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Hasta lástima doy: Casas de empeño salvan a empleados de Tránsito en Veracruz
Xalapa, Ver.- Carlos empeñó su televisor y otros electrodomésticos, Arturo pidió un préstamo bancario que se le triplicó debido a los intereses y varios de sus compañeros renunciaron. Así sobrevivieron trabajadores de la Dirección General de Tránsito del Estado (DGTE) en espera de que el gobierno de Veracruz les incrementara su salario, una promesa incumplida desde 2019.
De acuerdo con funcionarios de la Cuarta Transformación, la corrupción es el principal “cáncer” que consume al país, por lo que, cuando Cuitláhuac García asumió el cargo como gobernador en 2018, anunció aumentos salariales para los trabajadores. El plan: combatir la corrupción a través de salarios dignos.
Carlos, cuyo nombre es ficticio debido a que teme represalias, entró a la Dirección General de Tránsito del Estado (DGTE) en 2016. Desde ese año, solo recibió un incremento salarial de 200 pesos. A la fecha, su sueldo es de cinco mil 600 pesos mensuales.
Las idas a las casas de empeño son constantes, pues su salario apenas le alcanza para pagar la renta de un cuarto en una colonia alejada de su zona de trabajo. En septiembre 2022, empeñó una televisión para pagar el recibo de luz, que le llegó más caro.
“Hasta lástima voy a dar, he tenido que empeñar, pedir prestado a los familiares, a veces se recuperan, pero es un pedo, un círculo de nunca acabar”, señala desde el anonimato.
Arturo, agente de Tránsito desde 2018, tiene un sueldo menor que el de Carlos. Gana cuatro mil 200 pesos mensuales que ocupa para comprar la despensa. En julio de 2022, solicitó un préstamo al banco para comprar los útiles escolares de su hija. La deuda se le triplicó con los intereses y hasta el momento no puede pagarlo.
“No es algo de lo que me sienta orgulloso, pero en ocasiones uno tiene que aceptar mordidas para poder sobrevivir. Yo tengo un adeudo que se me triplicó, el dinero lo pedí al banco porque necesitaba pagar los útiles de mi niña” añade.
Carlos y Arturo coinciden en que los bajos salarios orillan a los trabajadores de Tránsito estatal cometer actos de corrupción, como las “mordidas” que piden a los automovilistas que cometen infracciones.
De enero a agosto del 2022, seis elementos de Tránsito del Estado de Veracruz fueron suspendidos por el área de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal debido a que cometieron actos de corrupción, informó el director de Tránsito y Policía Vial, José Antonio Camps Valencia, el pasado 8 de agosto.
PURAS PROMESAS
Según lo informado en un comunicado emitido por la Coordinación de Comunicación Social de Gobierno Estado en agosto del 2019, la administración del morenista Cuitláhuac García aumentaría los salarios de oficiales de Tránsito y Transporte como una medida de combate a las “mordidas”.
El boletín indicó que los 62 delegados de Transporte Público y Tránsito Estatal percibían alrededor de cinco mil pesos de salario, lo que ocasionaba que aceptaran sobornos. Por ello, se propuso incrementar su sueldo hasta 14 mil pesos mensuales.
La Organización Nacional Anticorrupción (ONEA) realizó un estudio en 2019 sobre los índices de corrupción en el estado de Veracruz. En él se indica que “un agente de tránsito o policíaco se corrompe si no cuenta con las prestaciones suficientes”.
En una comparación que hace con el estado de Querétaro, reporta que los policías y elementos de tránsito, según sus rangos, pueden percibir mensualmente alrededor de 33 mil pesos netos más prestaciones de ley. El sueldo mínimo en ese estado es de casi 17 mil pesos.
En septiembre del 2022, la promesa de incremento de salarios se volvió a escuchar. Incluso, el gobernador se tomó una fotografía con elementos de Tránsito y se comprometió a pagarles el aumento el pasado noviembre, pero tampoco fue así.
José Luis Lima Franco, secretario de Finanzas de Veracruz, volvió a ser cuestionado en noviembre de 2022 sobre el incremento salarial, pero respondió que “no se les dio fecha” y que el aumento no sería retroactivo. Justificó la situación como un retraso administrativo de la SSP.
Elementos de Tránsito del Estado, como Karla, decidieron renunciar e incorporarse a policías municipales, en donde el salario es 20 por ciento más alto que los cuatro mil 200 pesos mensuales que ganaban como encargados de la circulación en las calles de Xalapa