Poza Rica, Ver.— Nimbe Escamilla, estudiante de 18 años privada de la libertad en Tihuatlán, Veracruz, el pasado viernes 1 de agosto, fue localizada viva en la autopista Poza Rica–Cardel, a la altura de la comunidad de Totomoxtle, municipio de Papantla. 

Según la versión, la joven fue hallada horas después de la privación de la libertad, cerca del punto conocido como la “caseta de seis pesos”, una zona frecuentada por automovilistas y transportistas.

Presuntamente, Nimbe aprovechó un descuido de sus captores y se dirigió hacia una tienda en una gasolinería cercana, donde pidió ayuda. Desde ahí, solicitó auxilio a las autoridades, lo que permitió una rápida movilización de elementos de seguridad pública.

Policías estatales acudieron al sitio y la resguardaron de inmediato. Versiones preliminares señalan que la joven presentaba una crisis nerviosa, pero no tenía lesiones físicas visibles. Fue trasladada a un lugar seguro para recibir atención médica y psicológica.

Hasta la tarde de este sábado 2 de agosto, las autoridades no emitido comunicado sobre el caso. Por este caso, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz ha iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos.

Las autoridades indicaron que esperan que la declaración de la joven ayude a identificar a los responsables y conocer que habría motivado a los captores a privarla de la libertad.

La privación de la libertad

Nimbe Escamilla, vecina de la colonia Lázaro Cárdenas de Poza Rica, fue víctima de una privación ilegal de la libertad la tarde del pasado viernes 1 de agosto.

Los hechos ocurrieron en la comunidad de Nuevo Progreso, también conocida como “Kilómetro 12”, perteneciente al municipio de Tihuatlán, en el norte del estado de Veracruz.

De acuerdo con los primeros reportes, Nimbe fue interceptada por personas desconocidas mientras se encontraba en dicha localidad. La situación generó preocupación entre sus familiares y vecinos, quienes comenzaron a difundir su desaparición.

Este hecho generó alerta en la región norte de Veracruz, especialmente entre la comunidad de Poza Rica y Tihuatlán, donde ciudadanos y colectivos han exigido justicia y mayor seguridad para prevenir actos similares en el futuro.