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“No más departamentos”, habitantes del Reforma sufren escasez de agua

  • Ángel Cortés Romero
Vecinos del fraccionamiento Reforma acusan a los edificios verticales de la escasez de agua; especialistas aseguraron son señal de progreso

Veracruz, Ver.- “Es horrible, es como estar sin luz, no se puede estar así”, dice María Enriqueta Morales, quien se enfrenta a la escasez de agua en el fraccionamiento Reforma, en el puerto de Veracruz.

Queta asegura que desde hace semanas las viviendas del fraccionamiento Reforma dejaron de recibir agua por más de 12 horas, por lo que los vecinos dependen del almacenamiento que tienen en cisternas, aljibes o cubetas.

Sin embargo, la escasez del agua es tal que lo que se almacena es insuficiente para que las tres personas que viven en su domicilio puedan bañarse, lavar trastes y ropa, mantener el baño limpio y hacer otras actividades, asegura.

“Ya tenemos bastante tiempo que se va a las cuatro de la tarde y regresa hasta la mañana del día siguiente”, señala.

Al igual que sus vecinos, Queta achaca el desabasto de agua que enfrenta desde hace un par de meses a los departamentos que desarrolladores inmobiliarios construyen en la zona como parte de proyectos de vivienda vertical.

De acuerdo con Pedro Fernández Martínez, presidente Cono Norte de la Confederación Inmobiliaria de Latinoamérica, los inversionistas ven al fraccionamiento Reforma como un buen lugar para la construcción de vivienda vertical.

“Esto está llegando a fraccionamiento que ya tienen edad avanzada, pero que tienen muy buena ubicación. Muchos inversionistas, desarrolladores o constructores están comprando casas de edificación grande para derrumbarlas y poder comenzar a construir vivienda vertical”, afirma.

El objetivo de la vivienda vertical es que los desarrolladores inmobiliarios inviertan en la construcción de edificios altos con departamentos a costos accesibles en zonas cercanas para evitar que las ciudades continúen expandiéndose de manera horizontal, es decir, hacia la periferia.

La construcción de edificios de departamentos en el fraccionamiento Reforma es repudiada por un grupo de vecinos cuyas casas lucen tapizadas con lonas en las que exigen que el ayuntamiento de Veracruz deje de brindar permisos para el desarrollo de vivienda vertical.

Según Miriam López de Blanco, quien forma parte de la red de vecinos inconformes por la construcción de multifamiliares en el fraccionamiento Reforma, actualmente hay 150 casas que fueron o serán derrumbadas para el futuro desarrollo de vivienda vertical.

La mujer, quien tiene su domicilio en la calle Sahagún, menciona que la construcción masiva de departamentos generó que el fraccionamiento Reforma sufra sobrepoblación, lo que, dice, acelera el desabasto de agua en la zona.

“En esta casa mis tanques se llenaban todas las noches, yo no usaba esa cisterna más que para regar el jardín, entonces ahora ya no se llenan y tengo que sacar agua de la cisterna”, relata.

De la llave del patio de la casa de Miriam López apenas cae un ligero chorro de agua. La presión es poca pese a que la altura de la llave no mide más de medio metro. De la toma de un lavadero con mayor altitud definitivamente no sale una sola gota.

Miriam, quien tiene que almacenar agua en tantas cubetas como puede, afirma que la escasez de agua es consecuencia de que los desarrolladores inmobiliarios construyen edificios sin que se amplíe la cobertura de tuberías o de nuevas tomas.

“Los tanques yo ni me acordaba de ellos cuando había agua, nunca me quedé vacía cuando no había tanto edificio, hay mucha construcción”, manifiesta.

 

Otra cara de Veracruz

A diferencia de otras zonas del puerto de Veracruz donde las carencias y el rezago social son visibles, el fraccionamiento Reforma se caracteriza por ser un área residencial de construcciones en buen estado habitadas por personas de clase media.

“El fraccionamiento Reforma fue un fraccionamiento muy familiar de muchas casas muy grandes que daba la apariencia de que vivía una élite en este fraccionamiento, pero no, aquí vivían maestros, porque este fraccionamiento comenzó con profesores jubilados”, narra Miriam López.

