Hundir el barco

  • Aurelio Contreras Moreno

Como en años anteriores, en la víspera de presentar ante el Congreso local su informe de gobierno, Javier Duarte de Ochoa recurre a las excusas, los pretextos y las lamentaciones para justificar los pobres resultados de su administración.

De la misma manera que lo hizo el año pasado, el Gobernador de Veracruz pretende justificar el desastre económico y social de la entidad durante los cuatro años que van de su sexenio, aduciendo que tomó el poder en “condiciones verdaderamente muy complicadas”. Como si no hubiera estado enterado de nada de lo que pasó en el gobierno anterior, el de Fidel Herrera Beltrán, en el cual también participó, como subsecretario y como secretario de Finanzas.

En una entrevista concedida al reportero Édgar Ávila Pérez, de la agencia SPI Noticias y corresponsal de El Universal en Veracruz, Duarte de Ochoa afirma que “me tocó enderezar el barco”, al tiempo que se desmarca de su padrino, protector y creador político, Fidel Herrera Beltrán, al asegurar que éste “no tiene ninguna decisión en esta administración”.

Y a pesar de todos los indicadores que dicen lo contrario, y de las quejas de los empresarios a los que no se les pagan los adeudos ni se les contrata para la obra pública, Duarte, campechanamente, asegura que “por supuesto que no está en quiebra Veracruz, al contrario”.

“Me preocuparía cuando no existieran ese tipo de voces porque significaría que el gobierno no está contratando servicios. Es un estado que está equilibrado en sus finanzas públicas”, se ufanó el mandatario veracruzano.

Pero no dejó de buscar pretextos para lo que no se reconoce, pero se vive diariamente. “Nos ha tocado gobernar en medio de condiciones adversas, una economía en recesión, donde los gobiernos nos vemos obligados a solicitar empréstitos para poder atender necesidades y obligaciones que la administración pública tiene”, dijo el Gobernador.

Con tibieza, al ser cuestionado por el reportero sobre los señalamientos de corrupción y enriquecimiento evidente de varios de sus colaboradores, Duarte de Ochoa sólo atinó a señalar lugares comunes. “Le he dado instrucciones al Contralor General del Estado y al Procurador General de Justicia que donde encuentren una anomalía actúen conforme a derecho y sin importar quien sea lo hagan con toda determinación”.

Y agregó, como para causar un poco de hilaridad. “Si yo actúo con toda transparencia y con honestidad pues con mayor razón a quienes les he dado la confianza para que desarrollen una función en mi administración, así que quien esté haciendo una situación (sic) tendrá que asumir las consecuencias que la ley establece”. El chiste se cuenta solo.

A pesar de que declaró no querer rehuir su responsabilidad ni echar culpas a otros, Javier Duarte no dudó en remarcar: “recordemos los hechos violentos que se estaban suscitando Veracruz e incluso antes de tomar protesta como gobernador las balaceras que había en las calles, los incidentes que hubo con funcionarios federales como el jefe de la Aduana de Veracruz, la corrupción que había en corporaciones policiacas y de seguridad en la entidad”.

Sí, todos los que vivimos en Veracruz lo recordamos. Y también tenemos presente cómo la violencia escaló después, ya una vez Duarte en el poder, a niveles insospechados, llevando a episodios espeluznantes como aquél de Boca del Río en 2011, cuando en medio de una reunión nacional de procuradores de justicia fueron arrojados en la vía pública, en una de las principales arterias viales de esa ciudad, 35 cadáveres de personas torturadas y ejecutadas con lujo de violencia.

A unos días de entregar su antepenúltimo informe de gobierno (de resultados, le llaman eufemística y humorísticamente), y a 24 meses de entregar el poder, Javier Duarte de Ochoa pretende reformar la Constitución del Estado de Veracruz para que el siguiente gobernador lo sea sólo por dos años, y de esa forma (en sus cálculos) tener la prerrogativa para colocar un sucesor afín a sus intereses, y sobre todo, a sus preocupaciones.

En la misma entrevista deja entrever sus intenciones. “En cuanto a mi sucesor lo empecé a preparar desde el 1 de diciembre del 2010, creo que es lo primero que un gobernante debe tener en la cabeza: que una administración tiene un inicio y un fin y uno tiene que estar claro y preparado para poder ceder al siguiente responsable”.

Más que enderezar el barco, Javier Duarte ha hecho y se empeña en seguir haciendo todo lo posible por hundirlo.

Twitter: @yeyocontreras 

Anteriores

Aurelio Contreras Moreno

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.

Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.

Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.

De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.

Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de  EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.