Boca del Río, Ver. - Una palmera repleta de cocos se encuentra en la entrada del taller en donde un grupo de jóvenes estudiantes del Tecnológico de Veracruz trabajan día y noche para competir en un concurso organizado por la NASA.

Ellos integran el grupo TECNM Explorers y construyen un vehículo que debe ser capaz de soportar las condiciones de Marte o de la Luna para recabar muestras, como parte del llamado “Desafío Rover de Exploración Humana”.

Para juntar fondos, los jóvenes tuvieron que aprender a preparar roles de canela y después los vendieron en sitios como el bulevar del puerto de Veracruz. Ahora, sorteado el obstáculo del financiamiento, trabajan a marchas forzadas para cumplir los plazos de la agencia espacial.

José Luis López Santiago, de 22 años y líder del equipo, sostiene que para soñar no debe haber miedos ni límites, pues lo único seguro en cualquier proyecto es “partir del no”. Con esa filosofía convenció a sus compañeros para aceptar el reto.

“He participado en muchas cosas, ahora sí que el miedo siempre va a estar, siempre lo vas a sentir (…), más que nada es tener el valor para sobresalir del miedo: el ‘no’ ya lo tenemos para todo, está en cualquier cosa, ya sea académica o profesionalmente, entonces hay que buscar el sí”, dice.

Los estudiantes consiguieron que su proyecto fuese revisado preliminarmente por Luis Enrique Velasco, ingeniero mexicano aeroespacial que hizo posible el rover Perseverance de la NASA que llegó a la superficie de Marte el 18 de febrero de 2021. Con ánimo y orgullo explica que él mismo les dio el visto bueno después de hacerles algunas recomendaciones.

De esta manera superaron el primer filtro de la competencia y próximamente acudirán a Huntsville, Alabama, en Estados Unidos, para la competencia que se llevará a cabo del 28 al 30 de abril.

ENTUSIASMAN A ALTRUISTAS

Judith Linares Rosales, de 21 años, afirma que además de buscar el triunfo el principal objetivo de la competencia es dejar herramientas y el equipo necesario para los estudiantes que quieran participar en próximas ediciones.

Actualmente, el equipo está conformado casi en su totalidad por estudiantes de Ingeniería Mecatrónica del Instituto Tecnológico de Veracruz, así como por una alumna de medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien ayuda realizando traducciones.

Junto con José Luis, la estudiante reconoce que han conseguido empatía de los habitantes de la zona conurbada y de empresarios que realizaron diversos donativos.

Detallan que la COPARMEX de la región los apoyó para dar a conocer su caso ante los medios de comunicación organizando una rueda de prensa. Después, algunas empresas especializadas también los contactaron para ayudarlos.

“Una de ellas es MR Seguridad, la cual entregó guantes, caretas, lentes y botas para trabajar en el taller de manera segura”, expone.

Destacan que por su parte la empresa Oxígeno 21 también donó el material que necesitaban y recibieron equipo especializado del taller “Maquinaria y Herramientas Iván”.

Recientemente, incluso el gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, les confirmó que otorgaría financiamiento para el viaje que deben realizar como parte de la competencia.

“Se recibió el apoyo faltante; ya alcanzamos el límite, pero lo que sí buscamos es que este proyecto no se quede aquí, que en próximos años los chicos que quieran participar lo hagan teniendo material, o que si le van a hacer mejoras al vehículo nuestro se queden con cierta cantidad monetaria. Esto es más que nada para los chicos que vienen”, comenta el líder de TECNM Explorers.

En total los 14 estudiantes trabajan día y noche para construir su vehículo y también agradecen el respaldo de su profesora, Paulina Gutiérrez León, apuntando que les queda semana y media para ensamblar el rover.

TALLER IMPROVISADO

El taller de los estudiantes se encuentra en el patio de la casa de uno de sus compañeros. Durante meses se han enfocado a diseñar, modelar digitalmente y construir el vehículo de propulsión humana que sirve para la exploración de planetas y de la luna.

“Tenemos que hacer todo el proceso de diseñar, modelar en una computadora y de ahí construirlo. Actualmente, estamos en el proceso de construcción.

“El objetivo principal era que nos aceptaran la propuesta para poder participar; entregamos los documentos y la información a la NASA y ahora queremos ganar, impulsando a los jóvenes de Veracruz y del Instituto Tecnológico”, destaca José Luis.

Admiten que no ha sido nada fácil. Ante la falta de recursos tuvieron que aprender a preparar roles de canela para ponerlos a la venta para ir comprando el material que necesitaban.

Poco a poco la iniciativa fue ganando adeptos y pronto les prestaron un horno industrial y una revolvedora para facilitarles el trabajo. Ahora ya no necesitan hornear pan y pasan hora tras ahora soldando y haciendo ajustes a su diseño.

Entre los requisitos del reto, los jóvenes también han cumplido con la difusión de la ciencia realizando talleres para niños.

“A partir de la rueda de prensa muchos nos veían en la calle y nos decían ‘ah, son los chicos de la NASA.  Mi compañero José Luis tiene mucha iniciativa en todo lo que intenta; a él desde hace mucho tiempo siempre le ha interesado participar en concursos y talleres.

“Él encuentra este concurso buscando formas de salir adelante, formó el equipo y mandamos el reporte para el primer filtro, por ello quedamos y estamos participando ahora”, dice Judith Linares Rosales, quien confía en que el próximo año pueda competir nuevamente.

La joven sostiene que día a día están “dando batalla”, pues el modelo debe ser capaz de realizar la recolección de muestras líquidas, sólidas, así como de efectuar la colocación de instrumentos y cumplir con la toma de fotografías.

“Al comienzo todo el equipo iba aportando ideas, conforme fue avanzando el diseño el equipo mecánico revisó la parte matemática de la estructura junto con el equipo de manufactura. Ahora lo que hacemos es unir la parte de la teoría y la práctica; hicimos una investigación de innovación y vimos lo que otros equipos podían hacer y qué no podían hacer.

“Además, con este diseño tuvimos hace poco una reunión con el ingeniero Luis Enrique Velasco que nos asesoró. Hay cosas que no sé, es algo multidisciplinario, inclusive la compañera de medicina nos ayuda con la documentación y la traducción de los documentos tanto de inglés a español como de español a inglés”, añade la estudiante.

Los jóvenes del tecnológico esperan que cualquier interesado pueda seguir sus avances en su perfil de Facebook TECNM Explorers, en donde realizan sorteos y reciben todo tipo de comentarios y mensajes de apoyo.

FP