Veracruz, Ver.- Durante su visita a la ciudad de Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que el estado sea un punto clave en el desarrollo económico, industrial y turístico del país, en especial la región sureste del país con el plan para el Istmo de Tehuantepec.

El mandatario en la fortaleza de San Juan de Ulúa con empresarios de compañías nacionales y extranjeras, gobernadores de estados del sureste y representantes de Estados Unidos y Canadá, con quienes dialogó sobre las ventajas de apuntar hacia Veracruz para hacer negocios.

De acuerdo a los dicho por el presidente y los otros asistentes, el plan económico e industrial beneficiará a los estados de Oaxaca y Veracruz, pero también a Chiapas y Tabasco. López Obrador dijo que existe voluntad de las empresas para instalarse en el sureste.

“Hay confianza por parte de los empresarios y ayer lo manifestaban empresarios de la cervecera que se instalará en Veracruz”, indicó.

En la presentación del Plan de Desarrollo para el Istmo de Tehuantepec, detallaron que en la región sur del estado y el norte de Oaxaca, se instalarán más de 10 zonas industriales, unidas por medio del ferrocarril transístmico que pasará por los puertos de Coatzacoalcos, Salina Cruz, Dos Bocas y Nuevo Chiapas.

A la reunión también asistieron los gobernadores de Rutilio Escandón, de Chiapas; Alejandro Murat, de Oaxaca; y Carlos Manuel Merino Campos, de Tabasco, quienes acordaron fortalecer la relación entre los estados para hacer del sureste una zona atractiva para la inversión privada.

Asimismo, estuvo presente el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien a su vez felicitó al Gobierno Federal por activar la capacidad industrial de la región, y reafirmó la voluntad del gobierno estadounidense para colaborar con el presidente López Obrador.

“Ahora estamos en la mirada al sur, que por muchas épocas de la historia de Estados Unidos la mirada era a otros lugares”, dijo el embajador.

Mencionó que tras la invasión de Rusia a Ucrania, se vio la inestabilidad que supone la colaboración entre países del mismo hemisferio, y que las potencias mundiales ahora están en camino de potenciar a los vecinos del sur para aumentar el desarrollo.

“Si la historia nos ha enseñado algo, es que la relación entre Estados Unidos y México es para siempre”, puntualizó.