Todavía no concluye el horario de invierno, pero no está de más recordar que en poco más de un mes, para ser más específicos, el 3 de abril del año en curso, deberemos adelantar nuestro reloj para ajustarlo al nuevo horario de verano.

Este cambio entrará en vigor desde el mes de abril hasta el final de octubre, teniendo una duración de poco más de 6 meses. 

Es el más largo en contraposición al de invierno, el cual tiene una duración de 5 meses.

¿En qué estados no se aplica el cambio?
En algunos lugares de México no se utiliza el cambio de horario, esto con la finalidad de mantener a flote la economía a través del turismo, como el es caso de Quintana Roo, que para aprovechar al máximo la luz solar para sus playas, mantiene un mismo horario todo el año.

Otro estado que no aplica el cambio es Sonora, esto por los acuerdos económicos que la región tiene con el vecino del Norte, así como también para mantener las zonas turísticas con mayor luz del día, como el caso del estado del Sureste.

 En algunas zonas fronterizas (los 33 municipios que pertenecen a la franja norte) el cambio se efectúa en otros tiempos, ya que por sus comercios ligados directamente con Estados Unidos, prefieren mantener los cambios horarios que este país efectúe. 

¿Desde cuándo se hace el cambio de horario en México?
Los cambios de horarios se empezaron a plantear desde el siglo XIX, con el entonces embajador de EU  en Francia, Benjamín Franklin, exponiendo que se podría ahorrar más aceite si la gente se levantaba más temprano para hacer sus quehaceres. Y este cambio a gran escala se empezó a efectuar en el marco de la primera guerra mundial, específicamente en 1916, cuando Alemania estableció como ley el nuevo horario para ahorrar iluminación artificial y así destinar más carbón para la guerra.

En México, el cambio está establecido en la ley desde el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en 1996, donde a través del Diario Oficial de la Federación, se especificó que se tendría que efectuar los nuevos horarios a partir del primer domingo de abril al último domingo de octubre.

"En 1996, mediante el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, se estableció el Horario de Verano con el objetivo de ahorrar energía eléctrica a través de un mejor uso de la luz natural", se puede leer en un comunicado que la Secretaría de Energía (Sener) publicó en el 2019.

¿Ahorro de electricidad? Cambio abre polémica
Investigadores descubrieron que con el horario de verano sí se ahorraba energía durante las noches, pero se gastaba durante la mañana en las horas de oscuridad previas al amanecer.

Matthew Kotchen, un economista de la Universidad de California, vio en Indiana un comportamiento perfecto para el estudio. Con el cambio de hora se consiguió ahorro en luz artificial, pero aumentó el consumo en aire acondicionado. Esto se debe a que la gente, aunque llegara una hora solar más temprana a sus hogares, durante este tiempo sigue haciendo calor, por lo tanto, se tiende a encender el aire acondicionado al llegar a los hogares.

Aunque otros estudios han comprobado que si hay un ahorro de energía, aunque mínimo, que si puede tener un impacto significativo comparando el uso de un país.

El cambio de horario había ahorrado, en 2011, 1,3 teravatios de electricidad. Esa cifra sugiere que durante el horario de verano se reduce el consumo anual de electricidad de U.S. a un 0,03 por ciento y el consumo de energía global en un 0,02 por ciento. 

Por lo tanto, el uso de energía puede depender directamente del tipo del clima en el cual te encuentres y de qué forma puede impactar en tu uso diario de la energía como tal. Pero los cambios de horario ya son tan comunes en nuestros ideales colectivos que se perciben casi sin cuestionarse el por qué de su existencia.