Cosoleacaque, Ver.- “Yo cuando empecé a enseñar tenía ocho años, estaba yo chica cuando aprendí a tejer con el telar de cintura, me enseñó mi mamá, estaba yo chiquita y no quiero que se pierda”, dice Leocadia Cruz Gómez, exponente de la expresión artesanal de Cosoleacaque, en el sur de Veracruz. 

Conocida como Tía Cayita, lleva la mayor parte de su vida compartiendo su conocimiento para preservar la técnica prehispánica. Su pasión, talento y dedicación la llevó a recibir diversos reconocimientos, como actualmente, el premio a la trayectoria artesanal del concurso Gran Premio Nacional de Arte Popular 2023.

El galardón lo recibirá el próximo 15 de octubre en el estado de Michoacán, por lo que Tía Cayita se muestra contenta porque nuevamente Cosoleacaque y Veracruz sobresalen por su riqueza cultural. 

“En Cosoleacaque se refaja mucho a las niñas, si hacen una fiesta, si van a dejar una vela a la iglesia, se refajan, cuando van a recibir una imagen como ahora que es tiempo de fiesta se refajan”, explica.

ENSEÑANZA POR LA PRESERVACIÓN

Actualmente, Tía Cayita tiene 93 años, pero eso no la limita para seguir trabajando. Cuenta que continúa tejiendo indumentarias que le solicitan y enseñando a quienes muestran interés por el telar de cintura.

El objetivo por el que trabajó muchos años se consolidó; recuerda cómo inició a compartir su conocimiento y quiénes la impulsaron, porque siempre deseó que esta técnica que le compartió su mamá siguiera vigente en su natal Cosoleacaque.

“Me fue a ver un licenciado, se llama don Ricardo Pérez Guillén, me dice Tía Cayita, yo creo que usted puede dar talleres de telar y yo le dije ‘le voy a preguntar a mi esposo’ y mi esposo estaba al lado, me dice ‘¿para qué me vas a preguntar?, Enseña, qué bueno, para que no se pierda esa tradición, es una cultura’ me dijo mi esposo, ‘sí, enseña, qué alegría porque te buscan”, relata.

Al observar que nadie más que su familia tejía, en 2006 decidió abrir el Centro Cultural Nigan Tonogue, que en náhuatl significa “Aquí Estamos” y gracias a ese proyecto actualmente hay adultos mayores, jóvenes y hasta niños que siguen aprendiendo esta técnica.

“Mi misión que no se pierda y ahorita ya no, tengo alumnos aquí en Cosoleacaque, bastantes, y tejen, tengo Pajapan, tejen, de Ixhuapan, yo tengo mucha gente que le enseñé”, comenta.

SU TRABAJO HA ROTO FRONTERAS

Su trabajo y sus refajos rompieron cualquier frontera que pueda existir entre los países. A verla, llegan desde Estados Unidos, España, París y hasta Roma. También viajó a estos países para representar al artesano mexicano.

En el pabellón cultural de Cosoleacaque existe una escultura en honor a Tia Cayita, lo que la llena de felicidad, porque, dice, tiene la dicha de disfrutar cada reconocimiento en compañía de su nieta Jessica de Jesús, quien se muestra orgullosa de su abuelita.

“Ella es muy feliz haciendo lo que hace, desde que era joven siempre ha buscado eso, ese es su mayor tesoro, ver a las personas que aprendan, por eso cuando nos llaman a eventos o talleres ella no duda en decir que sí, porque nos enorgullece ser artesanos y dar nuestro conocimiento”, expresa Jessica.

EL TELAR ES SU FORTALEZA

Tia Cayita cuenta que el 9 de diciembre cumplirá 94 años, pero para ella dejar de tejer y enseñar no es una opción. Sus conocidos dicen que si alguien le hace un pedido, ella siempre lo realizará.

En tres días hace un refajo de dos metros de largo, con los colores que le solicitan, siempre promoviendo el que caracteriza a Cosoleacaque.

“Tengo 93, ya voy para 94 el 9 de diciembre y sigo trabajando bastante, estaba enferma y dije, ay, Dios, me estoy enfermando, pero fui al doctor, no me dejo, me estoy inyectando, me controlé y aquí estoy, sigo tejiendo y sigo enseñando”, explica. 

Su nieta cuenta que difícilmente descansa y que tal parece que esta técnica es su fortaleza, porque mientras teje todo va bien con ella. También asegura que le da gusto ver que siguen teniendo la fuerza necesitaría para utilizar el instrumento. 

“Esa es su fuerza, realmente siempre está tejiendo, siempre está pendiente de su telar, si le dicen que descansemos, ella dice que va a descansar hasta que ya no esté, entonces su fuerza y fortaleza es el telar”, expresa.

Es una artesana muy querida y reconocida. En la administración de Cirilo Vázquez Parissi fue regidora con la comisión de Cultura, Deporte y Educación, en la que también trabajó por rescatar la cultura de Cosoleacaque. 

Actualmente, en sus planes está tratarse una enfermedad en un nervio que le provoca mucho dolor y rehabilitar su centro cultural porque presenta algunos desperfectos. Nada la detiene para seguir promoviendo su amado telar de cintura. 

“Cuando ya Dios va a decir ‘ya me voy’, hasta ahí termina doña Cayita”, finalizó.