El consumo excesivo de azúcar no solo afecta la salud física, sino que también representa un peligro para la salud mental, según investigaciones científicas.

En México, donde el consumo promedio de refrescos alcanza los 163 litros por persona al año, la problemática causa alarma.

Estudios recientes revelan que el azúcar puede alterar las vías neuronales del cerebro, generando un ciclo de ansiedad similar al observado en trastornos por consumo de sustancias.

Nicole Avena, experta en adicción a la comida del Hospital Mount Sinai Morningside, Nueva York, explica que el consumo excesivo de azúcar provoca picos de adrenalina, lo que lleva a hiperactividad y respuestas exageradas al estrés.

Esto dificulta el manejo de la ansiedad y puede exacerbar síntomas de depresión, especialmente en personas con predisposición a trastornos mentales.

Además, el azúcar contribuye a la inflamación corporal crónica, un factor relacionado con la depresión, según un reporte de Nature Medicine.

El azúcar podría ser una droga

Científicos han confirmado que el consumo excesivo crónico de azúcar puede cambiar las vías neuronales del cerebro.

“Estos cambios son similares a los que se observan en los trastornos por consumo de sustancias y pueden contribuir al ciclo de ansiedad y consumo excesivo”, afirma Nicole Avena.

No está claro si el azúcar actúa de la misma manera que la nicotina y la cocaína, pero se planteó la hipótesis de que el consumo excesivo de esta puede desencadenar una adicción a la comida al implicar al sistema de recompensa dopaminérgico, el cual hace se tenga una sensación gratificante cuando se consume cierto alimento. (PSR)