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Director, ¿y mi boleta?; estudiantes de Coatepec demandan certificados

  • Carlos Caiceros
Alumnos de secundaria todavía no reciben sus certificados del ciclo 2020-2021; los trámites a distancia los pueden hacer reprobar

En un mensaje fechado el 13 de agosto de este año, una alumna solicita al director de su secundaria que pueda explicarle por qué no aparece su boleta cargada en el sistema para tal efecto; la chica está atendiendo al mismo mensaje automatizado que en un caso como el suyo es enviado: “si la boleta no está, debe ponerse en contacto con las autoridades de su escuela”.

Un día después, el director no respondió a la petición de la alumna, quien además de disculparse por presionar por esa vía, le comunica que no puede continuar con su proceso de inscripción al bachillerato, al necesitar por fuerza no solo la boleta, sino también el certificado de conclusión de estudios de la secundaria.

No es un caso aislado. Más estudiantes enfrentan la misma situación, de acuerdo con autoridades de la SEV, que pone en jaque la continuación de sus estudios de bachillerato, pues el certificado es un requisito inexcusable para seguir inscrito.

Pero las escuelas no saben qué hacer, o cómo hacerlo a pesar de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) advirtió que no debían reprobar alumnos en el ciclo escolar 2020-2021, es decir, en un ciclo escolar donde las clases fueron a distancia por completo problemas administrativos perjudican directamente a los educandos.

 

 

Y la postura del plantel, que aún con esta fecha no termina de resolver el problema, es que la alumna tenía materias reprobadas y por ello, ni siquiera había derecho a reclamar la falta de tramitación de su caso. El caso se mantiene anónimo, para evitar represalias, sin embargo, los padres de la menor advierten que procederían contra los directivos del plantel acusando omisión de funciones y abuso de autoridad, al ir postergando el trámite sin darles información.

 

¿POR QUÉ NO TENGO BOLETA?

En el caso de la alumna, capturas de pantalla de los mensajes enviados al director denotan que hubo insistencia por saber su condición académica al enterarse que reprobó materias.

Para el 3 de septiembre, la alumna escribe nuevamente y pide conocer cuántas y cuáles fueron las materias que reprobó, cuando el ciclo escolar tenía semanas de haber terminado.

Pregunta igualmente cuándo serán los exámenes, pues expresa que ha preguntado a su maestro y tampoco le ha informado.

Vuelve a ocurrir lo mismo, pasan uno, dos, tres días y al cuarto vuelve a preguntar y solicitar que haya amabilidad de responderle.

Tras esa manifestación el director responde: “Hoy por la tarde tendremos la información, por favor, mándeme mensaje como a las 7 pm, gracias”.

El mensaje para preguntar que ocurrió por fin, llega a las 8:36 de la noche por parte de la alumna y nuevamente no hay respuesta. Esta llega al día siguiente, 8 de septiembre.

 

“Estamos viendo eso con mi personal administrativo para agilizar ese proceso, tienen un costo que les haremos saber y esperamos ya tenerles respuesta puntual, irían con resultado de agosto-septiembre”.

 

FALLÓ EDUCACIÓN A DISTANCIA

El caso de esta alumna, como el de muchos de sus compañeros, se complica debido a que en el ciclo 2020-2021 terminaron tercero de secundaria, sin embargo, se inscribieron primer semestre de prepa sin certificado y sin calificaciones.

 

 

Aunque ella y sus padres estuvieron acudiendo con el director y con el secretario de la secundaria para que les explicaran que pasaba, nunca les dieron respuesta formal como también lo demuestran los mensajes a los que este medio accedió; después, sin darles boleta, les dijeron que habían reprobado algunas materias y debían regularizarse.

Lo cierto es que nunca subieron las calificaciones al sistema y en la escuela, basándose en una normativa emitida por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para estos casos y tras su misma incompetencia, trataron de cuadrar a los alumnos rezagados.

En este sentido, la autoridad educativa concedió etapas de regularización de certificación, revalidación e incorporación, destacando que se estaba ponderando el interés superior de la niñez, “privilegiando la continuidad académica y la máxima protección a los educandos”.

El documento refiere que las acciones de control escolar concluirían el 30 de noviembre de este año y si bien podían extenderse al ciclo que acaba de iniciar -2021-2022- en estos casos no aplica pues los alumnos ya no seguirán en esa escuela, sino que pasaron a un nivel distinto.

La normativa señala que para acreditar las materias que quedaron pendientes, los maestros pueden ordenar tareas, trabajos o actividades académicas extraordinarias adicionales u otros aspectos que demuestren los aprendizajes y saberes adquiridos del educando, tras lo cual se deberá asentar la calificación.

Para el caso precisamente de quienes dejan un nivel educativo para pasar a otro, el documento establece que deberán ser evaluados conforme a lo que establezcan el Consejo Técnico Escolar y la dirección de la escuela en la que cursa, con los parámetros ya señalados.

En cualquier supuesto, la SEP mandata que la calificación y la boleta de los alumnos que reprobaron materias en un periodo ordinario, deberán quedar asentadas y entregadas al término del periodo extraordinario, es decir, al 30 de noviembre, lo que en el caso no ha ocurrido.

A la alumna, la escuela preparatoria en donde se encuentra ya le está exigiendo su certificado, advirtiéndole que si no cumple con entregarlo la darán de baja.

La respuesta de la escuela no ha sido la más grata. En entrevista con un docente, notablemente molesto, confirmó que esta situación se presenta en certificados de varios alumnos, pero justificó que es un problema de “sistema”, lo que a su decir, no violenta la normatividad.

Pero para el caso concreto de la queja de la alumna, el maestro afirmó que ni esta ni sus padres tienen derecho a quejarse, puesto que la chica tiene materias reprobadas.

 

“Eso sí te lo dejo claro. No puede poner una queja un padre de familia cuando sabe de la situación, que su hija estaba reprobada. Si yo me apego a mi normatividad, nosotros estamos bien, no tenemos ningún problema.

“En todas las escuelas a nivel Veracruz está atrasado, por los cambios de la normatividad del gobierno, no somos nosotros”, señala.

 

El docente sostuvo que los maestros tenían del 30 de noviembre al 10 de diciembre evaluar y asentar las calificaciones y por ende, afirmó que están en tiempo y forma pues solo han pasado unos cuántos días hábiles desde esa fecha, pero insistió en descalificar el reclamo de la alumna.