Cada 15 de abril, el mundo celebra el Día Internacional del Ciclista, una jornada dedicada a resaltar los múltiples beneficios de esta actividad, tanto como deporte como medio de transporte. El auge del ciclismo refleja una creciente conciencia sobre sus ventajas físicas, sociales y ambientales.

El Día Internacional del Ciclista se celebra el 15 de abril, aunque no es una fecha oficial. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta. Esta jornada se estableció para destacar la importancia de la bicicleta como medio de transporte sostenible y saludable.

El ciclismo es uno de los deportes más practicados a nivel mundial y cuenta con diversas modalidades que se disputan en los Juegos Olímpicos, la máxima cita deportiva global. Las principales categorías son:

• Ruta: Incluye pruebas de ruta individual y contrarreloj individual.
• Montaña: Se disputa la prueba de campo a través.
• BMX: Modalidades de carrera individual y estilo libre.
• Pista: Pruebas de velocidad individual, velocidad por equipos, persecución por equipos, Keirin, Ómnium y Madison.

Además de estas, existen otros estilos como los trials, cyclo-cross e indoor. El ciclismo es un deporte inclusivo, aunque todavía hay áreas que requieren mayor equidad, como la competencia femenina en el Giro de Italia.

El ciclismo no solo fortalece el sistema cardiovascular y tonifica los músculos, sino que también reduce el estrés y fomenta un estilo de vida activo y saludable. Además, pedalear hacia el trabajo, la escuela o la universidad contribuye a reducir la congestión vehicular y la contaminación ambiental, mejorando así la calidad del aire en las ciudades. (MCC)