En varios estados del país, como Puebla, Estado de México y Ciudad de México, existe una comunidad de autoayuda, llamado “Adictas a un Hombre Anónimas” (AHA) que tiene como propósito acompañar a aquellas mujeres que han pasado por dolor y violencia durante las relaciones sentimentales.

En este lugar, las participantes son apoyadas para superar la dependencia emocional y reconstruir su autoestima. El espacio se convierte en un refugio en el que pueden expresarse abiertamente, sin temor a los juicios.

¿Cuál es la dinámica de AHA?

Este grupo se rige bajo un sistema de 12 pasos, como el que tienen los programas que ayudan a las personas a superar su adicción a diversas sustancias, en que las mujeres comparten sus experiencias y se enfocan en el fortalecimiento personal.

Dentro de este proceso, cada integrante reconoce y superar patrones de comportamiento obsesivo que pudieron haber tenido en relaciones amorosas previas.

La ayuda de AHA es laica

AHA deja fuera cualquier ideología religiosa y política. Para ellas, la base del crecimiento personal es la solidaridad entre mujeres que han pasado por abuso emocional, dependencia o manipulación extrema en sus vínculos románticos.

Mujeres distintas con contextos distintos

Una de las mujeres que asisten a este grupo es Fernanda, quien estuvo en una relación que le causó daño a ella y a sus hijos; Gabriela tiene problemas para controlar la ira; y Micaela padeció violencia durante años, antes de encontrar apoyo en el grupo.

Para estas mujeres, la dependencia emocional puede manifestarse de distintas maneras y cada una tiene herramientas diversas para afrontarla

Cuestionan el amor romántico

A través de redes sociales, el grupo invita a reflexionar en las ideas tradicionales sobre el amor.

Frases como “Que te respeten es más importante que te presuman” o “Lo que buscas no está en Tinder” tienen como objetivo concientizar sobre la importancia del amor propio y la autonomía emocional.

Expansión y acceso al apoyo

Aparte de los centros de apoyo en el centro del país, AHA se ha expandido a ciudades como Yucatán, Coahuila y Nuevo León. También cuentan con plataformas digitales y su página ofrece información sobre cómo unirse y acceder a las sesiones. (PSR)