Además de que cuenta con múltiples casas de gran tamaño en buen estado y que los proyectos de vivienda vertical atraen el interés de los jóvenes que buscan adquirir viviendas pequeñas a costos accesibles en un área intermedia en el puerto de Veracruz, el fraccionamiento es atractivo debido a su actividad comercial.

La administración municipal de Carolina Gudiño Corro, quien fue alcaldesa del puerto de Veracruz de 2011 a 2013, otorgó permisos para que múltiples negocios, restaurantes y bares se instalaran sobre las avenidas Martí, Washington y Colón, por lo que, según los vecinos, el fraccionamiento perdió su identidad familiar.

El lado B del fraccionamiento Reforma desnuda una situación poco visible: un puñado de casas más pequeñas que el resto y con un deterioro que salta a la vista, en las que sus habitantes carecen de cisternas o aljibes para el almacenamiento de agua.

La apariencia de la vivienda de Jorge Vallejo, quien tiene su domicilio en la calle 2 de abril, entre la avenida Cristóbal Colón y la calle Alfredo Iglesias, contrasta con el resto de las casas, pero tiene un problema común: hay poca agua.

“Desde hace un año es una problemática la falta de agua, el suministro normal, la fluidez sobre todo del vital líquido. No hay presión y es mínimo lo que cae, en el día hay poca agua y en la noche también”, comenta Jorge.

El hombre califica como un crimen que con las temperaturas que en la última semana superaron los 33 grados Celsius en el puerto de Veracruz haya desabasto de agua y también señala que los condominios son el origen del problema.

“Hay muchos condominios que han construido en el Reforma, hay un mundo”, consigna.

 

Vivienda vertical ¿una oportunidad?

Según Pedro Fernández Martínez, presidente Cono Norte de la Confederación Inmobiliaria de Latinoamérica, la construcción vertical es un indicador de progreso y una oportunidad de reedificación urbana que logra que los servicios se optimicen en un único lugar.

De acuerdo con Fernández Martínez, la vivienda vertical da oportunidad a que las personas que vivían en grandes ciudades adquieran un departamento para vivir en el puerto de Veracruz aprovechando que el trabajo a distancia se estableció a raíz de la pandemia de covid-19.

También considera que la construcción de edificios de departamentos son un nicho idóneo para personas, sobre todo jóvenes, que buscan establecerse en zonas cercanas a sus centros de trabajo.

El empresario advierte que pese a los beneficios que conlleva la construcción de vivienda vertical, estos sólo se pueden lograr si los responsables de los departamentos de desarrollo urbano y las constructoras garantizan que los servicios de agua, la energía eléctrica y la eficiencia de la vialidad sean factibles. 

Sin embargo, Miriam López señala que los desarrolladores inmobiliarios que construyen condominios en el fraccionamiento Reforma no invirtieron en la ampliación de la red de tuberías de agua potable ni drenaje y tampoco en la cobertura eléctrica, pues los vecinos también sufren apagones constantemente, expresa.

Aunque el problema del desabasto de agua también es de conocimiento del Grupo MAS, empresa que administra el servicio en la zona conurbada Veracruz-Medellín de Bravo, los vecinos del Reforma afirman que la concesionaria no atiende sus quejas.

La alcaldesa del puerto de Veracruz, Patricia Lobeira Rodríguez, informó el 9 de mayo de 2022 que su administración negará permisos a desarrolladores que busquen construir nuevos proyectos de vivienda vertical en el fraccionamiento Reforma.

“Sabemos que es una preocupación de los vecinos, por eso se dio la instrucción desde enero, que no se va a dar ningún permiso a ninguna obra de departamentos”, externó.

Pese a la promesa de la alcaldesa, emanada de las filas del Partido Acción Nacional (PAN), en el fraccionamiento son visibles varias construcciones que se encuentran aún en proceso y casas que son demolidas para futuros edificios.

Las quejas por las construcciones de departamentos en el Reforma van más allá de la falta de agua, pues sus habitantes viven un hartazgo motivado por drenajes insuficientes, saturación de las redes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la falta de cajones de estacionamiento.

 

ch