Catemaco, Ver.-¿Ha probado el topote? es un pequeño pez, especie endémica de Catemaco, que ha sido el sustento de los pescadores de esa zona durante años.

Este fin de semana se realizó el primer Festival del Topote, en Pozolapan, una comunidad de Catemaco.

De acuerdo con el chef Gonzalo Ranero, quien también se ha encargado de preservar la identidad gastronómica de la zona, la temporada de topote, llega a su clímax en estos meses, por lo que se aprovecha este producto que no es muy conocido en algunas zonas del estado.

Un grupo de chef y cocineros se reunieron y prepararon el topote de diversas maneras.

Frito, en chilpachole, en tapite - el tapite es un tamal envuelto en hoja blanca o de plátano, un guiso ancestral al vapor con tomate chiquito y cebolla morada de Los Tuxtlas - y la forma más especial, ahumado.

“Pozolapan es una de las últimas comunidades en ahumarlo, solo dos comunidades más lo hacen, pero acá el topote ahumado, es poco conocido, y toda la producción de topote ahumado que hacen aquí se va a Oaxaca en Semana Santa, en la sierra de Oaxaca que se convierte en un producto muy preciado en la vigilia”, explicó Ranero.

Para ahumarlo se utilizan unos hornos de barro donde se colocan los pequeños pescados. 

En esta ocasión también se usaron diversos marinados, para darle un giro al tradicional topote ahumado. Usaron sal de ajo por ejemplo y otros los enchilaron, para darle un perfil de sabor distinto a este producto.

Uno de los objetivos del  Festival del Topote es apoyar la producción del topote ahumado antes de que se pierda esta forma de prepararlo.

“Se hizo tratando de ayudar a la comunidad, a los productores de topote”, dijo.

Este festival se había planeado para el 2020, sin embargo, la pandemia del Covid -19 dio inicio y no pudo realizarse, hasta ahora.  

El festival gastronómico y cultural tuvo a dos cocineros estrella:  Nidia Hernández y a “Cocinero en Proceso” , un yutuber con 4 millones de seguidores.

También hubo muestra de artesanías de diversas comunidades de la zona y de cuadros hechos de arena por un señor de esta comunidad.

Al final, se cerró con un tradicional fandango.