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Aby sobrevivió pandemia y paga estudios con su estética en el puerto

  • Inés Tabal G.
Pese a pandemia y falta de trabajo, Aby decidió seguir adelante con su estética Musa y concluyó sus estudios universitarios

Hace un año Aby contempló cerrar su estética, las bajas ventas por la pandemia y los altos costos de renta y servicios de luz y agua no le dejaban otra opción, además tenía que pagar la colegiatura de la universidad, el alquiler del departamento donde vivía y los gastos de internet y comida.

Pese a todos estos problemas que derivaron de la emergencia sanitaria de la covid-19Aby decidió seguir adelante con su estética Musa, pues no estaba dispuesta abandonar el sueño que por años fue construyendo.

A la edad de 17 años salió de su pueblo en Santiago Tuxtla, en la región selvática de Veracruz, para buscar más oportunidades económicas y de estudios. La primera vez que aplicó para el examen de ingreso a la universidad no quedó, por lo que decidió estudiar belleza.

 

 

Durante el tiempo que estuvo estudiando belleza trabajó como mesera para pagar sus clases, al graduarse la contrataron como maestra en la estética donde estudió.

Tras dos intentos fallidos por entrar a la carrera de medicina, decidió aplicar para Ciencias de la Comunicación en la Universidad Veracruzana (UV), donde fue uno de los primeros 20 lugares en la lista de aceptados.

 

"Musa es creación de proyectos escolares (...), lo que yo había aprendido de algunas materias, como de crear un eslogan, un logo, qué los colores utilizar, todo eso lo fui aplicando y salió todo el concepto", dijo.

 

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El principal objetivo de Aby era crear su propia empresa, sabía que al estudiar Comunicación obtendría los conocimientos y herramientas para formar un negocio, el cual era Musa, su estética se creó a través de los múltiples trabajos escolares que realizó dentro del aula.

Tras pensarlo mucho tiempo se salió de trabajar en la escuela de belleza y puso su propia estética, para no pagar renta de un local decidió acondicionar el departamento donde vivía.

El primer año que estuvo dando servicio su clientela, fue creciendo y tuvo que buscar otro espacio para trabajar y para que las personas que acudieran se sintieran más cómodas.

En el segundo año, la pandemia de la covid casi hizo que perdiera su negocio, estuvo dos meses sin trabajar ni recibir citas, acatando las medidas de sanidad que la Secretaría de Salud impuso para controlar la propagación del virus.

 

"En un principio no sentí que fuera algo que me afectaría, porque dije tengo un colchoncito para cubrir renta de dos meses que era lo que más me preocupaba, en el segundo mes cuando todo se estaba prolongando ya me empecé a preocupar", contó.

 

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El pago de la renta, luz y otros servicios se fueron acumulando, además los gastos de internet y pagos de la escuela y del departamento donde vivía con su pareja, que eran otras deudas que iban creciendo la par que la demanda de trabajo disminuía.

 

Ser estudiante y trabajar sin sueldo fijo en tiempos de pandemia

Aunque hubo temporadas en la que los servicios aumentaron en su estética, como el mes de diciembre, el ingreso era inestable.

 

"Es difícil porque yo todo el tiempo que estuve trabajando y estudiando, sabes que no tienes un ingreso fijo, no es como que sepas que cada quince días vas a tener un ingreso y lo poco que me ingresaba era para invertir de nuevo en productos", aseguró.

 

Además de la falta de trabajo, otra de las cosas que a Aby le preocupaba era enfermarse del coronavirus, ya que atendía a personas y no sabía cuándo podría ser ella quien saliera contagiada.

 

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A diferencia de muchos trabajadores no cuenta con un seguro médico que la pueda respaldar si se incapacitaba.

"Si yo dejo de trabajar, dejo de generar y el lugar que estoy rentando no se paga solo, entonces sí, tenía como ese miedo", dijo.

Por fortuna mencionó que no se ha contagiado de covid, además cuenta con el apoyo de su pareja, los gastos de alquiler de su casa y comida son absorbidos por los dos, aunque hay veces que los días no son tan buenos en su estética, siempre salen a flote.

Actualmente, con el plan de vacunación contra la covid-19, el cual ya cubrió a casi toda la población veracruzana, las condiciones de trabajo para los emprendedores como Aby mejoraron.

Las actividades no esenciales retomaron su curso, así como el regreso escalonado a clases, sin embargo, la nueva variante Ómicron pone en riesgo los avances que se generaron con la vacunación.

 

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Esta nueva variante surgió en África y rápidamente se esparció a distintos países del mundo. En México se tiene el registro de 25 casos confirmados de Ómicron, 16 están localizados en la Ciudad de México, seis en Estado de México y tres en Tamaulipas.

 

Precariedad laboral la otra pandemia que enfrenta Millennials

Aby pertenece a la generación de los Millennials, la cual juega un papel importante en la economía del país, esta generación que la conforman los nacidos entre 1981 y 1996 y que forman parte fundamental en la fuerza de trabajo.

El estudio realizado por BBVA Research; Los Millennials en la Pandemia: Perfil de Ingresos y Gastos, estima que casi 20 millones de Millennials trabajaron durante la segunda mitad de 2020, lo que equivale casi a uno de cada tres trabajadores activos.

 

"Dos terceras partes del gasto total de los hogares con jefatura Millennial se destinan en tres rubros: alimentos dentro del hogar, transporte y comunicaciones, y vivienda y servicios", señala el documento.

 

Los ingresos por trabajo subordinado fueron la principal fuente económica para este sector con 80.4 por ciento de la población, con 8.1 fue los trabajos en negocios e independientes, las rentas de la propiedad e intereses 4 por ciento, transferencias y otro fue de 3.7 y 3.8 por ciento.

El ingreso personal de los Millennial ascendió a 7 mil 251 pesos mensuales, mientras que entre los miembros de la Generación X fue 12.3 por ciento superior, al ubicarse en 8,141 pesos mensuales.

En el estado de Veracruz un Millennial gana por trabajos subordinados aproximadamente 5 mil 738 pesos mensuales, de esta cantidad gastan en renta entre mil 708 pesos.

 

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Los gastos que más generan son en alimentos dentro del hogar (37.7 por ciento), transporte y comunicaciones (16.6), vivienda y servicios (12.4), cuidados personales (8.5), limpieza y cuidados de la casa (6.5), alimentos fuera del hogar (5), educación (3.9), vestido y calzado (3.3), Salud (2.6), Esparcimiento y turismo (1.6) y Transferencias de gasto (2.1).

El documento señala que, pese a que este sector ocupa una gran parte de la fuerza laboral en el mundo, os esquemas laborales y de seguridad social fueron pensados para una época que ya no es vigente y para una población con propósitos de vida distintos.

Además, las condiciones por la pandemia de la covid-19 impusieron nuevos retos y escasez de trabajo, por lo que jóvenes como Aby tienen que enfrentar nuevos desafíos laborales, resistiendo la crisis de la emergencia sanitaria.

Pese a eso Aby aún mantiene su estética en pie, además da clases de alaciados y maquillaje a personas que como ella deseen aprender y emprender su negocio.