¿Finanzas sanas?

  • Rafael Arias Hernández

La versión oficial se estrella contra la realidad. Similares contenidos y  mismas intenciones de simulación y engaño.

Se llenaron la boca  asegurando la existencia de finanzas sanas; ahora se sospecha que también los bolsillos.

Ni modo. Situación  tan grave, que se han aprobado reformas constitucionales para intentar asegurar la mínima disciplina financiera en estados y municipios; y también lo relativo al combate a la inocultable corrupción creciente. Pese a todo aumentan deuda pública y los culpables sin castigo.

Memoria para contrastar  dichos con  hechos.  Inocultables,  crecientes y más profundos problemas,  llevan  a conclusiones diferentes y a mayores preocupaciones sobre asuntos públicos centrales para la sociedad, como el  de  creciente ineficiencia y  delincuencia gubernamental. Específicamente, respecto al pésimo manejo de las finanzas y la administración públicas.

PREGUNTAR, EVALUAR Y CORREGIR.

Respecto a estos y otros temas, antes que todo, hacer preguntas simples, sencillas y pertinentes e insistir en su eficaz atención.

No es necesario ser especialista, ni hacer cálculos rebuscados. Simplemente preguntar, ¿en dónde están los recursos? ¿Adónde han ido a parar los cuantiosos presupuestos?  Un amable lector pregunta sobre el destino del BILLON, de los casi mil millones de pesos, a estado y municipios veracruzanos en los últimos diez años. ¿Y la lista de obras públicas?

Importante, no dejarse llevar automáticamente, por costumbre o imitación, por planteamientos rutinarios,  incompletos y probadamente ineficientes. Preciso y  urgente atenderlos bien y a tiempo; no gastar tiempo y recursos en distractores y hasta entretenidas desorientaciones. 

Hay que tener cuidado, para no seguir la corriente y repetir la misma pregunta,  o forma de abordar el problema, ya que aún pudiendo ser interesante e importante, puede no reflejar las verdaderas características, magnitud y complejidad, esencia e importancia del tema o problema. O lo que es más grave, puede no responder al propósito o sentido de lo que se está preguntando.

Simple y sencillo. ¿No que había finanzas sanas? Realmente ¿Todo iba bien?

Meses y años de contradecir y negar, lo que ahora es ya una reconocida crisis financiera, que recurre a  discrecionalidad, austeridad y  recorte. Conocida ruta de simulación de correcciones y ajustes,  que por lo regular sólo empeoran la situación;  y, desde luego, todo encaminado al fácil e irresponsable endeudamiento público como solución.

Insistir. Tan  sólo, respecto a los recursos públicos, ¿a dónde fueron a parar?, ¿quiénes resultan beneficiados?, ¿cuáles obras públicas?, ¿cuál transparencia y acceso a la información, si demasiados aspectos gubernamentales importantes son reservados y ocultados?

POLITICA Y DISCURSO “CHIMOLTRUFO”

Mensaje tras mensaje, informe tras informe, se aseguró una cosa que hoy, simplemente los mismos presuntos responsables se encargan de decir todo lo contrario.

Aquí, no pasa nada. ¿O sí? Como te digo esto o aquello, simplemente cambio y te digo lo contrario o algo peor. Total, se haga bien, mal, o “pior”;  o no se haga, o deje de hacer. Los costos son sociales y los beneficios de unos cuantos y sus socios, supuestos servidores públicos.

Con todo descaro  y  cinismo se pasa, tanto  a una publicitada e ineficaz política de control de gasto público,  como a una injusta y discrecional  austeridad y recortes a la población. En el fondo los encargados  siguen igual y hasta mejoran su situación, gracias a las probadas cadenas de complicidad e impunidad.

Inútiles y caros, Órgano de Simulación Superior y lavandería de Contraloría, también irresponsables y  culpables.

MAL EN PEOR

Conocido por padecido, aumentan  irresponsabilidad y mediocridad, ineficiencia y delincuencia  en los gobiernos. Simulación e impunidad son la especialidad.

Gobierno sin participación y control ciudadano y social,  real y oportuno,  cuesta y cuesta mucho.

Al grado tal,  que si no se atiende bien y a tiempo,  pronto  se  pasa de la aparente e  inofensiva simulación, a la costosa ineficiencia  gubernamental;  y de ahí, a lo más grave, a la descarada delincuencia oficial, del saqueo y el sobreendeudamiento público.

Importante no olvidar ni negar la realidad. ¿Cuándo y por qué se pasa de mal a peor?

Un buen gobierno es aquel que reúne y aprovecha capacidad e integridad de quienes resultan responsables de su conducción y administración.

Formar un buen equipo de servidores públicos no debe confundirse con integrar  pandilla, banda o grupo de cuates o incondicionales.

Para evitar pérdidas,  sacrificios y contrariedades, imprescindible  presencia y participación activa de ciudadanos y sociedad. Informarse  sobre requisitos y capacidades, objetivos y resultados. ¿Cómo se les elige, designa o nombra? ¿Cuáles son las obligaciones  ineludibles de los electos o designados? ¿Cómo y cuándo evaluar su trabajo y desempeño? ¿Quiénes deben responder por los presuntos responsables y prófugos potenciales?

LA BANDA QUE MANDA

La realidad muestra el tamaño del daño de  improvisación,  ineptitud y  mediocridad; y también los alcances de  perversidad, complicidad y corrupción, de delincuentes gubernamentales, muchos de ellos conocidos por su inexplicable enriquecimiento.

Salvo excepciones,  el nombramiento oficial de demasiados, a todos  niveles y ámbitos de gobierno, sean por elección o por designación, no garantiza cumplimiento puntual de responsabilidades;  honestidad en  desempeño del cargo; y eficiencia en  uso del patrimonio y  recursos públicos, así como en ejercicio de las atribuciones institucionales.

En todo caso, lo cierto es, que ante irresponsables y mediocres, ante ineptos y corruptos no hay presupuesto ni recursos presentes o futuros que alcancen.

Así,   no es raro que a todos se debe y que la mala administración se transforma en un   sistema de paguitos, de lentos y penosos trámites en lo oscurito, en denigrante  y convenenciera petición de favores,  y en obligada entrega de propinas, mochadas que agilicen el ansiado pago.

Situación que se  agrava en elecciones con condicionamiento de programas asistenciales y de desarrollo social, compra de votos y actas, y mucho más.  Vox populli,  saqueo mayor en los  años de Hidalgo y  de Carranza. 

 Es más,  no son ni serán suficientes, los esfuerzos y alcances de los pocos buenos servidores públicos, muchos anónimos, que  sin duda los hay.

Imprescindible,  cumplimiento verdadero y puntual de  principios básicos de todo buen gobierno: transparencia, eficiencia, previsión, rendición de cuentas, fiscalización y evaluación pública del desempeño. ¿Finanzas sanas?

*Academico.IIESES-UV@RafaelAriasH

Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez.

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.