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Al borde de la muerte: Hermanas Sánchez, veracruzanas con endometriosis

  • Iraís García
Este 14 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Endometriosis; Mar y Fernanda sufren esta enfermedad en Veracruz

Veracruz, Ver.- Las hermanas Sánchez, originarias del puerto de Veracruz, acumulan más de 10 operaciones debido a que padecen endometriosis, una enfermedad incurable - cuyos síntomas más comunes son el dolor y la menstruación irregular – que las llevó al borde de la muerte.

Mar Sánchez es la hermana de en medio y también la que más suma cirugías debido a la endometriosis que sufre y que le fue descubierta casi por casualidad, en un chequeo médico general cuando apenas era una adolescente.

“Yo fui la primera diagnosticada con la enfermedad en 2004, tenía 14 años, y me diagnosticaron por mera coincidencia, yo iba por un chequeo general, y gracias al apoyo de una de mis tías que es médica general me hicieron un ultrasonido en donde me encontraron un quiste en mi ovario izquierdo”, explica la joven, de 33 años.

En el caso de Fernanda, su hermana, el diagnóstico vino años después cuando ella estaba en la universidad, sin embargo, pasó toda la adolescencia sufriendo dolores tan severos que la llevaron a perder el conocimiento. El diagnóstico, entonces, era síndrome de ovario poliquístico.

“Me decían que era parte de ser mujer, que eso no se me iba a quitar hasta que yo estuviera embarazada, diagnósticos que no eran acercados. Llegué a desmayarme del dolor, a veces días donde no me desmayaba, pero era necesario sacarme de la escuela y yo no aguantaba estar sentada o parada”, recuerda.

Cuando Mar cumplió 15 años, tuvo su primera cirugía, en la que los médicos se percataron de que a su corta edad ya tenía tejido endometrial. Además, durante la operación perdió un ovario, pues el quiste lo encapsuló por completo. Tras un análisis patológico, se confirmó la endometriosis.

“Con esta cirugía se dan cuenta que tengo indicios de daño endometrial en mi intestino, lo retiran en cirugía, fue una cirugía abierta”, explica Mar.

Su hermana menor, Marijo, también padece esta enfermedad. Al igual que ella fue operada y también perdió un ovario durante la intervención, sin embargo, se embarazó y, a partir de entonces, la severidad de su endometriosis cedió. 

A Fernanda, la mayor de las hermanas, también le depararía el futuro la pérdida de un ovario.  Después de años de peregrinar en médicos y tratamientos, encontró unas jornadas de operaciones benéficas realizadas por médicos estadounidenses

Cuando abren para retirar este quiste en el ovario y resulta ser un teratoma, los médicos también se lo retiran porque no lo pueden salvar. Entonces, se dieron cuenta que en el ovario e intestinos tiene adherencias de endometriosis fuera de su matriz.

 

MAR, LA HERMANA CON MÁS COMPLICACIONES

Entre las hermanas consideran que Mar es la que tiene la endometriosis más severa. Tras su primera operación estuvo en tratamiento de nuevo con anticonceptivos, era una adolescente y dejó de tomar el tratamiento, no le dio seguimiento ni importancia hasta que comenzó con molestias.

“Los cólicos eran muy fuertes, vuelvo a tener dolores incapacitantes, yo tenía que faltar a la preparatoria, me quedaba en casa, tenía reposo, mi mamá me daba antiinflamatorios, ketorolaco de 10 miligramos, tés, paños calientes en el vientre, baños calientes, todo para mitigar el dolor”, dice. 

En ese momento, vino su segunda cirugía. El quiste estaba pegado a un costado de la vejiga y la matriz, por lo que le colocaron una malla protectora para que sus órganos no se pegaran con sus nidos endometriales.

“Eso fue con ayuda de médicos americanos en México, pero con supervisión de mi tía, que es médica, a mí me ayudó que, en la tercera cirugía, tres años después, no tuviera tantas complicaciones, esa fue ya dentro del Seguro Social, porque estaba en el tercer o cuarto año de la carrera y estaba viviendo en Xalapa.

