Coatzacoalcos, Ver. - Faltan diez minutos para que den las ocho de la noche y Mariela tiene que entrar a trabajar en una conocida taquería del centro de Coatzacoalcos, debido a que vive en el poniente de la ciudad prefiere tomar un taxi para llegar a tiempo.

"Me puede llevar al centro por favor amigo, aunque tengo un poco de prisa, podría acelerar o llevarme por el malecón o una ruta rápida", expresa la jóven.

El taxista asiente, pero le dice que es más rápido ir por la avenida López Mateos de la colonia Petrolera, ya que a esa hora el malecón registra mucho tráfico; tras subir emprenden el viaje sobre la avenida Universidad y cruzan colonias como Pensiones, Palmitas y Petroquímica para llegar en menos de cinco minutos a la petrolera.

Al entrar a la colonia - de los ricos- (como dice el ruletero) pasan por la calle Ignacio de la Llave y antes de llegar Reforma, la joven de 27 años pierde la mirada en un edificio viejo y aunque ya ha pasado por este lugar muchas veces, no se atreve a preguntar a los taxistas.

"Eso era un hospital jóven, se llamó Medicentro", dice el conductor mientras desacelera un poco su taxi.

Mariela dice que ya ha escuchado de algunas historias del hospital viejo de color café, desde cuentos de terror en su trabajo hasta supuestas experiencias de otras personas. Lo único en lo que si cree, es que pasan cosas paranormales y al pasar por ahí se siente un ambiente de suspenso y quizá escalofríos.

Es un hospital fantasma, asegura el taxista

Aunque por la prisa, el taxi 125 no se detuvo, los cinco minutos que quedan de la corrida son precisos para que el chófer cuente a la curiosa joven lo que sabe de aquel lugar, catalogado como un sitio embrujado por muchos porteños.

Después de haber iniciado operaciones de manera normal y con gran cantidad de atenciones médicas, cirugías, venta de fármacos, éste lugar tuvo que ser cerrado abruptamente en el año 1992. 

Hay dos versiones que giran en torno al cierre de este lugar cuyos costos eran un tanto elevados y donde solo las personas con buenos ingresos accedían: la primera es que sus dueños decidieron cerrar por problemas financieros derivado de una mala administración, mientras que la segunda es la que da pie a la leyenda, las actividades paranormales que ocurrían después de los primeros casos de fallecimiento.

"Pues no sé si me crea jóven, pero pues dicen que es un hospital embrujado, porque algunos colegas que han pasado después de la media noche dicen que escuchan ruidos extraños, y que según ven siluetas entre las paredes, yo la verdad no he visto nada", dice el taxista antes de dejar a Mariela en su centro de trabajo.

La jóven paga la corrida y se va a atender a los clientes, aunque se quedó con ganas de escuchar más historias del Medicentro.

Que ocurre en este lugar

Una gruesa estructura de concreto con acabado en tirolesa se observan en la fachada principal de este lugar, una enorme puerta que no se abre desde hace muchos años se observa corrida.

El lugar es enorme y abarca varios metros cuadrados, la luz fue cortada por los dueños, lo que favorece a las leyendas que presuntamente ocurren en los cuartos y pasillos.

Algunos jóvenes cuentan en reuniones que han logrado entrar a este lugar tras pagar una cantidad de dinero al vigilante, aunque no muestran fotos del lugar, poniendo en duda sus historias. Aunque las leyendas son similares en los grupos donde se habla del hospital.

Una mujer vestida de bata color blanco camina entre los pasillos y se detiene en lo que fue el área de la farmacia, algunos dicen que es una señora y otros que se trata de una niña cuya muerte la alcanzó en un quirófano.

Otros aseguran que si te acercas a los muros se escuchan gritos de dolor y hasta extraños como de un bebé caminando y jugando, o de madres dando a luz.

A pesar de que muchos cuentan historias de este lugar, no hay evidencias precisas de las leyendas que durante mucho tiempo han sido objeto de culto entre los curiosos y amantes de las actividades paranormales, incluso una televisora nacional acudió a grabar un capítulo del programa "Extranormal", sin que pudieran captar visiones extrañas.

Pero lo poco o mucho que las personas cuenten alimenta la leyenda de que "es peligroso entrar a Medicentro", "ahí suceden cosas horribles", "nunca me he espantado tanto", "desde que entras se siente el ambiente pesado". 

Un lugar que adquirió su fama con el clásico de boca en boca, como pocos en ésta ciudad.