Coatzacoalcos, Ver. – “Justicia para Michell”, gritaron tres veces familiares y amigos frente a la rumba de Michell Pérez Tadeo,  asesinada en la Ciudad de México. Este jueves fue sepultada en su natal Coatzacoalcos, municipio de donde emigró en busca de mejores condiciones de vida.

“Solo te voy a decir algo, que no permitas que la muerte de mi hija quede así”, dijo Josefa, madre de la joven de 29 años, frente a las imágenes religiosas durante el funeral.

Junto a decenas de flores quedaron los sueños de aquella joven por convertirse en una conductora de un programa de deportes con reconocimiento a nivel nacional.

Rosas y girasoles fueron colocadas sobre su tumba. Decenas de personas se dieron cita en el camposanto, y aunque toda pérdida de un ser querido es dolorosa, en este caso se impuso la impotencia, el enojo y la razón aún inexplicable sobre crimen de Michell.

Entre las lágrimas y reclamos, sobresalía la pequeña Regina, de cuatro años, quien sin tener razón de lo que ocurría expresaba, “Mi mamá está durmiendo”, “Este girasol es para mi mamá”.

En medio de un jueves caluroso, los restos de Michell fueron depositados en una tumba fría, que no dejo ver su rostro sonriente que la iluminó durante 29 años.

”¿Por qué me la arrebataron?

Amigos y familiares montaron guardias a los costados del féretro oscuro, que después de ser cargado fue depositado a la tierra.

Mientras era bajado el ataúd, las golondrinas no dejaban de sonar y se mezclaban con los lamentos de, hermanos y los padres de Michell, quienes solo preguntaban una cosa al cielo “¿Por qué la mataron?

Lo bóveda fue cerrada y se colocaron varios arreglos florales, así como coronas y un micrófono, pues su familia le pidió “que desde el cielo siguiera conduciendo”.

“Gracias a todos los que nos apoyaron, esperamos que la muerte de mi hija no quede así”, y todo el mundo le aplaudía a la joven que perdió la vida en la Ciudad de México, víctima de feminicidio.

“Con todo, menos con miedo”, gritaron todos y se despidieron de Michell Simon.