Cordoba, Ver.- Cada 27 de julio se conmemora el Día Internacional del Perro Callejero, una fecha que desde 2008 busca crear conciencia sobre la situación de los perros en abandono, fomentar su adopción y promover un trato digno hacia los animales.

En Veracruz, la historia de “Chiquilla” refleja el espíritu de esta conmemoración. Su vida cambió en abril pasado, cuando Celeste del Valle la encontró amarrada a un árbol en un tramo carretero de Córdoba, en condiciones deplorables: deshidratada, enferma, infestada de pulgas y desnutrida.

“No dudé en llevármela, pero antes pregunté a la gente cercana si podía hacerlo. Me dijeron que su nombre era Chiquilla. Lo primero que hice fue llevarla al veterinario: la desparasitaron, le dieron vitaminas y un tratamiento para la infestación. Desde entonces quedó con cita abierta para sus revisiones”, relató Celeste, vecina de Córdoba.

A pesar del maltrato previo, “Chiquilla” mostró un carácter dócil y tranquilo. Su nueva humana pudo bañarla, brindarle un espacio seguro y, con cuidados constantes, la perrita comenzó a mejorar y ganar fuerza. Sin embargo, meses después le detectaron dos tumores inoperables.

“Los veterinarios me dijeron que la vida de Chiqui siempre será de cuidado. Hay días buenos y malos; ella depende de medicamentos y observación. Pero a pesar de todo, le echa muchas ganas: le encantan los paseos, las caricias y sobre todo el pollito”, compartió Celeste.

Un ángel para “Chiquilla”

Celeste proviene de una familia que ama a los animales. Por eso, cuando encontró a la perrita no dudó en rescatarla. Para ella, “Chiquilla” simboliza la esperanza de una segunda oportunidad.

“Siempre me han encantado los perros. Mi familia ha rescatado varios. El respeto y amor por los animales es un valor que me inculcaron. No me considero ‘salvadora’; ayudar a un animal no debería ser algo extraordinario. Ayudar a quienes lo necesiten, sean personas o animales, es parte del deber de todo ser humano”, afirmó.

Celeste aprovechó para enviar un mensaje:

“Hay que ser más empáticos y tratar con respeto y dignidad a todo nuestro entorno. Siempre hay alguien —persona o animal— que puede necesitarnos”.

Reflexión sobre el abandono y la esterilización

Historias como la de “Chiquilla” evidencian la importancia de prevenir el abandono y promover la esterilización de perros y gatos, un procedimiento que evita la reproducción descontrolada, disminuye la sobrepoblación callejera y reduce el riesgo de enfermedades.

Las consecuencias del abandono

• Enfermedades: rabia, leptospirosis, sarna, parvovirus, así como infestación de pulgas, garrapatas y gusanos.

• Malnutrición y deshidratación: la falta de comida y agua dificulta su supervivencia.

• Accidentes y lesiones: atropellos, peleas con otros animales o maltrato.

• Estrés y sufrimiento: la vida en la calle genera miedo y angustia.

• Baja esperanza de vida: los perros callejeros viven mucho menos que los que tienen un hogar.

Riesgos para la salud pública:

• Transmisión de enfermedades zoonóticas como rabia, leptospirosis, sarna y toxoplasmosis.

• Riesgo de mordeduras y agresiones.

Impacto en el ambiente:

• Daño a la fauna local y transmisión de enfermedades a otras especies.

• Contaminación del suelo, agua y aire por excrementos y orina.