Estamos a nada de empezar las celebraciones navideñas, sin embargo, desde el 1 de diciembre comenzaron los intercambios de regalos en oficinas, escuelas y entre familiares, pero en Estados Unidos crearon una nueva dinámica para darle un toque diferente a las fiestas.

Esta nueva tradición es todo un éxito en redes sociales y foros de internet, en donde piden consejos para dar el mejor regalo de elefante blanco.

Las reglas del intercambio “elefante blanco” son simples, primero el grupo de personas que hará el intercambio deberá establecer un precio máximo de los regalos, pero en esta nueva tendencia no se selecciona una persona específica para regalarle.

En vez de sacar papelitos con nombres y regalarle algo que le guste, los grupos que participen en el intercambio deberán comprar algo al azar, ya que el acreedor o acreedora del regalo se definirá directamente en la fiesta.

Aunque en grupos pequeños como oficinas, familias o amistades es posible identificar posibles regalos ideales, los intercambios de “elefante blanco” permiten que los participantes se lleven a casa algo interesante o de lo contrario, un regalo que no "les sirva para nada".

Ya en el momento de la fiesta, los asistentes deberán seleccionar papelitos con números del uno hasta la cantidad de personas en la reunión y los regalos se colocarán, envueltos y sin delatar lo que son, en una mesa.

Tras esto, las personas van a ir pasando en el orden que le tocó en el papel, a quien le salió el uno, pasa primero, al que le tocó el dos pasa después, y así hasta acabar todos los papelitos.

Sin embargo, aquí viene la diferencia.

Si una persona previa ya abrió su regalo, y el que te tocó después no te gusta, puedes robarle el regalo si es que te llama más la atención o simplemente te gusta más. Ante esto, la persona a quien le robas no puede pelear por el regalo y deberá tomar otro aún sin envolver de la mesa.

Un mismo regalo puede ser robado dos veces, es decir si le quitaste su regalo a alguien que pasó previamente, una persona que le toqué pasar después se lo podrá quitar si es su decisión, y ya no podrá ser robado una tercera vez.

Los asistentes pasarán a tomar un regalo envuelto o robar uno ya abierto hasta que pasen todos y no quede ningún presente en la mesa. Debido a esta dinámica, las personas que hayan robado regalos tienen mayor posibilidad de llevarse algo más apegado a lo que buscaban.

Otra opción de este juego navideño es conseguir los regalos "más horribles o inútiles" que se puedan encontrar y así  los participantes juegan por llevarse el regalo menos “peor”, aunque esta versión no es tan divertida.