a asistir a las sesiones del Programa de Hombres Renunciando a su Violencia que se llevan a cabo cada miércoles en las instalaciones del Centro de Integración Juvenil de Xalapa que se ubica en la Avenida Acueducto s/n esquina Ruiz Cortines de la Unidad magisterial de Xalapa, Veracruz.