Coatzacoalcos, Veracruz.- El desbordamiento del río Coatzacoalcos ha causado estragos severos en el municipio de Hidalgotitlán, al sur de Veracruz. Se inundaron caminos, carreteras y cultivos, además decenas de comunidades resultaron inundadas y, en algunos casos, incomunicadas.  

El desbordamiento no solo ha afectado la infraestructura y los cultivos, también ha cobrado su primera víctima, se trata de Silvestre Gustavo Reyes, un joven de 22 años, quien perdió la vida mientras intentaba arrear al ganado a caballo para ponerlo a salvo de la creciente. 

Su madre, Manuela Patraca, cuenta que el accidente se registró en el tramo El Arrozal y Zapotal: “Se espantó el animal y ahí fue donde él se ahogó”, dijo. 

Manuela hace un llamado de alerta a otros jóvenes que trabajan en las zonas afectadas para que tomen precauciones ante la fuerza de las aguas desbordadas.  

Temor por una nueva gran inundación

La situación se agrava con la contaminación de los pozos artesianos en varias localidades,  muchas familias se quedaron sin agua potable. Además, el agua ha comenzado a entrar en los hogares, mientras que aquellas casas construidas en zonas elevadas están rodeadas por la inundación.

En comunidades como Las Palomas, donde antes se cruzaba caminando o en automóvil, ahora los vecinos deben utilizar canoas para desplazarse, ya que la corriente es demasiado fuerte para caminar de manera segura y las calles están totalmente inundadas.

“Pensamos que era normal hasta el nivel del río, lo aguantamos pues, pero ahorita si ya subió demasiado ya y rápido, porque en cuatro día lo que pudimos sacar,  los animales, y ya nosotros aquí nos quedamos encerrados”, expresó Roberta Fonseca, habitante afectada.

Las familias temen que la situación empeore y que la inundación del 2010, la más devastadora que recuerdan, se repita. Se mantienen en alerta vigilando el nivel del río, que ha subido más rápido de lo habitual en comparación con años anteriores. 

Resguardan ganado

En la zona urbana de Hidalgotitlán, el agua del río comienza a filtrarse a través del drenaje, cortando el acceso a algunas colonias y zonas. 

Los ganaderos se han visto obligados a movilizar su ganado: vacas, toros, becerros y hasta búfalos están siendo arreados  a zonas altas, buscando protegerlos de las corrientes que amenazan con arrastrarlos o ahogarlos.

Juan Reyes, uno de los ganaderos de la región, relata la urgencia de la situación: “Nos está traicionando el río Coatzacoalcos que está subiendo muy recio, andamos moviendo el ganado de los compañeros, de nosotros. Hace un rato se nos ahogaba un toro, pero lo logramos sacar junto con una becerra.”

Una labor peligrosa

El traslado del ganado no está exento de riesgos, pero con las parcelas inundándose rápidamente y los arroyos elevando su nivel, los ganaderos enfrentan peligros constantes mientras intentan salvar sus animales.

Algunos han optado por rentar terrenos en zonas altas para resguardar a sus animales, mientras que otros los mantienen en caminos aún libres de agua. 

“Gracias a Dios ya lo sacamos, pero estamos ayudando a los compañeros que no han podido. Es una situación crítica, no solo por los animales, sino porque arriesgamos nuestras vidas.”, dijo Isaí Shimabuko.