Los artesanos independientes pidieron que se respeten los espacios que han utilizado durante años para ofertar su mercancía a los ciudadanos de la región y a los turistas.

Claudia Lizeth Bautista Torres, una de las artesanas del lugar, indicó que este miércoles 4 de septiembre, un particular intentó desalojarla, y que últimamente enfrenta obstáculos para vender sus productos hechos a mano y mantener su sustento familiar. Ha resistido las amenazas de desalojos y los conflictos con otros vendedores establecidos.

Señaló al propietario de un negocio establecido por intentar constantemente impedir la actividad comercial de los artesanos, quienes venden collares, aretes, pulseras y otros artículos que ellos mismos elaboran.

"La verdad es que estamos un poco angustiados porque, al final de cuentas, este siempre ha sido nuestro modo de sustento. De aquí vivimos familias. La mayoría somos padres de familia. Nuestros hijos viven y estudian gracias a este trabajo. Entonces, sí estamos preocupados", expuso durante la entrevista este miércoles 4 de septiembre.

El Callejón del Diamante se localiza entre las calles Juan de la Luz Enríquez y Benito Juárez, a menos de una cuadra del Palacio de Gobierno y la Catedral Metropolitana de Xalapa. Es un lugar emblemático en la capital veracruzana, donde también hay restaurantes y cafeterías que reciben a los turistas que visitan la región.

"Siempre hay temor porque, al final de cuentas, hay personas que buscan intimidarnos. Siempre, de alguna u otra manera, buscan estrategias para intimidarnos. Pero realmente estamos en lucha y somos conscientes de que esto es así", dijo Claudia Lizeth.

En el lugar, hay artesanos que llevan al menos 25 años con el comercio. "De manera en que nosotros luchamos y nos ganamos este espacio, se podría decir que tiene 14 años. Desde que el municipio reconoció que éramos parte del callejón, nos respetó los espacios y desde ese momento hemos estado trabajando en paz", agregó.

Este caso ha causado incertidumbre entre los comerciantes, quienes desde temprano se instalan en este céntrico lugar, donde los artesanos se han organizado para defender su espacio de trabajo.