Graciela Pastrana, locataria de la plaza Heroísmo Veracruzano, contó que más de 10 locales del recién remodelado sitio resultaron afectados con filtraciones de agua y goteras ante las recientes lluvias que dejó el huracán Erick. 

El pasado jueves 19 de junio, el evento meteorológico impactó las costas del océano Pacífico, en Oaxaca, y generó una banda nubosa que derivó intensas lluvias en el estado de Veracruz. 

Cerca de las 9:00 de la mañana de ese 19 de junio comenzó a llover en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, lo que provocó inundaciones en colonias, fraccionamientos, calles y avenidas.

Tan solo en el puerto de Veracruz, según datos de la dirección de Protección Civil Municipal, en algunas zonas el nivel del agua rebasó los 50 centímetros cuando están a nivel del mar y las calles carecen de desniveles profundos, como en la región montañosa. 

Una de las zonas afectadas fue la plaza Heroísmo Veracruzano, inaugurada —de manera parcial— apenas el pasado 17 de abril, en el marco del periodo vacacional de Semana Santa 2025.

El proyecto corrió a cargo de la Administración del Sistema Portuario Nacional Veracruz (Asipona) y de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar). Se invirtieron más de 36 millones de pesos. 

El espacio cuenta con un área administrativa, una fuente central y tres obeliscos dedicados al heroísmo veracruzano. Los locatarios del antiguo Mercado de Artesanías fueron reubicados a espacios localizados dentro de la plaza Heroísmo Veracruzano.

A decir de Graciela Pastrana, quien tiene un local de artesanías dentro de la plaza, el proyecto estuvo mal ejecutado. Denunció que la infraestructura no soportó la gran cantidad de agua que cayó el pasado jueves 19 de junio. 

“Hay goteras en los puestos, en varios negocios se está filtrando el agua por los techos. Esto está supermal hecha la obra, se me hace mala onda porque nosotros vendemos productos que si se mojan se echan a perder, la ropa se apesta, el café se echa a perder”, reprochó. 

La entrevistada agregó que las afectaciones no han sido cuantificadas, ya que las goteras continúan dañando sus productos. 

“Por ejemplo, a mi cuñada se le mete el agua por el lado de la ventana y le filtra como si tuvieras una fuente, sale por la pared y ya escurre hacia el piso. Y de pilón nos hicieron el declive hacia los de enfrente, o sea, eso fue algo mal planeado, mal hecho”.