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Isaías, artesano que preserva juguetes de madera pese a pandemia v

  • Inés Tabal G.
Isaías es la cuarta generación de su familia que preserva el juguete de madera pese a la pandemia y el mercado chino en Veracruz

Veracruz, Ver.- "Desde que nací ya era artesano", cuenta Isaías, hace seis meses llegó al puerto de Veracruz buscando más ventas porque la pandemia de la covid-19 lo mantuvo "sufriendo la gota fría", como se refiere a la falta clientes para vender su producto.

Su puesto ambulante de juguetes llama la atención de turistas y locales quienes se detienen a ver el trabajo de cuatro generaciones convertidos en trompos, baleros, xilófonos y los más nuevos, los transformes hechos de madera.

 

"Esto viene de tradición, viene desde mis bisabuelos, luego mis abuelos, mis papás y ahora nos toca a nosotros y obviamente mi papá tiene su taller, ellos hacen una cosa, mis hermanos otra, mis primos, todo es familiar", dijo Isaías.

 

 

Provenientes de Toluca, la pandemia de la covid-19 los orilló a buscar nuevos mercados, este es el caso de Veracruz, después de un año de la llegada del coronavirus poco a poco las ventas se encuentran recuperando.

Pero la pandemia de la covid no es el único problema proveniente de China que la familia de artesanos ha tenido que enfrentar.

Mucho antes de la llegada del virus competían con el mercado chino de juguetes, el cual desde hace 10 años se apoderó de la atención de algunos niños, pero asegura que no es suficiente para que la tradición se pierda, pues la calidad los abala ante cualquier competencia.

 

"El juguete mexicano no puede competir con lo chino, con las piedras o lucecitas, un juguete como un avioncito chino te dura uno o dos días, porque si el niño lo tira y se quiebra ya no va a funcionar, pero si compra un carrito de madera le va a durar, si bien lo cuida, hasta que sea viejito, si se le rompe una alita o llantita lo pegas", dijo Isaías.

 

 

LA INNOVACIÓN DE LOS JUGUETES DE MADERA

Para lograr que está tradición de comprar juguetes de madera Isaías y su familia han tenido que innovar, crear y planear nuevas estrategias para llamar la atención de sus principales clientes, los niños.

De realizar trompos y baleros comenzaron con experimentar con otros modelos, como la los transformes con los cuales se puede realizar más de 30 figuras, así como juegos didácticos para que los niños aprendan mientras juegan, contó.

Gracias a su trabajo ha logrado estar en diferentes exposiciones a lo largo del país, mostrando el talento que heredo de sus abuelos y que sus padres siguen mantenimiento para que no se pierda la tradición que sigue manteniendo a su familia. 

 

"Yo compito con la mercadotecnia, con Fisher Price, con todos los juguetes que son chinos (...) la cultura no se debe de perder, por eso es un arte, artesanía tradicional mexicana, yo eso trato de hacer que sea innovador, que sea llamativo, porque el juguete nacional se estaba perdiendo", contó.

 

 

JUGUETES IMPORTADOS DE CHINA AUMENTAN: INEGI

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través del estudio "Conociendo la Industria del Juguete", mostró una disminución de producción desde el año 2013 al 2018 al pasar de 100 a 78.5 por ciento en el 2020, el año en el que inició la pandemia.

 

 

Pese a eso, los niveles de empleo se mantuvieron con una ligera disminución con 3.4 por ciento, mientras que los ingresos económicos de las personas que trabajan dentro de las fábricas subieron de 13 mil 200 pesos mensuales por persona en 2013 a 18 mil 000 en 2018.

La industria del juguete están conformadas por medianas y grandes empresas, que concentran 89.6 por ciento de la producción de la Industria del juguete y 71 del empleo.

 

"México tiene los mayores flujos comerciales de productos de esta industria con Estados Unidos de América y China. La mayor parte de las exportaciones se destinan a Estados Unidos de América con 88.9 por ciento del total. Por otro lado, las importaciones provenientes de China están aumentando, llegando a 80.2 por ciento", indica el INEGI.

 

Familias como la de Isaías luchan contra las grandes compañías internacionales para preservar la tradición de los juguetes de madera.