Llegué a Urgencias con un dolor fuerte en el abdomen y mis papás deciden continuar el proceso de gestión hospitalaria en el Seguro Social, pero tuvimos el apoyo de mi tía a tener un buen diagnóstico, se pidió el historial médico”, relata.

En esa tercera intervención los médicos se dieron cuenta que la malla ayudó, pues no tuvieron que despegar órganos. Todavía pudieron salvar el único ovario que le quedaba a Mar.  Para la cuarta cirugía apenas había pasado un año. Ahí le dicen que tenían que retirarle el ovario completo, por lo que ya no podría tener hijos. 

Para Mar la decisión ya estaba tomada. No quería tener la matriz en su cuerpo, pues consideraba que le traería solo más problemas, pero los médicos no aceptaron su petición de retirarla. Le recomendaron esperar a ver como evolucionaba la enfermedad, pues la matriz le permitiría continuar produciendo hormonas de manera natural. 

La quinta y la sexta cirugía fueron ya cuando ella se encontraba en una etapa laboral lejos de casa, de sus padres y de su familia.

Las compañías en las trabajó le otorgaron seguro de gastos médicos mayores y, con ello, pudo hacerse los procedimientos, sin embargo, perdió uno de los empleos que tenía en Coahuila debido a que sus jefes nunca entendieron los dolores incapacitantes que sufría por la endometriosis, que no le permitían ni siquiera levantarse de la cama. 

En la última cirugía, los médicos al fin aceptaron retirarle la matriz, sin embargo, esto no implica que la endometriosis se haya ido. El daño le dejó una alta posibilidad de sufrir cáncer cervicouterino o de mama. 

 

EL CASO DE FERNANDA

A dos años de su última cirugía, Mar se siente afortunada por no haber tenido manejo negligente, como su hermana Fernanda, que sufrió malos manejos de cirujanos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Fernanda tuvo varios tratamientos hormonales de anticonceptivos hasta que le sugirieron colocarse el implante subdérmico, que a pesar de todas las consecuencias negativas que le trajo, decidió dejárselo por un tiempo. Tras tres años se lo retiró y entonces todo se complicó. 

 Apenas había pasado un año desde que se lo retiró cuando los dolores volvieron a ser insoportables y le detectaron un quiste muy grande. 

“Fue al médico general del IMSS en marzo del 2020 y justo entró la pandemia y cerraron especialidades y no pude acceder al servicio médico”, narra Fernanda.

Fue hasta septiembre de 2021 que comenzaron a recibir especialidades en el IMSS, en donde le hicieron hacerle estudios durante seis meses. En enero de 2022 llegó la segunda ola de covid-19, por lo esperó tres meses más. 

Una cirugía de endometriosis en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se convirtió en un calvario que casi le cuesta la vida. 

Después de un trato que ella calificó como desconsiderado, fue operada y apenas dos días después de la operación en donde le retiraron el otro ovario, comenzó con fiebres de 40 grados. Pidió ayuda, pero aun n así le dieron el alta. 

Acudió a un médico particular quien le mandó hacer unos análisis, que arrojaron que tenía una fuerte infección y tenías que ir al IMSS de vuelta a ser operada de emergencia, pues habían dejado contaminación en su abdomen y se generó una infección

La operación resultó en una serie de negligencias más. A pesar de que le hicieron lavados mecánicos volvió a infectarse y la operaron de nuevo. Para ese entonces, ella llevaba demasiado tiempo en el hospital y estaba muy desesperada porque su estado de salud se deterioraba cada vez más; pensó que no iba a sobrevivir.

Más tarde, al salir de la operación, se dio cuenta había perdido metros de intestino.

Además, al intentar colocarle un catéter central sin éxito, los médicos le perforaron un pulmón. Después, le hicieron un procedimiento para recuperar el pulmón que salió mal, pero Fernanda terminó en terapia intensiva. 

El caso de Fer es milagroso, así lo describen sus familiares y los médicos. La endometriosis y una serie de negligencias médicas la llevaron al borde de la muerte. Hasta el día de hoy no termina de recuperarse al 100 por ciento. 

Para Fernanda y para Mar es muy importante concientizar no solo a las mujeres sino a todas las personas sobre el diagnóstico temprano de la endometriosis y las consecuencias que puede tener.