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Migrante se lanzó al río para librarse de delincuentes y murió ahogado

  • Fluvio Cesar Martínez
El cuerpo de Antonio de 17 años, procedente de Honduras, fue encontrado en el río Tonalá ubicado en el municipio de Agua Dulce

Agua Dulce, Ver. – El pasado 2 de octubre, Antonio de 17 años y procedente de Honduras, transitaba en compañía de un grupo de migrantes en el municipio de Las Choapas al sur de Veracruz como parte de su travesía para llegar a la frontera norte del país.

 

Durante el mediodía de aquel sábado, unos metros antes del puente donde pasa la vía del tren, fueron interceptados por cuatro sujetos encapuchados, dos con armas, uno con un machete y otro con un leño. A los que iban al frente del grupo los golpearon en la cara y el estómago y les quitaron el dinero.

 

Por temor a que lo lastimaran o asesinaran, Antonio decidió correr y lanzarse al río junto con otro migrante, sin embargo, el menor de edad desapareció entre el agua, sin que pudiera salir.

 

Al ver que Antonio no salía, su acompañante decidió pedir ayuda de las autoridades municipales, por lo que Protección Civil implemento un operativo de búsqueda en el río para tratar de rescatar al joven.

 

Después de varias horas de búsqueda, el director de Protección Civil, Francisco Castillo Reyes, reconoció que debido a la corriente se dificultó localizar el cuerpo del migrante, por lo que retiraron las lanchas.

 

El cuerpo de Antonio fue localizado a varios kilómetros

El lunes 4 de octubre se confirmó que el cuerpo del joven migrante fue localizado en aguas del río Tonalá en el municipio de Agua Dulce, a varios kilómetros de donde desapareció.

Autoridades confirmaron que el hallazgo se realizó a la altura del ejido Díaz Ordaz, dónde el cuerpo se encontraba hinchado, quizá por el agua que absorbió.

 

Los pescadores avisaron a Protección Civil y a la Policía Estatal para rescatar al joven a quien sus compañeros de viaje buscarán repatriarlo a su natal Honduras para que su familia le dé sepultura.

 

Antonio formaba parte de los cientos de migrantes que a diario cruzan el sureste mexicano en busca del sueño americano, además de las redadas de las autoridades migratorias, se enfrentan a la ola de violencia que impera en la región, donde algunos pierden todas sus pertenencias y otros como el menor de edad, la vida.